Arnault, el apellido relacionado con el lujo que amenaza al PSG y pretende reescribir su historia

La entrada del grupo Qatar Investment Authority (QIA) en el Parque de los Príncipes, comprando el 70% del club en 2011 y el 30% restante un año después, supuso un antes y un después en la historia del PSG, una joven entidad fundada en 1970. Basta con acudir a las estadísticas y descubrir que en la era previa a este radical cambio de rumbo el club parisino acumulaba tan solo dos ligas por las doce que tiene en la actualidad. De hecho era un club mucho más propenso a ganar la Copa (con 9 títulos antes de la invesrión catarí) que a dominar el campeonato de la regularidad. Y fuera de las fronteras galas, en las competiciones europeas, solo en dos ocasiones tocó la gloria, con la Recopa de 1996 y la modesta Intertoto de 2001.

El desembarco de QIA cambió pues el destino del club, que cada temporada reúne en su plantilla a algunos de los mejores jugadores del mundo y lucha por su máximo anhelo, la Champions League. Un reto que estuvo a punto de alcanzar en 2020, cuando cayó en la final ante el Bayern, pero que se le resiste. Mientras lo alcanza, no ha dejado de crecer, convirtiéndose pese a su relativa juventud y al lastre de no contar con una arraigada cultura futbolística en París, en un icono de la ciudad de la luz.

Ahora, sin embargo, esa posición se ve amenazada por la irrupción a la sombra de la torre Eiffel de un nuevo aspirante. En realidad un viejo conocido del PSG que va a recibir un potente impulso del estilo del que este experimentó con la llegada de los fondos de Qatar.

Este miércoles se conoció de boca de su presidente, Pierre Ferracci, que el París FC será adquirido en los próximos días por la familia Arnault, que pretende hacer del club, que actualmente lidera la 'Ligue 2', uno de los más importantes del país. No obstante los nuevos propietarios son dueños del emporio del lujo LVMH y Bernard Arnault, su presidente, consta en la actualidad como una de las personas más ricas del mundo en la tabla de multimillonarios de Bloomberg.

Las siglas del grupo, LVMH, significan Louis Vuitton Moët Hennessy, y engloban un conglomerado multinacional con sede en París que es dueño de al menos 76 marcas de lujo con presencia en todo el mundo. Sus orígenes se remontan al año 1987, cuando se fusionaron la marca de moda Louis Vuitton y Moët Hennessy, resultado a su vez de la fusión en 1971 de la productora de champán Moët & Chandon con la empresa de cognacs Hennessy. Actualmente el grupo emplea a casi 160.000 personas y cuenta con unas 4.600 tiendas en todo el mundo.

La próxima Asamblea General del París FC, prevista para el viernes 29 de noviembre, aprobará el nuevo consejo de administración liderado por la familia Arnault. Uno de sus integrantes, Antoine Arnault, ha explicado ya que el club «pertenecerá» a su familia y «no será una copropiedad de la familia Arnault y de Red Bull», como se había especulado los últimos meses. «Red Bull será minoritario, no desean acceder a la multipropiedad».

Medios galos avanzan que tras esa Asamblea General la familia Arnault poseerá el 52% del las acciones, mientras que Red Bull se quedará con un 11%. La estructura de Pierre Ferraci, cabeza del 'Groupe Alpha', mantendrá un 30% y BRI Sports Holding un 7%, si bien el plan es que Ferracci se retire del club en 2027 y BRI haga lo propio para dejar cerca del 80% de acciones a los Arnault y un 15% a Red Bull.

Según Antoine Arnault, la poderosa familia gala busca comprometerse con el club a largo plazo, «al menos 10, 15 o 20 años». «Queremos hacer las cosas de manera progresiva, sin quemar etapas. Es muy importante porque los hechizos no funcionan nunca demasiado bien en el fútbol», argumentó. «Si bien no queremos malgastar nuestro dinero, no hemos hecho esto para ganarlo. Lo que queremos es conseguir goles y dejar huella a largo plazo».

¿Por qué el París FC y no otro club más potente? El conjunto parisino es en la actualidad líder de la 'Ligue 2', la segunda división francesa, después de 13 jornadas disputadas. El motivo, además de la localización de la entidad en la capital parisina, donde el grupo LVMH está radicado, es su historia.

Curiosamente el París Football Club tiene una biografía muy pareja a la del PSG en sus inicios. Tan pareja que incluso llegó a ser común durante un breve periodo de tiempo. De hecho el club que hoy juega en el Parque de los Príncipes nació gracias al París FC, pues surgió de la fusión entre este -fundado en 1969- y el Stade Saint-Germain, una entidad activa desde 1904.

El acuerdo no duraría mucho. Tras el curso 1971-72 el nuevo club entró en una grave crisis económica. El ayuntamiento de París se ofreció a ayudar pero como contrapartida exigió que el nombre de la ciudad prevaleciera sobre el de Saint-Germain. La exigencia provocó un cisma que desembocó en la escisión del París FC. Este se quedó las ayudas y la plaza en la máxima categoría mientras que el PSG fue descendido a Tercera. Sin embargo, a partir de ese punto ambas entidades iniciaron caminos opuestos, ascendiendo el PSG a Primera ya en 1974, mientras que el París FC caía precisamente ese año a Segunda e iniciaba un periplo de ascensos y descensos que llegó incluso a la quinta categoría.

La última temporada en Primera del París FC, que viste de azul y juega en el Estadio Charlety del distrito 13 de la capital gala, fue la 1978-79.

La compra por parte de la familia Arnault podría revivir pues una vieja rivalidad entre dos clubes que intentaron ser uno pero no lograron ir de la mano por el bien del deporte rey en París. Ahora, a la espera de que la operación se concrete y dé sus primeros pasos, el fútbol francés se frota las manos ante lo que este «nuevo rico» podría suponer para su liga, en lo que a atracción de talentos, rivalidad y competitividad se refiere.

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No lo ve de la misma forma el París Saint-Germain, que pese a sus éxitos deportivos y su poder de atracción social, ve un peligro futuro en su posición de dominio en París y en Francia. Y más cuando sus relaciones con el ayuntamiento de la capital no atraviesan su mejor momento por la negativa del consistorio de Anne Hidalgo, actual alcaldesa, de venderle el Parque de los Príncipes, de titularidad municipal, para modernizarlo y darle un mayor aforo. A tales cotas ha llegado la tensión entre ambas instituciones que Nasser Al Khelaïfi, presidente del PSG, llegó a afirmar el pasado mes de febrero que dejarían su actual sede para construir su propio estadio en otros terrenos de la ciudad de la luz.

La fricción que se avecina entre PSG y París FC la mira desde fuera un tercer equipo parisino, un club al que de momento no le llegan ofertas de compra millonarias pese a ser el más veterano de los tres. Se trata del Red Star Football Club, con sede en Saint-Ouen, al norte de París, y fundado en el año 1897.

Sus vitrinas no se pueden comparar con las del PSG, engordadas a pasos agigantados desde la entrada del dinero catarí, pero superan con mucho a las del París FC, pues en las mismas cuenta nada menos que con cinco Copas de Francia. Y en cuanto a su historia no tiene nada que envidiar a sus vecinos, pues fue fundado nada menos que por Jules Rimet, que llegó a ser presidente de la Federación Francesa y de la FIFA y dio nombre al primer trofeo que se entregó a las selecciones campeonas del mundo. El Red Star fue uno de los miembros originarios de la 'Ligue 1' y llegó a jugar 19 temporadas en la máxima categoría gala, la última en 1975.