Anuar: «Eso de que el Real Madrid no es nuestra liga es que me revienta»

-¿Cómo fue su vida en Ceuta?

-Muy buena. Estudié en el colegio San Agustín y me crié en una familia de siete hijos. Yo soy el mediano, el cuarto. Por suerte, teníamos una casa grande y lo guay era irte de una habitación a otra y estar con los hermanos, o jugar todos en el jardín. Siempre hemos sido una familia muy unida y aunque me fui de casa con solo 13, años, ellos siempre han estado muy cerca de mí.

-¿A qué se dedicaban sus padres?

-Mi madre era ama de casa y ya tenía bastante, pero además llevaba las finanzas de la familia. Mi padre era un hombre de negocios en el mundo de la hostelería y tenía cafeterías en Ceuta.

-¿Era travieso?

-Sí que lo era. Más de una vez me ha perseguido mi madre por la casa con la chancla en la mano y he tenido que buscar algún recoveco para esconderme. Pero mi madre siempre miró por nuestro bien y porque fuéramos buenas personas. Yo me pongo en su lugar, y en el de mi padre, y debió de ser muy duro dejar salir a un hijo con solo 13 años. No es fácil tomar esa decisión, pero no solo no me cortaron las alas sino que me animaron a luchar por mi sueño. Yo ahora soy padre y como sé lo que supone una decisión así, si vivo un caso parecido, haría lo mismo que hicieron mis padres conmigo.

-¿Usted cree que no todos los padres hacen eso?

-No. Seguramente, muchos padres dicen que no, que el niño se espere a los 16-17 años, pero a lo mejor a esa edad la oportunidad ya no te llega. Mire, aunque mi padre era un hombre de negocios y estaba siempre muy ocupado, desde que estaba en prebenjamines me llevaba a todos los entrenamientos y partidos. Siempre estaba el primero en la grada. Tanto en mi etapa de fútbol sala, como de fútbol 7 y, por último, de fútbol 11. Y siempre me daba buenos consejos. Eso no se me olvidará nunca.

-Ha jugado con Marruecos. Entiendo que tiene ascendientes de este país.

-Sí, mis abuelos paternos y maternos son marroquíes.

-¿Y cómo se convive con esa mezcla, que es habitual en Ceuta?

-Ceuta es la ciudad de las cuatro culturas. Convivimos musulmanes, cristianos, judíos e hindúes, y siempre ha habido un máximo respeto entre todos. Eso es lo bonito de una ciudad como la nuestra. Aprender del que es diferente y respetar sus creencias.

-Pero usted sabe que, a veces, no es así con el tema de la inmigración.

-Es cierto que este tema genera un discurso de odio y separación, y eso hace daño, pero gente mala hay en todos los sitios. No puedes sentenciar a una comunidad entera por unos pocos cafres. Es que a mí mismo me ha pasado. Yo soy un caballa y un español más. Amo mi ciudad y mi país, y por eso no entiendo los discursos de odio como el que incluso yo he sufrido. Yo soy una persona muy querida en mi ciudad y hace un par de años me recibió en el Ayuntamiento Juan Vivas, el alcalde. Y resulta que un político de VOX dijo en sus redes sociales que el alcalde había recibido a un marroquí en el Ayuntamiento. Lo dijo para menospreciar, claro. El alcalde estaba recibiendo a un chico de Ceuta y si lo hace es porque lleva la bandera de Ceuta por el fútbol español. Ese mensaje de odio es el que no comprendo.

-¿Cómo fueron esos años de adolescente en la cantera del Valladolid?

-Como ya le he dicho, era travieso y tengo que ser sincero. Si hoy hablas con los cuidadores de la residencia, que aún siguen aquí, le dirán que se lo hice pasar mal. Era el típico niño pillo, que hacía trastadas, que siempre intentaba chinchar y que no me arrugaba ante nadie, ni siquiera con los mayores de la residencia, que tenían cuatro o cinco años más que yo. 17 o 18. Ellos saben lo mucho que les agradezco lo bien que me cuidaron y me educaron.

-Y desde esos 13 años hasta su 30 actuales, excepto dos temporadas en Grecia. Quién le iba a decir a un ceutí que el Valladolid sería el club de su vida.

-Así es. Siempre he defendido esta camiseta con respeto y honor y todo lo que he conseguido aquí me llena de orgullo.

-¿El actual dueño fue su ídolo?

-Sí, sí. Ronaldo fue mi ídolo de la infancia. Y cuando compró el club fue como 'boooom'. Recuerdo que de pequeño fui a una boda con su corte de pelo de la final del Mundial 2002. A día de hoy, sigo viendo las fotos y me pregunto cómo me hice eso. Estaba horrible.

-En septiembre de 2022, tras subir el Valladolid a Primera, se rompió el cruzado. ¿Se vuelve a ser el mismo futbolista tras una lesión tan grave?

-Se te viene el mundo encima. Estar un año parado te destroza. La recuperación es muy dolorosa y tienes miedo a no recuperarte, como le ha pasado a algunos jugadores. Luego, cuando vuelves no eres el mismo. No se tiene la misma potencia, arrancada… Es un proceso muy duro, una lesión que te marca, pero bueno, en mi caso he logrado recuperarme bien y soy de nuevo importante en el equipo.

-Hace poco dijo que el Valladolid debe ser 'más hijo de puta en el campo'.

-Es que esta temporada no está siendo fácil. Cambio de entrenador, puestos de abajo desde el principio… Lo que quise decir es que no podemos ser unas hermanitas de la caridad. Nos jugamos mucho cada jornada y si seguimos por este camino nos vamos a ir a Segunda. Tenemos que ser mucho más malos en el campo y dar un paso al frente. Yo creo que nos vamos a salvar, pero hay que hacer lo que le acabo de decir. En los dos últimos partidos hemos mejorado bastante, y ahora hay que seguir así.

-No va a ser sencillo contra el Madrid. Esa no es su liga.

-Eso de que no es nuestra liga es que me revienta. Claro que es nuestra Liga. Vale, que es el Madrid, pero nosotros también estamos en Primera. Que la pasada jornada, el Leganés le ganó al Atlético y el Getafe le empató al Barça. ¿Por qué no le vamos a ganar al Madrid en nuestro campo?