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El Madrid elige el modelo inglés

Florentino Pérez prescinde de Jorge Valdano y confía todo el poder deportivo a José Mourinho

El Madrid elige el modelo inglés IGNACIO GIL

tomás gonzález-martín

José Mourinho toma el poder absoluto en el Real Madrid. Ha impuesto el estilo de trabajo inglés en un país acostumbrado a separar las misiones de los directores deportivos y de los entrenadores. El técnico portugués ha convencido a Florentino Pérez a lo largo del año de que la mejor manera de funcionar es tener a una sola persona que dirija todo el fútbol del club. Un profesional que planifique la plantilla, elija los fichajes y entrene al equipo. Un «manager» que negocia con el presidente la posibilidad económica de acometer las contrataciones y que presenta los nombres de otros futbolistas si sus primeras peticiones no pueden ser satisfechas. Ese hombre es Mourinho. Le sobraba Jorge Valdano. No quería un director que planificara la confección del plantel . Las decisiones las quería tomar solamente él. Y Valdano ha tenido que dejar el club. Este miércoles se hizo oficial su marcha de la entidad. [Cronología de un desencuentro]

Florentino Pérez reconoció que el nuevo organigrama liderado por el técnico significará «un nuevo estilo —el inglés— de trabajo». Admitió el detonante: «Hemos decidido otorgar toda la autonomía futbolística a Mourinho y suprimir una dirección general, la de Valdano, que era marcadamente deportiva». Corroboró que la bicefalia producía «disfunciones». A partir de ahora, Mourinho solo tendrá por encima al presidente y a José Ángel Sánchez, director general.

Higuaín, Pepe y Ramos

La ausencia de «feeling» entre Valdano y el entrenador ha sentenciado una convivencia que profesionalmente era complicada, dada la constante petición del técnico de abarcar toda la parcela futbolística. En la presentación del luso, el 14 de mayo de 2010, Valdano manifestó que sus viejas críticas a Mourinho, cuando fue columnista, era un asunto zanjado. «Si permitimos el excesivo intervencionismo de los entrenadores —escribía—, eliminaremos toda idea de felicidad, en los jugadores primero y en los espectadores después». Sus conceptos eran totalmente opuestos. Pero debían trabajar juntos. Jorge tenía claro que el luso jugaría con sus tácticas. Unas estrategias que ha ensalzado a lo largo de la temporada.

La confrontación, no obstante, renació pronto. Mourinho le culpó de permitir que Higuaín hiciera un tratamiento conservador de su hernia discal y retrasara una operación necesaria. La verdad es que la decisión la tomó el jugador. El técnico acusó igualmente a Valdano de resistirse a renovar a Pepe y de anticipar la negociación del contrato de Sergio Ramos. Lo cierto es que, hoy, ninguno ha firmado todavía.

Todos ellos eran casos que delataban un antagonismo visceral que explotó cuando el lusitano pidió el fichaje de otro delantero en el mercado de invierno. El director general, de acuerdo con el presidente, no quería cumplir la solicitud. El 16 de enero, el Real Madrid empató en Almería, con Benzema en la suplencia, y Valdano manifestó que el fichaje «estaba en el banquillo» . Fue el principio del fin.

Intento de convivencia

Desde entonces, el preparador argumentó una postura. «O él o yo». Jorge no ha podido quedarse siquiera como portavoz de la empresa. Una misión que ha ejercido bien. «Valdano expresa perfectamente la voz del Real Madrid», decía Florentino Pérez . Pero el entrenador no le quería en la casa. Si no podía ejercer ni como director, ni como portavoz, su continuidad no tenía sentido. Aunque el máximo dirigente del club ha intentado la coexistencia en conversaciones mantenidas durante las últimas tres semanas, no ha podido conseguirla. El portugués no ha cedido un ápice. Y eso que Valdano intentó romper ese distanciamiento, químico y futbolístico , con sus elogios a las variantes tácticas del preparador. Elogió sus planteamientos tácticos frente al Barcelona. Ensalzó la estrategia planteada en la final de Copa. «Es un golpe de autoridad», declaró en una entrevista concedida a ABC el día después del título. Posteriormente, valoró que «el Real Madrid tuteó al Barcelona» en la Liga de Campeones «hasta que la expulsión de Pepe decantó la semifinal». El preparador, sin embargo, nunca le admitió como expresión pública del fútbol de sus hombres.

El adiós del director general cierra una etapa de enfrentamientos que enturbiaba públicamente la proyección de un equipo «muy joven», como dice el presidente, que ha ganado la Copa y busca desbancar al Barcelona con un estilo de trabajo que cede toda la potestad al entrenador.

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