Salva Ballesta: «Nunca me voy a ir de un campo porque me insulten»
Considera que ser español no es delito, aunque invocarlo le haya causado problemas en algunos campos. En Anoeta, por ejemplo, jugó bajo una pancarta que decía «Salva, muérete». Sobre el Málaga, ya de Segunda, dice que ni Capello, ni Zidane ni Van Nistelrooy juntos lo hubieran salvado
No es un buen momento personal para él, tres días después de que se haya consumado el descenso de su equipo, el Málaga, a Segunda, el segundo que afronta en su carrera profesional tras el que vivió en su día con el Sevilla.
-En estas condiciones, ¿cómo se encara un partido como el de hoy en Villarreal?
-Con la mayor profesionalidad y la ilusión que provoca ganar un encuentro. Somos profesionales del fútbol, cobramos por ello y no podemos salir con la camiseta del Málaga como si fuese cualquier cosa. Llevamos detrás una ciudad y un club y eso hay que respetarlo al máximo.
-¿Cómo valora su temporada?
-Cuando un equipo desciende está claro que ha sido una temporada mala en todos los aspectos, a nivel personal, de equipo y de club. Lo que sí he repetido muchas veces es que este año, aunque hubiesen venido a Málaga Capello, Van Nistelrooy o Zidane, no hubiesen hecho nada. Aquí se entró en una dinámica de desconfianza y de fatalismo que no hemos sabido superar y nos hemos venido abajo.
-¿Piensa jugar en Segunda?
-Me quedan tres años más en el Málaga y no tengo ningún problema en jugar en Segunda. Cuando firmé por el Málaga no lo hice para jugar en una determinada categoría, lo hice para vestir una camiseta. Y ni por parte del club ni por parte mía hay deseos de romper este contrato. Sigo con al misma ilusión, sabedor además de que todos queremos que el próximo sea un año puente, en el que volvamos en seguida a Primera. Mirándolo de esta manera tampoco es tan catastrófico. Pero que nadie piense que en Segunda nos pasearemos.
-¿El haberse manifestado alguna vez políticamente como lo ha hecho usted puede cerrarle puertas?
-Creo que no, pero también puedo decir que hay algunos sitios en los que no te llama la atención ir. Además, yo no he hecho ahora ninguna alusión política, ni la he hecho en mi vida. Cada uno puede pensar lo que quiera, pero yo siempre me he mostrado de mi padre y español, y eso no tiene nada que ver con ninguna insinuación política. De hecho, no me gusta la política y me considero una persona apolítica.
-¿Cómo se juega con una pancarta en la grada que dice «Salva, muérete», como le pasó en Anoeta?
-La vi y me la comentaron, pero a mí no me afecta en absoluto, para nada. No sé si eso es castigable o no, pero a mí no me influye. Cuando está el balón rodando no sé ni lo que tengo al lado.
-¿Estos insultos son comparables a los que sufren los jugadores negros, que incluso han amenazado con irse de algunos campos?
-Si alguien está en contra de uno que se siente español o esto crea malestar es que estamos en un país de bobos. Yo, por supuesto, nunca me voy a ir de un campo porque me insulten. No voy a entrar en polémicas con los comentarios que hagan quince tíos que no saben ni lo que son tres más dos y que van a los campos cargados de todo tipo de sustancias. Como comprenderá, no voy a entrar entrar en ningún tipo de análisis por la actitud de esta gente. Quien se dedique a ello, que lo estudie si quiere.
-¿Vería lógico que se castigase esa actitud, como se hace con los gritos racistas o xenófobos?
-No estoy a favor de que se produzcan insultos por la forma de ser o de pensar de las personas, pero yo no soy quien lo tiene que determinar.
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