Reyes ilusiona en su vuelta a Sevilla

Eran poco más de un centenar, pero es significativo que un buen puñado de sevillistas se presentara en la estación de Santa Justa a media tarde, con la cabalgata de Reyes transitando ya por algunas calles de la ciudad, para darle una cálida bienvenida a José Antonio Reyes , el hijo pródigo, la nueva ilusión de una afición, la del Sevilla , ávida de un aliciente de esta naturaleza que reavive los ánimos.

El duro pulso que el Atlético de Madrid y el futbolista mantuvieron durante la semana en pos de acordar el finiquito que le correspondía a éste se solucionó, por fin, a última hora de la mañana con la renuncia por parte del jugador a una parte importante del millón y medio de euros que la entidad del Manzanares le adeudaba. Como en toda pugna, en esta también ha sido el más débil el que ha dado su brazo a torcer, pues a Reyes no le quedaba otra opción si quería que su deseo se pudiera hacer realidad.

Pese a la tensión final, la operación en ningún momento corrió el riesgo de romperse. No había marcha atrás: el acuerdo entre los clubes hacía tiempo que estaba más que pactado — 3,5 millones más una serie de extras que podrían elevar la venta a unos 4 millones— y, además, Reyes ya había manifestado su intención de regresar al Sevilla, equipo que se vio obligado a traspasarlo hace ocho temporadas para subsanar sus graves problemas económicos.

Tras el preceptivo reconocimiento médico, Reyes será presentado el mediodía del viernes en el estadio Ramón Sánchez-Pi zjuán, donde firmará su nuevo contrato con la entidad nervionense, a la que, en principio, estará ligado durante las próximas tres campañas y media, esto es, hasta 2015 .

Será esa misma tarde cuando se entrene por primera vez a las órdenes de su nuevo técnico, Marcelino García Toral . Lo hará en la ciudad deportiva José Ramón Cisneros Palacios, el mismo sitio en el que el atacante se formara como futbolista y comenzara a deslumbrar con unas maneras extraordinarias que invitaban a pensar que llegaría a convertirse en un jugador de primerísimo nivel mundial. Lo ha sido, aunque sólo en momentos puntuales de su carrera.

Ahora, con 28 años, aún está a tiempo de continuar lo que dejó a medias con 20, cuando tuvo que cambiar su pueblo, Utrera, por Londres.