eurocopa 2012

Cinco razones para temer a Italia en la final de la Eurocopa

Puede que no exista un equipo más complicado de ganar que el italiano. Aquí están sus armas

Cinco razones para temer a Italia en la final de la Eurocopa reuters

v. pérez

Andrea Pirlo

El futbolista capaz de desplazar del debate sobre el Balón de Oro a Leo Messi o Cristiano Ronaldo -al menos por unos días- se perfila motivo suficiente para temer a Italia. Andrea Pirlo aspira a convertirse en el mejor jugador de esta Eurocopa. Su talento mueve a la selección italiana como demostró desde el primer partido, precisamente contra España . Italia mueve el balón de un lado a otro hasta que encuentra a Pirlo solo en el centro del campo. El de la Juventus no se lo piensa y acelera para dejar atrás a Silva y a Busquets en la medular. Avanza unos metros, nadie le estorba y, como tiene medio segundo para pensar, Pirlo lanza un pase exquisito que es medio gol. Di Natale solo tiene que ganar la espalda de Piqué y superar la salida de Casillas.

Parece difícil, pero cuando Pirlo toca el balón es muy sencillo. Como sucede con los grandes. Como le pasaba a Zidane y ocurre cuando Andrés Iniesta toca el balón cerca del área. Pirlo está a un paso de cerrar un año mágico tras cambiar de equipo y conquistar el Scudetto. En la selección cuenta además con dos fieles escuderos que añaden más peligro al juego de toque italiano.

Gen competitivo

El fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once y siempre gana Alemania... salvo que se enfrenten a los italianos. La «Azzurra» tiene una ambición tremenda por ganar el torneo. Su apuesta por el balón dejaría atrás por un tiempo el «catenaccio» y aquella Copa del Mundo ganada desde la defensa hace seis años. El triunfo serviría también para darle una alegría a un país que según las encuestas ha dejado de creer en el calcio por los continuos escándalos de apuestas ilegales y amaño de partidos.

España solo ha ganado una vez a Italia en partido oficial. Sucedió en los Juegos Olímpicos de Amberes allá por 1920. Sí, es cierto que España eliminó a Italia en la Eurocopa de 2008 pero solo desde la tanda de penaltis. Contra el resto el combinado que dirigía entonces Luis Aragonés no necesitó siquiera llegar a la prórroga. En la primera fase del presente torneo casi todos apostaban en su contra, pero Italia no se doblegó ante una España que ya había derrotado un año atrás.

Hambre de títulos

Llega Italia a la final sin apenas presión. Ganar a Alemania en semifinales ya se considera un logro para una selección que no ganó ni un partido en el Mundial de Sudáfrica y que llegó a Polonia metida en mil problemas . Las preocupaciones han ido quedando atrás: el dolor de cabeza por el escándalo de las apuestas ilegales y los amaños de partidos se quedó en Italia; los problemas en defensa se olvidaron tras el notable partido contra España. Lo que era un país a punto de estallar ha derivado en un equipo unido con hambre de triunfo. Los pocos que quedan del Mundial de 2006 quieren ganar para demostrar que Italia puede ganar jugando bien al fútbol, el resto busca que la «Azzurra» recupere el prestigio perdido tras el desastre de la última Copa del Mundo.

Y pese a las quejas antes de disputar las semifinales, Italia llega al partido decisivo con las piernas igual o incluso más descansadas que España. Primero por la acertada decisión de instalarse en Cracovia, que ha evitado desplazamientos de una docena de horas entre partido y partido como le ha sucedo a los campeones del mundo. Pero también por los minutos jugados sobre el campo. Prandelli ha dosificado mejor a su plantilla; a veces por obligación y otras por convencimiento, pero lo cierto es que solo tres futbolistas han jugado todos los minutos.

Cesare Prandelli

No hay mayor culpable del éxito italiano que Cesare Prandelli, curiosamente el mismo tipo que dijo antes de empezar el torneo que Italia se retiraría si eso sirviese para limpiar el nombre de un fútbol en el que ya no creían ni los propios italianos. Un tipo comedido, respetuoso con el rival y de fervientes creencias. Ha peregrinado dos veces a un monasterio de la Orden de la Camáldula situado a 21 kilómetros del cuartel general de la selección italiana en Cracovia para dar las gracias por los resultados. Jamás ha modificado su discurso y no consintió dar ni un paso atrás para derrotar a los alemanes en semifinales. Muchas flores antes del duelo a florete: «España es la mejor; no creo que su juego sea aburrido», pero a la vez una declaración de intenciones: «no tenemos miedo de enfrentarnos a ellos».

Mario Balotelli

La bestia demostró en semifinales que tiene talento de sobra para decidir un partido a sus 21 años. Ahora la duda radica en si está capacitado para decidir todo un campeonato. Falló estrepitosamente en el partido contra España, pero tiene pinta de que no volverá a perdonar. No después de semejante exhibición contra Alemania que llevó a los autobuses romanos a cambiar el indicador de destino por el «Why always me?» que hiciera famoso en Manchester. Es la mejor opción que tiene Italia para ganar una Eurocopa, aunque probablemente Balotelli también sea la mayor opción de perderla. Imposible que pase desapercibido.

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