Portillo, la bestia blanca del gol
Vicente del Bosque, entonces coordinador de la cantera madridista, dijo en 1994: «Hay que ficharlo». Había jugado el torneo Príncipe de Asturias con el equipo de su colegio -el San Isidro- y marcó siete goles en tres partidos. El tal Portillo tenía doce años. El Real Madrid lo fichó el día 3 de septiembre de 1994 y lo incluyó en el infantil B. En su primer encuentro consiguió tres tantos. Ahí comenzó una carrera de éxitos que ha continuado hasta hoy. Un mes después, el 29 de octubre de 1994, su espejo, Raúl, saltaba desde el Real Madrid B al primer equipo.
Hoy, Portillo, este «Raúl 2» de 19 años, debuta con el Real Madrid de Segunda B frente al Atlético. El Cerro del Espino será la sede de un partido de eterna rivalidad ante el que los pupilos de Cantarero -técnico del primer equipo rojiblanco hace cinco meses- se definen en los últimos tiempos por las goleadas en casa. Tal es su rendimiento que Jesús Gil les ha ofrecido diez millones de prima si derrotan a su enemigo público número uno.
Portillo espera que su carrera viva los avatares que disfrutó Raúl: «Mi sueño es jugar junto a mi ídolo». En 1994 coincidieron esas dos realidades que han definido su vida: su llegada al Madrid y el ascenso de Raúl.
Al cabo de siete años, se ha erigido en el máximo goleador histórico de las categorías inferiores del Real Madrid. Suma 370 tantos oficiales desde los infantiles al Real Madrid C y ha marcado otros 323 en partidos no oficiales. En total, 693. Su trayectoria es una fotocopia de la del «siete» blanco. «Le he copiado en todo. Él siempre surge cuando el equipo lo necesita». Y Portillo.
COSAS QUE NO REALIZAN LOS DEMÁS
Rebollo fue su primer entrenador en el Real Madrid: «Cuando llegó vimos su calidad. Se intuía que iba a marcar diferencias. Hacía cosas que no realizaban los demás».
El club apostó por él. Sus goleadas asombraban. Ya máximo rematador histórico en los infantiles B y A, en los cadetes superó marcas imposibles: nueve goles al Coslada y cinco al «Sanse» jugando medio tiempo en cada uno de esos partidos oficiales.
El club le mima: «Me han cuidado muy bien. Han apostado por mí y he trabajado mucho para llegar a lo que tengo actualmente». Vieron un filón de oro y le han vigilado la preparación y la alimentación. Hoy mide 1,82 y pesa 70 kilos. Posee las condiciones perfectas: longilíneo, alto, delgado. «Tengo un régimen específico de comidas. Pasta, carne, pescado, fruta... Hago dos sesiones semanales de gimnasio, porque debo coger fuerza y masa muscular». José San Martín es quien dirige este cometido. El objetivo es que los centrales no lo manden a paseo. «Los veteranos te amenazan, para ponerte nervioso». No lo consiguen, como expresan sus goles. Es zurdo (hasta en eso emula a su ídolo), rápido, buen rematador de cabeza -«la mitad de mis goles son por alto»- y los técnicos comentan que es más completo que Raúl. Tiene pegada de disparo. El chaval subraya una premisa: «El jugador nace y yo he nacido para esto».
Después del primer año con Rebollo pasó al infantil A, donde le entrenó Paco Jiménez, hoy ojeador del primer equipo. Cada año saltaba de «cilindrada» con las mil revoluciones que imprimían sus goles. Rafael López le dirigió en el cadete B. Ramón Mesón, en el cadete A.
TOCA CINCO BALONES Y MARCA TRES
Luis Miguel Martínez Damián es quien más le ha marcado. Le enseñó durante tres campañas, en los juveniles C, B y A: ««Es el jugador más rentable del Real Madrid. Ha nacido para esto (como dice el chaval). Toca cinco balones y te marca tres goles».
Ahora, en Tercera, se encuentra a las órdenes de José Aurelio Gay, el ex centrocampista del Zaragoza. Portillo es el alma de este Real Madrid C. Su estreno fue como siempre, espectacular. En la primera jornada hizo dos goles. En la segunda, tres. Ha marcado en los once partidos. Acumula 17 de los 20 tantos del equipo. Su renombre le hace sufrir marcajes especiales: «Se nota que hablan de uno. Me dan patadas sin balón».
BARÇA, CELTA Y VALENCIA, A POR ÉL
Su sueño es claro: «Jugar al lado de Raúl y ganar la Copa de Europa con el Madrid». Espera la oportunidad que vivió su espejo. «Me he entrenado dos veces con el primer equipo. Ahora han ascendido Pavón y Bravo. Cuesta mucho lograrlo, pero están dando oportunidades y si después puedes jugar con Figo, Zidane y Raúl...». Por esa ilusión dejó los estudios: «Estoy centrado en el fútbol». Tiene el secreto del éxito: «Siempre disfruto jugando».
Su proyección es meteórica. Clubes de España y de Italia le ofrecen oro y platino. Sus representantes -Herminio Menéndez, José Luis Ayuso y Juan Frías- han recibido ofertas del Barcelona, del Valencia y el Celta. Tiene contrato con el Madrid hasta 2003 y los azulgrana le dicen que no renueve. El Celta está dispuesto a abonar hoy su cláusula -1.000 millones- y cubrir la baja de Boban. Pero «el otro niño» es blanco y está a punto de renovar. Herminio Menéndez ha acordado con Jorge Valdano y Ramón Martínez la mejora y extensión de su contrato hasta 2.005, con cláusula de 4.000 millones. El Madrid le ató hace mucho: es profesional desde los dieciséis años. El «Raúl 1» ascendió a los diecisiete.
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