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INGLATERRA-ITALIA

Eurocopa 2012: Pirlo, Panenka y el sabor de lo inesperado

El «arquitecto» sorprendió con un penalti a lo Panenka contra Inglaterra que inició la remontada de Italia en la tanda

Eurocopa 2012: Pirlo, Panenka y el sabor de lo inesperado AFP

VÍCTOR PÉREZ

Nadie mejor para marcar el camino que el «cerebro» de Andrea Pirlo . La estrella de la selección italiana sorprendió a todo el país con un exquisito lanzamiento a lo Panenka que inició la remontada en la tanda de penaltis contra Inglaterra . La mejor imitación al que marcó Antonín en Belgrado para dar la Eurocopa de 1976 a Checoslovaquia.

Subrayan los medios italianos que la idea fue del capitán Buffon . «Le dije a Andrea cómo tenía que lanzar el penalti», dijo tras el encuentro. La tanda de penaltis había comenzado mal para Italia, que marchaba en desventaja tras un fallo de Montolivo que había devuelto a la memoria del país aquel gigante llamado Íker Casillas en los cuartos de final de 2008. Italia necesitaba un genio para darle la vuelta a un partido que no supo pero mereció ganar .

El destino señaló entonces al «arquitecto» Andrea Pirlo, un metrónomo sobre el terreno de juego, sobre el que gira esta renovada Italia de Cesare Prandelli que atrae al huir del «catenaccio» con su apuesta sincera por el balón. Nacido en Brescia, la clase de Pirlo ha pasado por los principales equipos de Italia . El pasado verano le dejó escapar el Milán y fue a parar a una Juventus que ha recuperado el trono italiano gracias a este «líder silencioso» -como le bautizó Lippi- que volvió a ser uno de los más destacados durante el partido contra Inglaterra.

Estigmatizado en Italia por algunos como un jugador lineal, Pirlo mostró maneras de fantasista en el momento adecuado. Eligió batir a Joe Hart con una excelente imitación del penalti que lanzó Antonín Panenka en la final de la Eurocopa de 1976 contra Alemania. «Sabía que ningún portero tendría la valentía de quedarse parado en la línea», explicó el checo años más tarde en una entrevista a Canal+.

Algo parecido debió pensar Pirlo, dispuesto a recoger el testigo del atrevido Totti y su «cucchiaio» en la semifinal de la Eurocopa de 2000 contra los Países Bajos. Lo hizo, por supuesto, a la perfección para unirse a Zidane, Djalminha, Fernando Baiano o Sebastián Abreu como dignos imitadores de Antonín Panenka . Luego llegaría el travesaño de Young y la magia de las manos del capitán Gianluigi Buffon. Ganó Italia y también el fútbol: Pirlo sigue vivo en la Eurocopa.

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