Mourinho, el que sabe hacer daño
La alfombra roja está preparada para la llegada de José Mourinho. El Madrid sólo está esperando que el entrenador portugués acabe de celebrar el triunfo para que venga a negociar su contrato. Se piensa que entre el martes y el miércoles estará en Madrid, una vez que hable con el Inter para ver la manera de desvincularse del conjunto italiano.
Mientras, los blancos rescindirán el contrato con Pellegrini, al que van a pagar entre tres y cuatro millones de euros por la temporada que aún tenía que cumplir. Luego, llegará el turno de Mou. El portugués cobra trece millones de euros al año (es el segundo entrenador mejor pagado del mundo por debajo de Scolari, que llega a los 16). El Madrid le pagará unos diez, aunque eso no es lo prioritario en el club blanco.
Lo que quieren en la entidad madridista es sentarse con Mourinho y hacerle ver lo que se espera de él en un club como este, fundamentalmente que no juegue como hizo ante el Barcelona o frente al Bayern más que en momentos puntuales (probablemente ante rivales similares). Pero tampoco eso inquieta mucho. En la casa blanca han seguido de cerca la trayectoria de Mou y saben que en otros equipos ha jugado de forma mucho más ofensiva, acorde con la filosofía de cada club en el que ha estado.
Es lo que más gusta de Mourinho, que es un camaleón capaz de adaptar su esquema a según qué escenario sea el que se plantee cada temporada. De hecho, tanto con el Oporto como en el Chelsea jugó con más gente por delante del balón, y cuando llegó a Italia se adaptó para hacer el fútbol más defensivo que le diera los mejores frutos.
Pero, por encima de todo eso, lo que se le valora a Mourinho es su capacidad de hacer daño: «Si juega contra un equipo, sea grande o pequeño, sabe perfectamente cómo plantear el partido para hacerle al contrario el mayor daño posible al tiempo que sabe cómo hacer prevalecer las virtudes propias», dicen en la casa blanca.
Sin nombres propios... aún De lo que no se ha hablado es de nombres propios: suenan Maicon y De Rossi, pero la intención es sentarse primero con el técnico para ver cómo quiere jugar y en función de eso traer futbolistas de un estilo o de otro. Eso sí, se da por hecho que habrá dos clases de peticiones: centrocampistas y laterales, que es dónde está más desprotegido el equipo. No habrá muchos fichajes en la parte de arriba porque tanto Mourinho como Valdano y Pardeza están contentos con lo que hay y saben que arriba sobra calidad.
El perfil personal de Mourinho no preocupa. En el Madrid saben que en las cortas distancias es un tipo encantador y que todo lo que va propugnando fuera es una tapadera, una especie de teatro que pone como pantalla para quitar presión a sus jugadores, una especie de Luis Aragonés rejuvenecido. De ahí que todos los vestuarios por los que ha pasado le veneren como lo hacen.
Si se cumplen los plazos previstos, Mourinho estará aquí mañana o pasado, hablará con Florentino y Valdano y en 24 horas cerrarán la contratación de forma que el club pueda presentar al portugués como nuevo entrenador el próximo viernes, si no hay problemas con Pellegrini, que no se esperan...
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