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Luca Modric: el Cruyff de los Balcanes
Forjado en la Premier, este mediocentro de exquisita técnica tiene en la Eurocopa el mejor escaparate para mostrar su calidad
Luca Modric: el Cruyff de los Balcanes
Forjado en la adversidad, mientras la antigua Yugoslavia se desintegraba al ritmo de un cruel conflicto bélico. El pequeño Luka, nacido un 9 de septiembre de 1985, creció con el balón pegado a sus pies. Quizás ese esférico que él siempre ha controlado sin demasiada estética pero con una sorprendente precisión le sirvió de aspirina. Una vía de escape para abstraerse de una Guerra de los Balcanes que le arrebató a su abuelo.
Luka Modric debe, sin embargo, el futbolista que es a aquella guerra. Más bien a su padre, que tuvo que marcharse a combatir al frente pero regresó. El señor Modric volvió a casa con unos ahorrillos que decidió invertir en su hijo Luka. Ese dinero sirvió para que el chaval entrase en una escuela de fútbol para progresar hasta que el Dinamo de Zagreb puso sus ojos en él.
Con sólo 16 años, Luka Modric ya pertenecía al club más potente de la recién nacida Croacia. Allí tendría que soportar el siempre difícil paso de salir cedido, pero también el éxito que supone ganar tres ligas, dos copas y una supercopa. Hasta ahí había despuntado en un campeonato menor, pero al joven croata le quedaba el gran reto. Ese no es otro que asomar en una de las grandes ligas. Y ese reto se lo concedió Juande Ramos al ficharlo para el Tottenham . Pero no sería con el técnico español, sino con Harry Redknapp con quien Luka Modric evolucionó hasta convertirse en uno de los centrocampistas más prometedores, no sólo de la Premier, sino de toda Europa.
Delgado y algo desgarbado, parecía que a Modric le faltaba cierta envergadura en los inicios para enfrentarse a los mediocentros y centrales rivales. Al chaval le costaba desarrollar su mejor juego en esta posición y empezó a recibir críticas de los medios ingleses. Paradójicamente, con una fractura que le hizo perderse más de media temporada 09/10, hoy el croata se ha convertido en uno de los centrocampistas más prometedores del Viejo Continente.
Tras promediar 30 partidos en la Liga inglesa durante las últimas tres temporadas, Modric ha evolucionado. Puede ocupar el puesto de mediocentro y ha adaptado sus cualidades al juego ofensivo . Sigue pareciendo desgarbado y poco ortodoxo en los controles, pero es escurridizo y puede manejar el balón y controlar con ambos pies. Estas cualidades han colocado a Modric en las agendas de los directores deportivos, no sólo de la Premier, sino de los principales clubes de Europa. Por ello la Eurocopa de Ucrania y Polonia se plantea más que nunca como un gran escaparate para el centrocampista.
Desde que debutó en 2006 en un amistoso contra Argentina, Modric ha vestido la camiseta de Croacia en cerca de 50 ocasiones . Ha participado en el Mundial de 2006 y en la Eurocopa de 2008, donde su selección alcanzó los cuartos. Ahora tiene la opción de hacer algo grande en un equipo al que no le falta calidad.
En el juego de Modric está la posibilidad de romper el mito de que las selecciones balcánicas, principalmente la croata, tienen una enorme calidad pero les pierde ser demasiado anárquicas. Es el gran reto del centrocampista del Tottenham, donde están algo cansados y resignados a que a ese chico desgarbado y flaco, fiel retrato del gran Cruyff , no dejen de salirle poderosas novias europeas.
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