Ibrahimovic ilumina al PSG

Cuando el magnate qatarí Nasser al-Khelaifi asaltó Milán para llevarse a Zlatan Ibrahimovic , sabía lo que compraba. Se llevaba un jugador polémico, un hombre inestable para el vestuario, ése que hace unos días tuvo un encontronazo con Nene en el entrenamiento. Pero también fichaba un delantero impecable, el remate creativo de un proyecto de más de 200 millones de euros . El goleador que aupó al Paris Saint-Germain a su primera victoria de la temporada.

El equipo parisino llegaba de firmar su peor arranque liguero de los últimos 20 años y viajaba al norte de Francia, a Lille , necesitado de encontrar la química a marchas forzadas. Por segundo verano consecutivo se ha sometido a un lavado de cara, pero la presión no entiende de paréntesis o adaptación. Se intuían brillos, pero faltaba el desencadenante, la chispa. Y nació al cuarto partido.

«La chispa ha tardado 27 segundos», apuntó Christophe Jallet . Eso fue lo que tardó Zlatan Ibrahimovic en inaugurar el marcador en Lille. El delantero sueco culminó una gran combinación en banda izquierda entre Maxwell y Ménez . En el momento preciso, trazó un desmarque a la espalda de la defensa y ya, con el balón, presumió de sangre fría ante el portero.

«Su toque, sus movimientos, sus desmarques generan felicidad. Te hace feliz y te hace amar el fútbol», puede leerse en la crónica del diario «Le Parisien». Regalos desmesurados, pero comprensibles en una afición que ve en Ibrahimovic a su salvador. Los cuatro goles que ha marcado el PSG en la presente campaña llevan de firma la «Z» del sueco.

Fuera consecuencia del lance que protagonizaron días atrás o sólo una apuesta táctica, Nene partió desde el banquillo y Javier Pastore cogió las riendas del ataque por detrás de Ibrahimovic. El argentino, que tardó en deslumbrar en su primera campaña, conectó enseguida con su nuevo delantero y en el minuto 20 inventó de un tuya-mía en el centro del campo un pase en profundidad del que nació el gol de la victoria.

El juego del equipo ganó en consistencia respecto a los anteriores compromisos y en el seno del vestuario ha germinado la idea de que la suya es una lucha contra el resto de candidatos al título. Aún quedan hombres importantes como Thiago Silva o Van der Wiel por debutar, pero la mezcla empieza a dar sus frutos. ¿Habrá despertado el Paris Saint-Germain?