liga de campeones
Guardiola expulsa la rabia
El azulgrana, respaldado por el club después de su discurso, celebra como nunca un triunfo casi personal
![Guardiola expulsa la rabia](https://s2.abcstatics.com/Media/201104/27/mou-guardiola--644x362.jpg)
En la eclosión de Guardiola, el barcelonismo se arrodilla porque ve en el técnico a un profeta. Al final, ocho meses después de mantener el tipo, casi siempre correcto en sus palabras y sutil con mensajes entre líneas, se embarró y fue al patio de Mourinho, escenario en donde las frases tienen tanto valor como el fútbol. «El puto amo», repitió a conciencia en la previa, y aceptó una batalla dialéctica que llenó portadas y tertulias , enfrentados los entornos porque cada uno cree que tiene en casa al mejor del mundo. Lo hizo en Madrid premeditadamente, en la silla del enemigo. Desafío en toda regla.
Guardiola habla en el nombre del club porque echa de menos una voz autorizada que represente a la entidad. Empeñado en enterrar la figura presidencialista de Joan Laporta, Sandro Rosell ha racionalizado sus intervenciones y abre la boca en situaciones especiales, patinando incluso como cuando la porra para la final de Copa. En ese sentido, el entrenador azulgrana se siente abandonado porque él se ha encargado de sofocar incendios como el que surgió con las insinuaciones sobre el dopaje, pues considera que se tardó en reaccionar. El martes pasó al ataque y el miércoles por la mañana estuvo reunido con Rosell para analizar la situación.
Desde el club, todos con Guardiola. Se apoyan a ciegas sus palabras sobre Mourinho y las justifican. Antes del partido habló Josep María Bertomeu, responsable del área deportiva: «Lo que dijo Pep es lo que pensamos en el club. Es una respuesta de club y de los que estamos ahí. A lo largo de la temporada ha habido insinuaciones que no hemos respondido porque pensábamos que es parte de la competición», explicó. «Pep no estaba cansado. Lo que estaba es muy concentrado en el partido. La verdad es que lo estamos preparando concienzudamente. Se desconcentró durante diez minutos para dar respuesta a una insinuación errónea y luego volvió a centrarse», dijo Bertomeu.
Frío apretón de manos
Después del calentón, todas las cámaras esperaban el saludo entre los entrenadores. Hubo un frío apretón de manos en el túnel de vestuarios , donde Mourinho esperaba a su colega, y poco más. Buenas formas, para que no se diga, aunque la guerra se vivió en el campo.
Hasta el gol de Messi , desenfrenado en el grito ya que el tanto del argentino vale media eliminatoria, Guardiola vivió en tensión. Traje de gala con corbata fina, como en las grandes ocasiones, y continuos gestos para corregir a su gente. Desde la discreción, se apartó cuando los jugadores se enzarzaron en el descanso y no quiso meterse cuando llegaron las expulsiones de Pepe y Mourinho , esa no era su guerra.
Le citó en el campo, a las 20.45, pero hubo de todo menos fútbol hasta que despertó Messi. En el segundo tanto, prácticamente definitivo, Guardiola expulsó la rabia.
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