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La era galáctica agoniza

La salida segura de Guti y la probable de Raúl desmantela un modelo que ha resultado poco productivo para el Real Madrid

AFP | Guti se lamenta ayer en un momento del partido en La Rosaleda

Cuando Florentino Pérez llegó por primera vez a la presidencia, en el año 2000, se rescató el modelo de fichajes que en su día abanderó Santiago Bernabéu: «En el Real Madrid tienen que jugar los mejores jugadores del mundo». Un camino que fue productivo en los años 50 (Di Stefano, Puskas, Rial, Kopa...), pero que condicionó la economía del club más tarde. Superado el bache, el primer equipo se nutrió del talento nacional que creció y se forjó en La Fábrica, en las categorías inferiores de la zona alta de La Castellana, hasta que apareció la Ley Bosman y se abrieron las fronteras.

En este cambio radical se abrió el baúl de los recuerdos. Y Florentino apostó por el modelo de la ilusión. Figo, Zidane, Ronaldo, Beckham, Owen; grandes jugadores, Balones de Oro, campeones del mundo. Una copa repleta de lo mejor en la parcela individual. Por entonces, el Madrid quedó bautizado como el «equipo galáctico», un calificativo que levantó más recelo que respaldo en el propio club. Es más, el apodo sirvió para aumentar la cuota de desprecio e indiferencia hacia el equipo en varias ciudades españolas.

Alrededor de tanta parafernalia, el grupo de españoles, sobre todo los criados en la Ciudad Deportiva, asistieron al cambio radical de mentalidad y de vestuario registrado durante ese tiempo. Se sostuvo el equipo en la dirección de Vicente del Bosque, con la correa de distribución de Fernando Hierro y Raúl en el vestuario, secundado por Guti (baste con recordar el lío que se montó en Mónaco con motivo de la Supercopa de Europa, cuando Fernando Morientes fichó por el club francés para hacer un sitio al brasileño Ronaldo).

Luego se marchó Del Bosque porque el presidente hizo caso a las encuestas que manejaba, se quitó a Fernando Hierro porque tenía demasiado poder y rompió la cadena lógica de las decepciones. Hasta tal punto que el presidente se apartó del club para la llegada de otro modelo, que también acabó como el rosario de la aurora de la mano de Ramón Calderón y sus polémicas.

Ahora, años más tarde, Florentino ha regresado y entre sus planes está el acabar con los últimos cimientos de la primera etapa. Desde hace meses se sabe que Guti y Raúl no entran en el proyecto futuro. Ley de vida. Caerían de un plumazo los penúltimos vestigios de la era galáctica, aunque realmente no eran los más representativos. Quedaría Casillas, el nuevo capitán si Raúl accede a salir. Un jugador que tampoco parece convencer. De hecho se intentó fichar a Buffon. La realidad es que el cambio de guardia está a la vuelta de la esquina. Y con Mourinho al acecho.

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