España entierra otra maldición: la del 27 de junio

En plena época dorada, la selección española no hace más que enterrar uno tras otro los fantasmas que la atormentaron en el pasado. También en esta Eurocopa 2012. Primero fueron los cuartos de final; luego una bestia negra como Francia ; y lo último una fecha maldita: el 27 de junio.

Corría un 27 de junio cuando España llegaba a su segunda final de una Eurocopa . Después de superar a Dinamarca en los penaltis, una suerte en la que Luis Miguel Arconada ratificó su gran actuación del resto del torneo, la selección nacional encaraba a la Francia de Platini. De lo que ocurrió en aquel partido, de lo que se escapó bajo el brazo del portero guipuzcoano, todo se ha escrito. Aquel golpe de mala suerte alejó a España del trono europeo.

22 años más tarde, la selección española volvía a tener cita un 27 de junio. Esta vez correspondiente a los octavos de final del Mundial de 2006. Enfrente, el mismo enemigo. Francia presentaba un equipo veterano, el último liderado por Zinedine Zidane , que sólo había alcanzado la siguiente fase gracias a una victoria sobre Togo en la última jornada. Por su parte, España llegaba animada (quizá más de la cuenta) por una fase de grupos impecable. Sería la selección gala quien continuaría su camino hasta la final.

Y seis años después llegó otro 27 de junio. Los colores son los mismos, pero España es otra. El equipo nacional empezó a construir en 2008 una cultura ganadora que aún hoy se mantiene. Ni uno de los mejores jugadores del mundo, ni una tanda de penaltis amedrentaron a la selección. En el lanzamiento al «estilo panenka» de Sergio Ramos fue impresa la nueva actitud: España se siente cómoda en las alturas.

Las maldiciones son cosas del pasado.