El Málaga oposita a tercero

En La Rosaleda se jugaba mucho respecto al puesto de bronce de la Liga. Un equipo, el Málaga de Pellegrini, que ansiaba la plaza. Otro, el Valencia de Emery, que defendía la posición que lleva ocupando en el noventa por ciento de la temporada, que es vía directa para la próxima Liga de Campeones. La motivación debía ser más que suficiente para echar el resto.

Sin embargo, sólo hubo uno que presentó avales —juego, concentración e intensidad— para luchar por el botín. Fue el Málaga. Tuvo mayor clarividencia en el primer acto que en el segundo, pues en este periodo se contagió por fases de la laxitud y la inoperancia de los valencianistas durante todo el encuentro. Pareció un equipo que tiene todo hecho en la campaña y al que la cosa ni le iba, ni le venía.

Sólo el meta valenciano Guaita se presentó en el estadio malacitano para competir. Sus intervenciones, además de las ocasiones andaluzas fruto de los disparos de Eliseu y Cazorla que acabaron estrellando el cuero en la madera, evitaron que se consumase la pérdida de la tercera plaza de los de Unai Emery.

Camacho marcó su primer tanto de la temporada en una jornada clave. Su diana se formuló al final en tres puntos con los que los de Pellegrini alcanzan con 55 puntos al Valencia. La cuestión es el "goal average" particular. Favorable (2-1) para los valencianistas. Es lo único que los sostiene por aquello de depender de sí mismos. Lo triste es que su técnico lo utilizase como argumento tras una sesión más de imagen sin alma de su equipo.

Eso fue. El Málaga le puso espíritu ganador y buen manejo del balón con su gente ofensiva. Dominó de principio a fin el primer tiempo. Avisó Eliseu con un lanzamiento que frenó Guaita y se estampó en el palo. A la media hora, Camacho voló para cazar un centro y marcar de cabeza. El paso por vestuarios no sirvió a los de Emery para decidir presentarse en Málaga. El partido tuvo fases espesas, pero los de Pellegrini, al menos, insistieron en redondear el duelo. Cazorla estampó un chupinazo en el larguero.