EUROCOPA 2012 | SEMIFINALES
Balotelli desnuda a Alemania
Italia impuso el peso de la historia, volvió a superar a una 'Mannschaft' errática en defensa y se jugará el título ante España, el próximo domingo en Kiev
Balotelli y Cassano son los típicos jugadores que un entrenador al uso no querría en su equipo, ya que durante una larga temporada generan polémica, contaminan el ambiente y tienden a la indisciplina, pero tampoco los desea ver ni en pintura en el adversario de enfrente porque su calidad es superlativa . Si tienen el día, como ocurrió en el colosal estadio Nacional de Varsovia, marcan la diferencia. Y, junto a un magistral Pirlo, conducen a Italia a su tercera final continental , tras las de 1968 y 2000, a costa de una Alemania que se cayó con todo el equipo porque su defensa no dio la talla y a Joaquim Löw le dio un ataque de técnico y se equivocó en los cambios. Por octava vez, la 'Mannschaft' no puede con la 'Nazionale' en un gran campeonato . Y eso que disfrutó de dos días más de descanso, como Portugal ante España. Al final, resulta que el 'grupo de la muerte' era el de los campeones.
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'Súper Mario' había fallado como una escopeta de ferias ante Inglaterra, y también en el estreno ante España, pero esta vez tuvo dos claras y no perdonó . Desnudó a la defensa alemana, muy floja en todos sus puestos, por alto y por bajo. Primero, tras un centro enorme de Cassano. Luego después de un pase largo extraordinario de Montolivo. En ambos casos la retaguardia germana quedó retratada. 'Balo' lo celebró con el torso desnudo y la mirada perdida. Quedaba casi una hora por delante y se ganó una tarjeta, pero lo suyo es incorregible. La Italia renacentista que ha construido Cesare Prandelli a su imagen y semejanza , solo había ganado un partido en esta Eurocopa pero emergió para tumbar a una selección que había batido el récord mundial de triunfos consecutivos (15).
La fuerza de la mente
El peso de la historia adquiere especial relevancia en el fútbol, sobre todo desde el punto de vista mental. Cuando un rival sabe que siempre supera a otro en duelos de alta competición, sale con un plus de confianza al campo. Sin miedo, convencido de que el triunfo no solo es posible sino lógico. Y ese mismo valor de la tradición altera a los adversarios . Les induce a probar cosas extrañas. Quizá eso es lo que les pasó a los alegres italianos y a los serios teutones en la capital polaca. Nueva batalla eterna, y nueva avería de la locomotora alemana.
Löw disfruta de un fondo de armario envidiable, lo que le permite no dejar de sorprender con su puesta en escena. Esta vez, la versión que ofreció le salió rana y le costará un sinfín de críticas. Resulta que Alemania había arrollado los griegos gracias al enorme dinamismo que le dieron los jóvenes Reus y Schürrle, pero en la 'final' ante los italianos los relegó de nuevo al banquillo, al igual que a Klose . Brindó esta vez la titularidad a Kroos, que apenas había disfrutado hasta ahora de 18 minutos de la 'basura', repartidos en los tres encuentros de la primera fase. Pero no le ubicó como enganche sino escorado a la derecha en ese 4-2-3-1 innegociable. Fue un fiasco este joven jugador, que no mezcla bien con un Özil, también desaparecido .
Apostó por el bloque del Bayern Múnich, con siete hombres en el once, y por un Podolski ya en el declive. Cuando recurrió al extremo del Borussia Moenchengladbach en su lugar, ya era tarde. Quedaba toda la segunda mitad por delante pero remontarle un 0-2 a cualquier selección 'azzurra' en una semifinal, se antojaba tarea imposible . Tampoco se comprende bien que cuando introdujo a Klose fue para retirar a Mario Gómez.
En Italia, Césare Prandelli fue fiel, un síntoma inequívoco de seguridad que suele ofrecer réditos. Hizo encaje de bolillos en la defensa pero por necesidad. Le faltaban los dos laterales derechos, ya que Maggio cayó por sanción y Abate no se recuperó plenamente , y para arreglarlo realizó dos cambios de posiciones. Trasladó a Balzaretti de la izquierda a la derecha y llevó a Chiellini, ya curado, al flanco zurdo. El resto, lo previsto, con seis de la 'Juve' en liza.
Cassano retrató a Hummels
Tras un arranque equilibrado, con más ocasiones incluso para la 'Mannschaft' porque Buffon no blocaba con seguridad y permitía rechaces de sumo peligro, la 'Nazionale' se vino arriba. Y de qué forma. Hummels, el emergente central del Dortmund, vivió su peor noche . Había estado impecable todo el torneo, pero erró en el momento cumbre. Cassano, viejo zorro pero más fino que nunca, le sacó de su zona. El central fue a buscarle lejos del área y se pegó un tiró en el pie. Le superó el exmadridista con un movimiento soberbio y su centro medido lo cabeceó 'Balo' a placer.
Pudieron empatar los teutones en un gran tiro de Khedira que desvió Buffon pero enseguida se dispararon de nuevo. Montolivo le puso un balón extraordinario en largo al ariete del Manchester City pero no es normal que solo esté Lahm para defender esa jugada. Como es lógico, Balotelli le ganó por piernas y potencia y descerrajó a Neuer con un disparo enorme desde la frontal. Eran optimistas pero ni por asomo podían imaginar este escenario los italianos antes del receso.
Con los relevos, Alemania tocó a rebato y puso cerco al área 'azzurra'. Pero murió cuando Lahm tiró fuera y Buffon hizo una parada enorme a falta ejecutada de Reus. A partir de ahí, Pirlo se adueño del campo, manejó los tiempos del partido y pudo dirigir una goleada . Al contragolpe, Marchisio y Di Natale erraron ocasiones pintiparadas. Balotelli, algo tocado, se fue a la ducha antes de tiempo. Özil se rindió ante la clase magistral de Pirlo, pese a ese penalti en el descuento que puso emoción a los últimos segundos. Se vieron el 10 de junio en Gdansk, con tablas, e italianos y españoles se volverán a saludar en la final.
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