REAL MADRID
Cristiano se reunió con Florentino Pérez, pero no le dijo por qué estaba «triste»
El jugador admite que se ha equivocado en las formas; el Real Madrid piensa que quiere una mejora económica: «Que lo diga»

Sábado. Primer día de septiembre. Son las cinco y veinte de la tarde. Emilio Butragueño se sienta con Michael Essien en la sala de prensa para presentar al nuevo jugador del Real Madrid. Mientras, Cristiano Ronaldo solicita una reunión con Florentino Pérez y José Ángel Sánchez, el director ejecutivo del club. Essien habla en el piso de abajo de que no podía negarse a la llamada de papá Mourinho. Ronaldo se queja ante el presidente. «Estoy triste». No se siente querido como un hijo por el club. No se siente valorado, pero no lo dice abiertamente. La cumbre dura unos pocos minutos.
El jugador se marcha y el presidente de la entidad no recibe una respuesta clara de las razones de la estrella del equipo. Al día, siguiente, tocado físicamente, CR7 marca dos goles y decide un partido que el Madrid juega mal . Una vez más no celebra los goles. No se siente apoyado ni por la afición ni por la casa. Quiere más cariño, en forma de un nuevo contrato. Piensa que el Real Madrid debería haber aumentado su ficha de forma considerable sin haberlo pedido, dada la relevancia de sus rendimiento. Lleva 151 dianas en tres años y tres meses.
El futbolista sale después del partido frente al Granada y busca a la prensa para comunicar su tristeza. «El club lo sabe», dice el rematador. A Mourinho le pilla de sorpresa. Su figura ha armado un buen jaleo después del 3-0. A Mendes, representante de ambos, también le deja boquiabierto el ataque verbal del delantero. No le ha solicitado que negocie un mejora de su contrato. Tiene ficha hasta el año 2015, con unos emolumentos de once millones netos anuales. ¿Qué quiere?
Lo que CR7 deseaba es que la casa le hubiera llamado para reconocer su rendimiento con un aumento de sus ganancias hasta los 13 millones, como Messi. y una extensión de su contrato hasta 2017. Le ha molestado que el Madrid ha convocado a Albiol, Arbeloa y Ramos para mejorar sus percepciones, cuando tenían contratos para varios años, y que la empresa no haya hecho lo mismo con la estrella del plantel. Es un enfado típico de las figuras. Anhelan sentirse mejor tratados que nadie. El Real Madrid pensaba mejorarle su ficha en los próximos meses. No había prisas. Están ligados hasta 2015. Ahora se acometerá ese objetivo. Pero las formas del ariete no han sido buenas. Ha generado una crisis gratuita.
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