El Bernabéu pasa por el Arsenal
Suena la acertadísima música de la Champions y Barcelona enloquece. Hay un idilio entre el equipo de Pep Guardiola y Europa y más en esta temporada, con el Santiago Bernabéu como destino final de un ilusionante y morboso trayecto hacia el más allá. Ante el Arsenal ( Martes, 20.45 horas ) el Barça retoma el pulso a la Liga de Campeones con un buen resultado de la ida ( 2-2 en Londres ) y ni una palabra del clásico del sábado hasta mañana. Esta tarde-noche hay demasiado en juego como para distraerse con lo que tiene que venir, pues sobre la mesa hay una semifinales para engordar el currículum de este conjunto universal.
Son dos finales en una semana y, lo dice el mismo Guardiola, en función de lo que ocurra hoy el Barcelona tomará un camino u otro en el tramo decisivo del curso. Después de lo de Londres, sublime exhibición de fútbol con escaso botín, nadie duda de que el conjunto catalán es infinitamente superior, pero mosquea ese final en el que los ingleses convirtieron en trascendente la cita del Camp Nou cuando todo parecía finiquitado. Se encargó de revertir la situación el relámpago Theo Walcott, una amenaza hoy para la debilitada defensa azulgrana. «No sirve de nada pensar en cómo lo hicimos ahí. No espero hacer en quince minutos tantas ocasiones de gol ni acabar con 22 disparos a puerta. Ahora tenemos que hacer mucho para pasar. Lo de Londres no vale como referencia», alertó el preparador azulgrana.
Bajas sensibles condicionan a un técnico y a otro. En el Barça no están Piqué (lesionado y sancionado), Carles Puyol (sancionado) y tampoco Ibrahimovic (muy dudoso incluso para el clásico). Iniesta recibió el alta ayer, aunque no se le quiere forzar y más teniendo en cuenta que el compromiso del sábado contra el Madrid también es sustancial. Sin que preocupen demasiado las ausencias ofensivas, inquieta la retaguardia, desprotegida de dos puntales como Piqué y Puyol y en manos de Milito y un Márquez que actualmente genera casi tanta desconfianza como el bonachón de Chygrynskiy, lejísimos el mexicano de su mejor nivel. La opción de Touré Yayá como parche en el eje de la zaga, tan resolutiva el pasado año en partidos de alto voltaje, no está descartada.
El Arsenal añora a Cesc
Arsene Wenger, por su parte, se queda sin Gallas, Song, Arshavin y Cesc con todo lo que ello conlleva. El catalán, que pese a todo estará en la grada de un campo que le hace tilín, es medio Arsenal, el cerebro que piensa por todos y el dueño de la pelota, elemento fundamental para este partido. A ambos les gusta tenerla y no conciben el juego sin moverla de forma rápida, pero en el Emirates sólo la tocó el Barcelona salvo el último cuarto de hora. «Somos dos equipos que quieren el balón y el que lo tenga más tiempo tendrá más posibilidades de llevarse la eliminatoria. Ellos lo quieren y nosotros también. Son bastante iguales a nosotros», reflexionó Guardiola, que tiene clarísimo cuál es la vía: «Hay que moverla de forma rápida, muchos toques y poca conducción». Nervioso como está el entorno, receloso con el resultado de la ida, el técnico pretende motivar al pueblo: «Para darle sentido al juego de la ida, hay que meterse en semifinales».
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete