AnÁLISIS

«Piedra, papel y tijera»

«Piedra, papel y tijera»

E. RODRÍGUEZ MARCHANTE

A Guardiola, que es el gran entrenador de un gran equipo, todavía le faltan varios minutos de cocción para llegar al grado óptimo de conocimiento que tiene Mourinho , que es el gran camuflador de un gran equipo. Guardiola, futbolista de gusto y temple, no tiene otras ocurrencias para sus grandes citas futbolísticas que jugar al fútbol, mientras que Mourinho, sin otro número a la espalda que el one que él mismo se otorga, prefiere siempre contra el Barça jugar a otra cosa , a ese juego infantil de piedra, papel y tijera. Que ve al Barça papel, pues él disfraza al Madrid de tijera; que ve al Barça tijera, pues su Madrid se pretenderá piedra… Pero, durante todo el primer tiempo, el Barça fue una piedra, y el Madrid, papel envoltorio . En la segunda, al ver el Madrid que el Barça salía en tijera, y cortaba, se amourinhó, se empedró, pero el Barça a esas alturas ya no supo lo que era: si tijera, papel o piedra. Sobró la prórroga. Los habituales llantos de Mourinho dejaron de ser excusa para convertirse en gol. Que pongan otra copa. De Europa .

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