Fútbol
Los agentes declaran la guerra a la FIFA
El absoluto control y limitación de las comisiones por compraventas provoca el rechazo global del gremio
Los representantes irán a la Justicia por la nueva normativa, que entrará en vigor el 1 de julio de 2022
![Jorge Mendes, uno de los agentes de futbolistas más reputados y poderosos](https://s2.abcstatics.com/media/deportes/2021/12/26/jorgemendes-kE5C--1248x698@abc.jpg)
Año 2015. La FIFA, escandalizada por, a su juicio, las elevadas comisiones que muchos agentes cobran en los traspasos de los futbolistas que representan, decide liberalizar el gremio. Hasta entonces, solo podía tener licencia FIFA el agente que la lograra mediante un curso especializado en ... la materia e impartido por las distintas federaciones nacionales, pero desde entonces ya no fue así: « El panadero de mi pueblo podía ser agente si quería », explica enfadado a este periódico un afamado representante español. La FIFA cambió las reglas de juego, pero el movimiento fue equívoco. Y de aquellos barros, estos lodos.
El organismo que entonces dirigía Joseph Blatter consideró que había poco control sobre los agentes y el dinero que estos cobraban, y decidió desregularizar la profesión aprobando un nuevo reglamento en el que no se obligaba a tener licencia FIFA para ejercer de agente. Ni siquiera hacía falta el seguro de responsabilidad civil que hasta entonces tenía que tener cada agente para cubrirse las espaldas en caso de error laboral. Tampoco había que acreditar ningún tipo de solvencia económica ni capacitación profesional. Aquello se desmadró hasta el punto actual, en el que en bastantes ocasiones los agentes ganan más dinero en materia de comisiones que el sueldo que logran para sus representados: «Se ha metido mucha chusma en este gremio durante estos seis últimos años. Es que yo recuerdo que en 2002, cuando aprobé el curso, más de la mitad de que los que se presentaron suspendieron. Había una criba importante, y desde 2015 no es así, sino todo lo contrario», explica a ABC un importante miembro de la junta directiva de la AEAF, la Asociación Española de Agentes de Futbolistas.
El mayor error fue eliminar la formación. Cursos de nueve meses de duración, bajo el paraguas de las federaciones, que no eran sencillos ni baratos. Hasta su supresión, los precios rondaban los 8.000-10.000 euros , por lo que no eran aptos para todos los bolsillos, y se estudiaba una materia densa y compleja en la que los futuros agentes debían aprenderse al dedillo todo el ordenamiento jurídico alrededor del futbolista y de sus distintos movimientos en el mercado. En el profesorado había reputados agentes que contaban sus experiencias y aleccionaban con casos prácticos, pero también había ilustres magistrados de la Audiencia Nacional de la Sala de lo Contencioso que desgranaban el estatuto de transferencia de jugadores así como la normativa de derechos de formación y solidaridad, o todo lo relacionado a lo que debe ser un contrato de servicios, entre otras mucha cuestiones administrativas. Su eliminación fue un tiro en el pie de la FIFA que ahora busca sanar.
Claves del reglamento
En el último año, el organismo ha consultado a todas las partes –futbolistas, clubes, ligas, federaciones y agentes– y la conclusión que ha sacado es que debe impactar de lleno en este sector. Por ello, el próximo mes de marzo aprobará el nuevo Reglamento de Agentes que traerá novedades sustanciales que han puesto en pie de guerra a los representantes. Para ser agente, desde el 1 de julio de 2022 habrá que acreditar un expediente limpio e inmaculado a nivel pena l. Si un agente está metido directa o indirectamente en asuntos relacionados con el mundo de las apuestas, la mala praxis profesional, el narcotráfico y la corrupción, el crimen organizado, la evasión fiscal, la explotación de menores, o el abuso sexual no podrá ejercer.
![Mino Raiola, uno de los egentes que más comisiones mueve en el fútbol](https://s2.abcstatics.com/media/deportes/2021/12/26/Raiola-k2VC--510x349@abc.jpg)
Tampoco tendrá licencia quién no se someta a un examen, y lo apruebe, del estatuto de transferencia de jugadores. Además, habrá un reciclaje académico continuo y obligatorio en la profesión. Ambas medidas intentarán poner freno al intrusismo generado todos estos años, en el que también han sobresalido el aumento de familiares e intermediarios ávidos de hacerse con un trozo del pastel, pero ni los temas penales ni la formación son los asuntos que más han envenenado al mundo de los representantes. Como suele pasar en casi todo en la vida, el bolsillo es la materia que más controversia ha generado y que provocará una dura batalla en los tribunales.
Según el nuevo reglamento, sólo habrá dos opciones para cobrar comisiones. La primera supondrá un 6% del contrato total de un futbolista, abonado el 3% por el club comprador y el otro 3% por el futbolista, y será así siempre y cuando el club comprador no venda al futbolista durante las dos siguientes ventanas de fichajes. Es decir si Haaland firma el próximo verano un contrato de cinco años por 30 millones brutos por temporada, Raiola solo podrá cobrar el 6% de esos 150 millones totales. Es decir, nueve millones de comisión, cifra muy alejada de los 45 que cobró por Pogba en su día cuando lo sacó de la Juventus con destino al United, que es la misma cantidad que quiere llevarse ahora por el delantero noruego. La segunda opción que ofrece la FIFA, incompatible con la primera, es cobrar el 10% del precio de un traspaso. Es decir, en el caso de Haaland que hemos mencionado, Raiola se llevaría en este caso 15 millones de comisión, más que en la primera de las opciones, pero todavía mucho menos de esos 45 deseados.
«Entiendo que los agentes vayan a impugnar esta nueva normativa y acusen a la FIFA de monopolio. El camino que van a recorrer será el mismo que sucede ahora con la Superliga. Esto irá al Tribunal de Justicia de la Unión Europea . Lo que propone la FIFA no solo puede ser contrario a la libre circulación de capitales y servicios sino, sobre todo, a las leyes de competencia. La FIFA, como la UEFA, quiere ser reguladora y competidora de un mismo mercado, y esa dualidad es complicada de asumir en cualquier otro sector. Un organismo tercero no puede decidir cuánto puedo cobrar un agente por ejercer su trabajo. En la Unión Europea, por suerte, tenemos libre competencia», detalla Toni Roca , director del Sports Law Institute y del bufete de abogados especializado en fútbol Himnus.
«¿Por qué decide la FIFA?»
Roca recuerda un caso que le tocó vivir en primer persona. En España, históricamente los colegios de abogados imponían unos criterios orientativos de lo que se debía cobrar a los clientes por ejercicio de la abogacía, algo que no gustaba a los profesionales y que fue declarado nulo por la UE: «Un abogado es libre de cobrar lo que quiera mientras el cliente esté de acuerdo. Con los agentes debe suceder lo mismo. ¿Quién es FIFA para decir si un representante debe cobrar el 1, el 3, el 5, o el 10 por ciento por una comisión de traspaso? Esto lo dirá el cliente, que es el jugador. Aunque es verdad que ha habido resoluciones de la Unión Europea dando el visto bueno a esta regulación, su argumentario es débil. La FIFA puede recomendar, como hace ahora , qué porcentajes de comisiones cobrar, pero no es quién para decir qué es lo que tiene que cobrar un agente por más loables que sean sus objetivos con la implantación de estos límites», explica Roca.
«Formas de proceder como las de Raiola, Mendes o Barnett son las que provocan toso este embrollo. Son avariciosos y enfadas a los clubes con desorbitadas comisiones».
Toni Roca
Director de Sports Law Institute
«Formas de proceder como las de Raiola, Mendes o Barnett son la que provocan todo este embrollo. Son avariciosos y enfadan a los clubes con sus desorbitadas comisiones, estigmatizan al gremio y nos hacen un flaco favor», detalla otro agente español con más de 25 años en el mundillo: «Yo, en parte, entiendo a la FIFA. Si un agente, como Jorge Mendes, dirige la carrera de Falcao hacia un fondo de inversión, u otro como Jonathan Barnett ‘roba’ a Maxi Gómez... A su antiguo representante se lo quitó a cambio de pagarle al delantero una elevada cantidad de dinero. Si nos atenemos a este tipo de casos, es obvio que hay que poner unos límites», añade.
«Lo que me parece mal es que la norma ya nazca contaminada y predispuesta a ser judicializada. Eso quiere decir que no se ha hecho en base a un consenso con los agentes, que son los principales implicados. Los representantes siempre han sido vistos como la parte mala y oscura de este negocio. Se les considera actores del fútbol que cobran mucho dinero por hacer poco trabajo, que ha generado una elevada inflación exigiendo salarios altos para sus jugadores, y que solo buscan más transferencias para ganar más comisiones, lo que va contra la estabilidad contractual. FIFA dice que se ha consultado a todas las partes, pero no es ciert o. Aquí la realidad es que a los clubes le parece bien, que son los que realmente pagan las comisiones. Ellos son los que soportan este coste y le viene bien la nueva norma, pero a los agentes no les parece legal y hacen bien en ir a la Justicia», reflexiona Roca.
«El artículo 1 de los estatutos de FIFA dice que es una sociedad de derecho privado. Perfecto, pero debe someterse al resto de leyes, a las laborales, a las sanitarias, a las mercantiles, a las civiles... ¿En qué norma mercantil o civil está escrito que un cliente no te puede pagar un 30% de comisión, si él está dispuesto a ello? ¿No puede un ‘broker’, un agente inmobiliario o un abogado cobrar la comisión que estime oportuna junto a su cliente? Esto que pretende la FIFA es actuar de manera mafiosa», se cuestionan enfadados los agentes.
500 millones de dólares
Según el informe ‘Intermediaries in International Transfers’ que hizo público la FIFA la pasada semana, las comisiones abonadas por los servicios de los intermediarios de los clubes en 2021 ascendieron a 500,8 millones de dólares , un 0,7% más que en 2020. Los clubes europeos sumaron el 95,8% de estos 500 millones, y el 77% fue asumido por los clubes de Inglaterra (133 millones de dólares), Alemania (84,3), Italia (73,5), España (34,8), Francia (30,3) y Portugal (29,3). En total, en el año que está a punto de terminar se contabilizaron 17.945 traspasos de futbolistas profesionales en el sistema de correlación de transferencias de la FIFA (el TMS), de los cuales 3.545 (19,8%) fueron realizados con al menos un intermediario.
Estos números quieren ser controlados por completo por la FIFA, que pretende crear un nuevo organismo que controle el pago de todas las comisiones, y que será conocido como ‘Clearing House’ . Su función será la de gestionar este dinero para verificar que se cumple con su reglamento y no se produce la explosión de un mercado negro paralelo de comisiones, un temor justificado a tenor del absoluto rechazo que va a provocar esta norma y que hará estallar una nueva batalla en un fútbol de élite cada vez más confrontado.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete