Abidal, bandera de los valores del Barça, se irá en junio

El mundo del fútbol se emocionó el pasado 7 de abril, en la segunda parte de un Barcelona-Mallorca. No hace demasiado, poco más de un mes y medio, que Éric Abidal regresó a los terrenos de juego. El francés puso en pie al Camp Nou justo en el momento en que confirmaba su vuelta a la normalidad, que en su caso pasa por calzarse unas botas, ponerse un pantalón corto y jugar con un balón. Abidal encarna un caso sin precedentes, ya que a sus 33 años se dispone a seguir en activo tras superar dos veces un cáncer de hígado, trasplante incluido.

Su intención era seguir en Barcelona, una ciudad que le enamora, pero no continuará en el Barça. Por todo lo que representa, el club lo ve a día de hoy más útil a nivel institucional que en lo estrictamente deportivo. Sin embargo, Abidal se resiste a colgar las botas; ha sufrido demasiado como para renunciar a lo que más le gusta. Se ve con fuerzas de seguir siendo futbolista. Y ofertas no le faltarán. Este jueves a la una del mediodía, el francés comparecerá en el Camp Nou junto a Andoni Zubizarreta y Sandro Rosell para oficializar la noticia.

El intrascendente Barça-Málaga que se disputará este sábado en el Camp Nou servirá para que Abidal se despida de la afición. La decisión del club, fundamentada en criterios técnicos, traerá debate en el entorno, ya que ‘Abi’ se ha ganado al público a través de simpatía, esfuerzo, constancia y rendimiento deportivo. Resulta doloroso para la afición que un ejemplo como el suyo salga del equipo por motivos ajenos a su voluntad, que pasa a día de hoy por seguir jugando.

El Barcelona ha tenido la nefasta suerte de verse marcado por dos graves enfermedades. En este sentido, Tito Vilanova, que sabe bien lo que es recuperarse de un cáncer, dijo el pasado verano, antes de recaer y durante la larga convalecencia de Abidal, que la lucha del francés sería “la fuerza” de toda la plantilla. En una línea similar, el presidente Rosell siempre ha tratado ambos casos, tanto el de Tito como el del jugador, como asuntos de club. Hace pocos días, tras el empate del Madrid en Cornellà-El Prat que hizo campeón al Barça, el máximo mandatario se felicitó por “la Liga de Tito y Abidal”. Meses atrás, durante otra aparición pública, Rosell dijo que la recuperación de Vilanova era “una prioridad más allá de los títulos”.

El Barça ha hecho de Tito Vilanova y Éric Abidal una bandera, dos grandes ejemplos para proyectar los valores de la entidad, pero ahora se ve con la presión de volver de centrarse en el jugador estrictamente como deportista, toda vez ha superado felizmente su enfermedad. En este sentido, si en algo insisten desde el club es en calificar de “técnica” la decisión de no renovar a Abidal, señalando implícitamente a Vilanova y Zubizarreta. Es más, el vicepresidente deportivo Josep Maria Bartomeu cometió a finales de 2012 el atrevimiento de anunciar que Abidal renovaría nada más volver a jugar: “El contrato está redactado y en cuanto juegue, lo firmará”. Pasará todo lo contrario, una vez se ha valorado en frío el papel del galo en la planificación del próximo curso.

No ha terminado la Liga y en los despachos del Camp Nou se apresuran para solucionar los retoques que necesita el equipo para competir en condiciones la temporada que viene. Confirmado el fichaje de Neymar, que será presentado el lunes por la tarde, ahora la prioridad es resolver las salidas.