CHAMPIONS LEAGUE
Klopp, el triunfo de la sencillez
Espontáneo y extrovertido, el técnico del Borussia de Dortmund se ha ganado el afecto del fútbol alemán

Sin hacer ruido, un currículum modesto y una inconfundible gorra que nunca abandona. Así aterrizó en 2008 Jurgen Klopp en el banquillo del Borussia de Dortmund, que este miércoles se enfrenta al Real Madrid (20.45 horas) en la ida de las semifinales de la Champions. Capaz de romper el dominio del todopoderoso Bayern en la Bundesliga durante dos años seguidos, el técnico de moda en Alemania busca ahora la consagración europea.
Klopp ha encontrado como entrenador el éxito que se le negó como futbolista en el Mainz, con el que no pasó de Segunda antes de sentarse en su banquillo. Alejado del prototipo de entrenador endiosado pese a contar ya en su historial con dos títulos de Bundesliga, la fama no se le ha subido a la cabeza en Dortmund. Amigo del chándal y reacio a vestir de traje, el técnico del Borrusia resume su ideal en la leyenda que figura en una gorra que sólo abandona en la Champions por exigencias de la UEFA. No olvida sus principios y así lo deja claro en la visera: «Jugador de la calle».
Aprendió a jugar en la calle y le gusta mantener el contacto con la gente. Porque Jurgen Klopp es, sobretodo, un tipo cercano, extrovertido y espontáneo. Fuera y dentro de los terrenos de juego. Por esa sencillez y por sus intervenciones en una televisión en la que fue comentarista durante el Mundial de 2006, el técnico del Borussia se ha ganado el afecto del fútbol alemán. No rehuye el contacto con los aficionados y es habitual verle hablar con ellos en la ciudad deportiva de su equipo tomando un café.
Borussia: rigor táctico e imaginación
Cualquier comentario de los aficionados le puede servir para mejorar a pesar de ser un técnico preparado. Graduado en Ciencias del Deporte, es un maniático de la tecnología y la psicología, disciplinas que aplica en los entrenamientos para mejorar el rendimiento de sus jugadores. Hasta tal punto llega su meticulosidad que no es extraño que ordene encender el vídeo en los descansos de los partidos para aclarar conceptos a sus pupilos. Un rigor táctico que no está reñido con su gusto por los futbolistas atrevidos e imaginativos.
Desde la llegada de Klopp en 2008, el Borussia ha revitalizado la cantera y ha descubierto varias perlas. La gestión deportiva del técnico se ha caracterizado por su apuesta por la juventud y por el fichaje de futbolistas de perfil bajo. Una filosofía exitosa que le ha permitido levantar la Bundesliga en dos ediciones consecutivas (2010-11 y 2011-12) y con la que ha plantado a su equipo en las semifinales de la Champions, donde le espera el Real Madrid.
Pese a que nunca pierde la sonrisa, Klopp también hace gala de una fuerte personalidad. No rehuye los enfrentamientos ni con Mourinho. «¿Que dice que hablo mucho? Eso mismo decía mi profesor... Pues me callaré», respondió el alemán con sorna a un comentario del entrenador del Madrid en los días previos a la semifinal.
Klopp tiene la ilusión de conseguir como entrenador lo que no logró como jugador. Es un auténtico amante del fútbol porque lo siente como pocos, y vive cada partido como si fuera el último. Al estilo español de Fernando Vázquez, ya se ha hecho famoso en Europa por sus carreritas por la banda cuando su equipo marca un gol. Ahora sueña con ampliar su leyenda eliminando al Madrid y metiendo al Borussia en la final de la Champions.
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