El Baúl de los Deportes
El día que Schumacher le abrió la puerta del hotel al novato De la Rosa
Hace 25 años, los pilotos españoles Pedro y Marc Gené debutaron en el Gran Premio de Australia de Fórmula 1
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![Gene (Minardi) y De la Rosa (arrows) se saludan en el circuito de Montmeló en 1999](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2024/03/21/geneEFE-Rn1k4KVRbzoklkfv3hXqTLO-1200x840@diario_abc.jpg)
Hace un cuarto de siglo, las noticias –y la vida– circulaban a otro ritmo. Desde luego, a menos velocidad que los bólidos de Fórmula 1. Con Internet en pantalón corto y aún en el limbo las redes sociales, era más complicado estar al tanto de ... las andanzas de los deportistas españoles que competían en modalidades no muy populares entonces. Y si encima lo hacían a más de 17.000 kilómetros de distancia, había que ser un apasionado del motor para levantarse a las 4 de la mañana de aquel domingo 7 de marzo de 1999 a ver en directo por televisión el estreno de Pedro Martínez de la Rosa y Marc Gené en la élite del automovilismo internacional.
Los dos pilotos catalanes tomaron la salida en el Gran Premio de Australia, primera cita de un Mundial que celebraba sus bodas de oro: en Melbourne arrancaba la edición número 50 del campeonato. Además, había pasado una década sin ningún español en la parrilla. El anterior, Luis Pérez Sala (escudería Minardi), participó en el año 1989. De la Rosa (Arrows) y Gené (Minardi) partieron desde las posiciones 18ª y 22ª (última) respectivamente. Su primera carrera de F1 concluyó de manera bien diferente para uno y otro. Marc tuvo que abandonar, mientras que Pedro acabó sexto, sumó un preciado punto y, fruto de ello, acaparó titulares.
«Hazaña de De la Rosa en su debut», tituló ABC a toda página: «Casi como una hazaña se puede considerar el excelente debut de Pedro Martínez de la Rosa en el Mundial de Fórmula 1. Su sexto puesto en el Gran Premio de Australia, primera prueba de la temporada, demuestra que el español es un piloto sin complejos a la hora de codearse con los grandes. Por contra, Marc Gené se tuvo que retirar de la prueba en la vigesimosexta vuelta, cuando se encontraba en la duodécima plaza, fue sacado de la pista por el italiano Jarno Trulli, al pasarse de frenada cuando intentaba adelantarle. El triunfo final correspondió al irlandés Eddie Irvine. Mika Hakkinen se retiró por un problema en el acelerador».
Entre las numerosas loas al piloto barcelonés, la prensa destacó su temple para ser capaz de finalizar una carrera caótica durante la cual 14 de los 22 participantes se retiraron. Además, su sexta posición le convirtió en el cuarto español que lograba puntuar en la F1 tras Francisco Godía, Alfonso de Portago y el citado Pérez Sala– y «el quinto en los diez últimos años que lo hace el día de su estreno, tras el canadiense Jacques Villeneuve, el irlandés Eddie Irvine, el francés Jean Alesi y el británico Johnny Herbert».
Tampoco fue un logro menor acabar por delante de uno de los grandes favoritos, el más laureado de aquel plantel: Michael Schumacher, entonces bicampeón mundial (1994 y 95) y estrella de la mítica escudería Ferrari. El alemán, una leyenda de este deporte que sumaría cinco títulos más en el siglo XXI (años 2000, 01, 02, 03 y 04), fue protagonista aquel fin de semana australiano de una anécdota con el propio De la Rosa, que este relata con especial cariño: «Cuando llegas a tu primer Gran Premio, es una experiencia increíble. Vas a Melbourne, la primera carrera, y recuerdo que llegué al hotel Crown tras un largo vuelo y Michael Schumacher estaba allí por casualidad. No nos conocíamos, me abrió la puerta y me dijo: 'Bienvenido a la Fórmula 1'. No lo olvidaré nunca».
Con similar afecto recuerda lo sucedido hace 25 años Raymond Blancafort, veterano periodista especializado en las diferentes competiciones de motor. Vivió la cita de Melbourne en vivo y en directo como enviado especial del 'Mundo Deportivo' y lo evoca en un reportaje publicado en soymotor.com donde detalla «muchos gratos recuerdos» de aquellos días:
«Pedro y Marc eran dos personas muy cercanas... aunque sus caminos hacia la F1 fueron muy distintos. Pedro, a través de la F3 Británica y Japonesa, donde consiguió ganar los dos grandes campeonatos: Súper Fórmula y SuperGT. Marc, tras llegar hasta la F-3000, por un golpe de fortuna, la creación por parte de Jaime Alguersuari del Open Telefónica by Nissan que ganó con un coche de Adrián Campos y una negociación casi surrealista de último momento entre el responsable de Telefónica para marketing en aquel momento y Giancarlo Minardi y Gabriele Rumi, el patrón de Fondmetal que se había hecho con la mayoría del equipo; una negociación rota que Alguersuari pudo recomponer en el último segundo…».
Hat-trick de Schumacher
«Recuerdo muchos detalles de aquella carrera. Por ejemplo, la conferencia de prensa previa del jueves, aunque Pedro ya había sido protagonista el día anterior, miércoles, porque se hizo un partidillo de fútbol en el mismo Albert Park entre pilotos y periodistas y Pedro marcó dos goles y dio tres asistencias, además de marcar en la tanda de penales que dio a los pilotos el triunfo tras el empate a cinco con el que finalizó el encuentro. Por entonces Schumacher jugaba en un equipo de la Segunda División Regional suiza amateur y dejó claro que no sólo en la pista era el mejor de los pilotos, marcando tres goles...»
«Volviendo a la conferencia de prensa, Schumacher dio la bienvenida a los dos novatos y estos se explicaron en su primer 'acto oficial' como pilotos de F1. Ambos coincidieron en decir que ahora empezaba todo para ellos: 'Ahora viene la parte más difícil, demostrar lo que vales en F1. Estoy dispuesto a aprovechar la oportunidad que se me brinda', dijo Pedro mientras Marc corroboraba: 'porque lo que has hecho hasta ahora no sirve de nada. Hay una radical diferencia entre la F1 y las categorías inferiores. En estas sobresale especialmente el piloto, mientras que en F1 entran muchos factores: el equipo, el coche, la táctica, el compenetrase con los ingenieros...'».
«Dejaron huella en ese momento. Estaba junto a Josep Viaplana –de 'Sport' y en la actualidad también 'Autohebdo'– cuando Pat Behar, el jefe de fotógrafos de la FIA, se nos acercó: '¿De dónde los habéis sacado?'. Tanto Josep como yo comenzamos a explicarle la trayectoria deportiva de ambos... pero Pat nos cortó: 'No, no. Eso ya lo sé. Lo digo porque son diferentes a los demás'. Y entonces le dimos la respuesta que buscaba: 'Marc ha hecho Económicas en Gran Bretaña mientras corría en F3 y la propia Margaret Thatcher le dio el título. Pedro comenzó arquitectura, pero al ir a Japón intentó hacer Económicas a distancia, aunque no acabó'. Y Behar asintió: 'Tienen estudios. ¡Por eso son diferentes!'... ».
«Al final, Pedro estaba eufórico: 'Ha sido la carrera más loca de mi vida. Por cierto, ¿quién ha ganado?', dijo nada más bajarse del coche. Y después añadió que 'tras llegar y besar el santo, sumar mi primer punto, ahora quiero más sueño con ganar... pero soy realista, repetir algo así será muy difícil'. Para De la Rosa fue un momento muy emotivo 'y si hay que dedicarlo a alguien, me lo dedico a mi mismo. No soy egoísta, pero me lo merezco porque he luchado mucho por ello'».
Por supuesto, el propio De la Rosa guarda con detalle en su memoria y en su corazón lo que sintió antes, durante y después de aquel hito inolvidable en su trayectoria deportiva y en su vida. «Fue mi primer viaje a Australia, ¡y en clase preferente! Yo vivía en Japón, pero siempre viajaba en clase turista. Solo ese viaje ya fue una pasada», recordaba en 'El Confidencial'.
«El equipo no esperaba nada de mí»
«Jamás hubiera pensado que puntuaría en Australia. En el equipo íbamos con el objetivo de cruzar la meta. En pretemporada no habíamos terminado ni un solo simulacro de carrera, el presupuesto era muy limitado, la fiabilidad del monoplaza era baja. Íbamos a intentar acabar lo más adelante posible, pero no a puntuar… El equipo no esperaba nada de mí. Tenían esa sensación respecto a mí de piloto joven, 'rookie' ¡y encima español! En esa época esa era la sensación que daba ser español... De todas formas, ¡a mí me entraba por una oreja y me salía por otra! En la Fórmula 1 aprendes a disfrutar con lo que tienes».
Esas buenas y especiales sensaciones de un domingo inolvidable también quedaron impresas para siempre en ABC, que le dedicó dos páginas a la prueba celebrada en Australia. «Pedro Martínez de la Rosa no podía ocultar su alegría al finalizar la carrera. Había prometido que celebraría su primer punto con una botella de buen cava y eso hizo».
«Si hay que dedicárselo a alguien, me lo dedico a mí mismo. No soy egoísta, pero me lo merezco porque he luchado mucho por ello»
Pedro de la Rosa
(tras sumar un punto (6º) en el GP de Australia de 1999)
«Era algo tan difícil, casi imposible, puntuar en la primera carrera que cuando iba cuarto no me creía nada de lo que estaba pasando. Hemos hecho dos boxes muy rápidos, aunque tal vez con uno hubiera bastado, no lo sé. En cualquier caso, el mérito es de todo el equipo. Ahora mismo hay una fiesta indescriptible en el paddock de Arrows. Este punto es la recompensa a un gran trabajo de grupo», comentó el piloto español.
A De la Rosa le temblaba ligeramente la voz, entre alegre y emocionado, cuando describía los momentos cumbre de la carrera: «He tenido un momento malo en las últimas diez vueltas, el ingeniero me chillaba que aflojase. Por la telemetría veían que el motor se estaba calentando más de la cuenta. Pensaba que se iba a romper, pero ha aguantado perfectamente hasta el final. Lo peor ha sido la última vuelta. Cuando quedaba una creía que ya había finalizado, aunque enseguida me han dicho que tenía que dar una vuelta más y lo he hecho un poco más lento que las anteriores. Pero aún así todo ha ido bien, es maravilloso… Va a ser muy difícil seguir en esta línea, intentaremos ir a más sin que sepa a menos».
Marc Gené, estreno angustioso
Menos buena fue la experiencia inicial en la F1 del otro español presente en la parrilla de Melbourne, Marc Gené. Como cuenta Raymond Blancafort, «los problemas de Marc se saldaron con un gran disgusto o con momentos de angustia. Minardi no llegó bien preparada... El sábado Gené se quedó a tres décimas del crono de clasificación, pero los comisarios validaron que era una situación especial y lo repescaron. La carrera vio el abandono de Marc, cuando se había colocado –poco antes de media carrera–justo detrás de Pedro... Sólo ocho de los 22 pilotos que tomaron la salida cruzaron la meta. Marc no tuvo tanta suerte. Justo al finalizar la segunda neutralización, Jarno Trulli le tocó por detrás... Curiosidad: Jarno había sido el piloto que había acompañado el jueves a Marc para reconocer el circuito. Y hubo suerte, porque el Minardi no tocó de rebote al Arrows de Pedro por muy poco».
Así describió el piloto de Sabadell lo sucedido en la pista: «Trulli ha sido demasiado ambicioso, me ha tocado con el alerón y me ha sacado de la carrera. Me ha sentado mal porque no estaba emparejado conmigo, y hasta ese momento todo estaba marchando fenomenal. Pero la experiencia ha sido muy positiva, hay tiempo hasta Brasil y vamos a mejorar».
«Demostramos a todo el mundo-que no estamos en la F1 para salir en la foto, sino para dar mucha guerra»
Marc Gené
(a su regreso a España tras el GP de Australia de 1999)
Con todo, los aficionados españoles, ávidos de alegrías, se quedaron con lo excepcionalmente bueno que era contar ese año con dos compatriotas en la legendaria Fórmula 1. Y ese sentimiento quedó demostrado cuando De la Rosa y Gené regresaron del otro lado del mundo. El 9 de marzo de 1999 aterrizaron en el aeropuerto barcelonés de El Prat, donde les aguardaba una cariñosa recepción.
Caluroso recibimiento en España
«Pedro y Marc llegaron a Barcelona casi juntos de Australia –se lee en soymotor.com–. En el mismo vuelo... pero Marc tardó unos minutos más por tener que denunciar el extravió de su equipaje. El recibimiento fue tan multitudinario que Pedro llegó a decir: 'Si esto es ahora, no puede imaginarme lo que será el día de un podio o de una victoria'. Y confesó que se había emocionado 'al ver a todo el equipo celebrado en resultado sobre el muro cuando atravesé la meta y sobre todo al oír a mi ingeniero llorar por la radio'. Todo ello mientras Reyes, entonces novia de Pedro, lo vivía un poco de incógnito: se había hecho daño en el pie en Australia y tuvo que recurrir a unas zapatillas de Pedro para poder calzarse... pero a buen seguro que dio por bueno el haber renunciado a su carrera como jugadora de hockey hierba, incluso a unos JJ.OO., por seguir a Pedro».
Martínez de la Rosa fue el primero en salir y «se sorprendió, como más tarde su compañero, de la cantidad de aficionados flameando banderas y pancartas dirigidas a los dos pilotos. –publicó ABC–. Reconoció que 'todavía no he despertado de este sueño que es debutar en la Fórmula 1... y de haber conseguido un punto. Durante el vuelo he ido leyendo los periódicos españoles y, la verdad, me parece una pasada. En Australia se está al margen de todo esto pero estoy seguro que aquí lo han vivido tanto o más que yo'. El piloto se muestra muy estimulado. 'Después de esta acogida, ya no puedo pedirle más a la afición; soy consciente de que cada día se me exigirá más y si algún día no consigo un punto siquiera no será por mí. Con este punto voy a poder exigir también más a mi equipo para tener mejor coche, pero que nadie espere podios en cuatro días'».
«Luego llegó Marc Gené. Tuvo más fans que Pedro, porque Martínez de la Rosa tiene novia y Marc tiene libre el puesto. Así, firmó autógrafos, fue fotografiado e incluso besado por la representación femenina». La crónica del 'Mundo Deportivo' confirma esa pasión acelerada: «Gené se abrazó con su hermano Jordi y firmó decenas de autógrafos a un grupo de quinceañeras enloquecidas, que veían en él a un 'Backstreet boy' del volante».
«Demostramos a todo el mundo-que no estamos en la F-1 para salir en la foto, sino para dar mucha guerra –dijo Gené–. Hemos comenzado pisando fuerte y vamos a seguir así, porque hemos luchado mucho para llegar a lo más alto y ahora debemos aprovecharlo».
Pedro de la Rosa no volvió a puntuar en el Mundial de 1999. Sólo pudo cruzar la meta en cuatro de los restantes 15 grandes premios de la temporada, y finalizó 18º en la clasificación general. Marc Gené acabó justo por encima, en 17ª posición, también con un único punto merced al sexto puesto del GP de Europa celebrado en el trazado alemán de Nürburgring. Tras el disgusto inicial de Australia, completó diez de las otras 15 pruebas.
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