fórmula 1
Quinta pole de Vettel en el gran susto de Sergio Pérez
Alonso, cuarto en una sesión marcada por el terrible accidente del mexicano
![Quinta pole de Vettel en el gran susto de Sergio Pérez](https://s2.abcstatics.com/Media/201105/28/perez24--644x362.jpg)
Es la pole o la vida. Un juego directo, sin matices ni sutilezas en un mundo que no admite otro santoral que los dividendos y las matemáticas. La Fórmula 1 expuso ayer en Mónaco, santuario de la fiesta vaporosa y los ferraris sueltos por sus calles, que los pilotos manejan algo más que el volante entre sus manos. Su propia vida. Sergio Pérez lo puede contar porque este deporte, o lo que sea, responde a una visión tecnológica que, además de buscar la victoria, los dólares y los patrocinadores, también se preocupa por la seguridad de sus estrellas. El mexicano se salvó porque los coches más rápidos son hoy en día, como dijo Fittipaldi, el lugar más relajado para trabajar. Logró la pole Vettel y Alonso saldrá cuarto, pero la noticia en Mónaco consistió en que no hubo que narrar una muerte. [Así lo hemos contado]
Empotrado Sergio Pérez contra las protecciones del puerto de Mónaco , una inevitable asociación de ideas transportó cualquier mente a 1994, el último accidente fatal de la F-1. Ayrton Senna. La película sobre su vida que se estrenó el viernes.
El punto negro del circuito de Mónaco es la salida del túnel, ese pequeño salto que dan los monoplazas y que este fin de semana ha provocado tres accidentes: Liuzzi el viernes, Rosberg, ayer por la mañana, y el peor, Sergio Pérez, ayer por la tarde. «Se pierde la aerodinámica», contó Alonso. «Ahí eres un pasajero, no un piloto», razonó el inglés Jenson Button.
El mexicano llevó su Sauber al límite que requiere su deporte en ese lugar: 282 kilómetros por hora al abandonar el túnel en sexta velocidad. Dio el saltito, perdió el control y se deslizó al vacío mientras iba dejando piezas y ruedas sobre el asfalto . Los pilotos se manejan por una serie de códigos universales. Es obligatorio sujetarse a algún asidero, el volante o el cinturón, para mantener la tensión. Y es aún más necesario protegerse el cuello si se adivina el impacto. El azteca lo hizo. Soltó las manos del volante para escoltar su pescuezo cuando el choque lateral era inminente.
Entre ese protocolo y la naturaleza del habitáculo de su Sauber salvó la vida. El cockpit de un fórmula 1 es la máxima expresión de la inmunidad. Está integrado como una sección más en el chasis del monoplaza, se fabrica en fibra de carbono y resguarda al ocupante con unas placas laterales que absorben la energía de cualquier impacto gracias a un material llamado zylon. El aro de protección obligatorio detrás del asiento del piloto convierte este espacio en una célula de seguridad.
La imagen del piloto atrapado en el refugio fue pavorosa por el tremendo golpe y la no reacción del mexicano. Algunas fuentes del paddock consideran que llegó a desmayarse y que por eso no salió en los diez segundos que marca el reglamento. Fue auxiliado por los operarios y rápidamente la F-1 aplicó otra formalidad conocida. Tapar con mantas el escenario para que las imágenes no captasen sangre, dolor o tragedia . Una acción que evita luego dilemas éticos y una maniobra plausible que protege la dignidad de las personas en un trance difícil.
La tecnología vanguardista de un deporte que pertenece más a los ingenieros que a los pilotos le salvó la vida. Pérez fue transportado al hospital Grace Kelly del Principado y desde allí se emitieron mensajes que hubieran sido inconcebibles unos minutos antes. Ni un hueso roto. Sólo la conmoción y el susto.
Los pilotos se bajaron la visera después de la bandera roja y siguieron con su trabajo. Vettel hizo la pole, la quinta de seis posibles en 2011, y Alonso terminó cuarto después de alentadoras expectativas. Pero la noticia ayer en Mónaco fue que la muerte rondó la F-1 y la ciencia lo impidió.
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