COPA DEL REY
El equipo B vuelve a fallar
Los suplentes a los que Mourinho dio oportunidad, salvo Benzema, no estuvieron a la altura y el técnico tuvo que sacar a la artillería pesada
![El equipo B vuelve a fallar](https://s3.abcstatics.com/Media/201011/10/IMPORT220932.jpg)
Mourinho no quiere rotaciones. Lo dijo a los cuatro días de estar al frente del Real Madrid. Quiere un equipo fijo potente, fiable, de los que asustan al contrario en cuanto sale al campo . Y un banquillo de garantías que sustituya a los titulares que más se quemen, o se lesionen. Lo primero lo tiene. Lo segundo, no. Y se demostró por segunda vez, que es lo peor, en la eliminatoria de Copa del Rey.
El Murcia, un Segunda B, llegaba al Bernabéu degollado antes de bajarse del autobús. Apelando al milagro. Textual. Lógico si enfrente tienes a un equipo con cinco campeones del mundo (jugaron cuatro de inicio y todos tras el descanso), portentos como Higuaín o Di María y al fenómeno Cristiano. Así que, tras las dudas generadas por los suplentes en la ida y con el miedo escénico , y el otro, a su favor, Mourinho decidió dar una segunda oportunidad a los Canales, Pedro León, Granero y Benzema. Era un día para lucirse, para salir reforzados y dejar claro al míster y a la grada aquello de «aquí estamos, que aunque no hacemos ruido vamos a dar guerra». Pero tampoco.
El arranque del partido fue un espejismo. Dos entradas por la banda izquierda de Marcelo y un gol espectacular desde fuera el área, con rosca, de esos imparables, de Granero, hicieron pensar a la grada que iba a ver una goleada de escándalo. Pero eso fue todo. El Real Madrid, mejor dicho, el equipo B del Real Madrid, desapareció.
Canales no jugó. Directamente. Granero, tras el gol, se fue a dar una vuelta fuera del campo. Pedro León corría como poseído, sin dar pie con bola, víctima de una ansiedad tan evidente como contraproducente para sus intereses. Arbeloa renunció a subir por la banda derecha tras dos carreras fallidas. Diarra bregó, pero sin eficacia. Y solo Benzema estuvo a la altura, peleón, con ganas, creando y buscando porque los que debían hacerlo no estaban allí.
El espectáculo fue tan malo que Mourinho explotó. La tomó con el árbitro por no liársela a los jugadores y terminó expulsado por una protesta tan exagerada como fuera de lugar a un colegiado que, por cierto, más vale que se lo haga mirar porque el segundo gol del Real Madrid fue un fuera de juego de libro, con Sergio Ramos tapando al portero del Murcia el tiro de Higuaín.
Como Mourinho sabe un poco de esto, era consciente, desde la grada, que ese 2-0 logrado sin gloria no era suficiente para el Bernabéu, así que tiró de espectáculo, de la artillería pesada. Sentó en el descanso a Canales y a Higuaín, y sacó a dos de sus fieras, Xabi Alonso y Cristiano. Y aquello fue el apoteosis. CR salió como si fuera la final de la Champions y Xabi hizo lo suyo, mover el centro del campo como se espera del Real Madrid.
Benzema ganó espacio y movilidad, Pedro León se quitó un peso de encima e intentó todo, pero sin conseguir nada. También se animó Arbeloa, algo precipitado pero meritorio. Para rematar el espectáculo, saltó al campo el eléctrico Di María. El sacrificado, Pedro León . Todo un síntoma junto a lo de Canales. Y, por fin, el Bernabéu se divirtió. Los titulares resolvieron con velocidad, garra y eficacia. Los suplentes seguirán siéndolo.
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