El entrenador de boxeo de Ilia Topuria: «Va a ser una partida de ajedrez, pero cuando Volkanovski note un golpe no va a querer avanzar»

Álvaro G. Colmenero

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02/02/2024
Actualizado 12/02/2024 a las 09:22h.

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Una llamada, un mensaje, pueden cambiarte la vida. Le pasó a Ilia Topuria con el telefonazo de la UFC. Y algo así le ocurrió a Javi Climent, un joven alicantino que ha dedicado toda su vida al boxeo, tanto dentro del cuadrilátero como fuera. El actual aspirante al cinturón del peso pluma de UFC, Ilia Topuria, ya le conocía. Pero un día decidió escribirle, y comenzó una relación que ahora mismo vive su punto álgido. Ambos están preparados para hacer historia el próximo 17 de febrero, en el UFC 298, en Anaheim, California.

«Estaba con mi chica cuando Ilia me escribió un mensaje a través de Instagram. Me dijo pásame tu teléfono, porque no los teníamos aunque habíamos entrenado juntos, que quiero comentarte una cosa. Le comenté a mi chica de broma a que me dice que me meta en su equipo ahora. Y así fue. Sabía que podía adaptarme a su tipo de boxeo y que podíamos hacer grandes cosas juntos, y nada, fue empezar y todo fue saliendo muy bien», recuerda en ABC Javi Climent, quien comparte apellido con los otros entrenadores de Ilia, Agustín y Jorge, pese a que no son familiares. Casualidades de la vida.

Ahora llega el mayor reto jamás imaginado. Pelear contra el campeón Alexander Volkanovski, quien ha defendido su corona en cinco ocasiones, toda una leyenda en activo de la UFC, la mayor liga de MMA del mundo. «Es una motivación extra, pero seguimos igual de confiados y sabemos que vamos a salir ese día con la mano en alto», afirma con tranquilidad el alicantino. Si se cumple ese pronóstico, ¿está preparado para ser el entrenador de boxeo aplicado a las MMA más famoso de España, y quién sabe, de Europa? «Ese es un sentimiento que comparto con Ilia. Él desde que empezó en esto sabía que él iba a ser campeón, y yo también he tenido en mi cabeza que iba a ser entrenador de campeones. Desde que empecé lo vi y ahora está siendo realidad. Estoy orgulloso de lo que he conseguido y de la mano», traslada Javi Climent a este periódico.

Entrando en detalles más técnico, el entrenador de boxeo de Topuria reconoce las grandes habilidades del australiano. «Tiene una muy buena movilidad, sabe desplazarse muy bien sobre el octágono, cuenta con una envergadura bastante larga, y obviamente sabemos a quién nos enfrentamos... Pero no va a poder aguantar el poder de Ilia, ni arriba ni abajo. Ilia tiene mucho poder en las manos y es muy rápido. Hemos trabajado muchísimo la velocidad, la precisión, la finta...», cuenta Javi.

Pero lo que tiene claro es que será cuestión de estrategia. «Va a ser un como una partida de ajedrez, pero vamos, cuando note un golpe no va a querer avanzar, no hay persona que se suba con Ilia del mismo peso y que avance, porque si avanzas, te la llevas y te la llevas dura», afirma el joven entrenador alicantino.

España estará muy pendiente del televisor, y las ganas de que llegue el día clave son enormes, pero también disfrutan del camino. «El equipo está siempre muy motivado y muy positivo. Nunca se dice una palabra negativa, nunca se piensa y si no sale, siempre pensamos que va a salir porque nosotros lo vemos día a día. Ojalá pudiesen ver lo que nosotros vemos con nuestros ojos y lo que sentimos, lo que siento yo con las manoplas, lo que sienten sus compañeros en el suelo... Es una locura lo de Ilia», insiste Javi.

Todo este fenómeno Topuria está provocando que el deporte, las MMA, se conviertan en algo mucho más socialmente aceptado. «Los peleadores son atletas profesionales y son personas», decía Ilia Topuria en una entrevista reciente con ABC. Y así lo reafirma Javi Climent: «Ya no somos el estereotipo ese que tenían de persona de boxeo, que no pueden ni hablar o que son macarras, para nada, somos gente culta, que simplemente ama lo que hace».

Javi despide a este periódico de su club de boxeo toda la vida, La Familia, cerca de las doce de la noche de un viernes en Alicante. Jornadas maratonianas buscando cumplir un sueño. Lo importante, lo que mueve montañas, sin duda, es la pasión. «Esta es una disciplina perfecta para niños, jóvenes y adultos. Siempre digo que aquí los niños maduran muy rápido, aprenden muy rápido y encima aprenden una disciplina que es súper completa. Estoy muy feliz de que la gente disfrute lo que amo, es impresionante», concluye, mientras gira la llave para terminar un día más de arduo trabajo.