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cICLISMO

Roglic apaga el incendio de Evenepoel y se lleva la Volta a Cataluña

El esloveno certificó su primera victoria en la prueba española, con solo seis segundos de ventaja sobre el belga en la general

Remco lo intentó todo pero chocó ante la veteranía del balcánico, aunque se consoló al llevarse la última etapa en Barcelona

Primoz Roglic, el último hombre en pie

Roglic, campeón de la Volta a Cataluña AFP

P. L.

A fuego quedará grabado en las retinas de los espectadores el espectáculo que Primoz Roglic y Remco Evenepoel proporcionaron en la edición 102 de la Volta a Cataluña, un duelo a muerte por el desfiladero que acabó este domingo con el triunfo del balcánico en Barcelona, un segundo puesto para el belga y con un podio completado por el portugués Almeida.

Fue su veteranía y sabiduría lo que proporcionaron al ciclista de Jumbo su primera victoria en la icónica prueba mediterránea, pese a que el ímpetu de Evenepoel estuvo a punto de desbordarle en diversos tramos del recorrido, pues solo seis segundos de ventaja en la general le dieron la victoria a Roglic. Gloria para el esloveno y honor para el belga, que en poco más de un mes volverán a verse las caras en el Giro de Italia, una rivalidad que ya parece de época.

Acaba la Volta con el palmarés bien repartido, dos victorias de etapa para ambos, pero, como decía John Travolta en Pulp Fiction, «hay pequeñas diferencias». En las últimas tres jornadas, con Roglic mandando en la clasificación, Evenepoel se dejó el resto en el plano físico para intentar tambalear a su rival, pero Roglic nunca desfalleció, pletórico en forma y mente a sus 33 años.

Ocurrió lo mismo en Barcelona, fin del recorrido. El belga pretendió hasta en dos ocasiones liberarse del yugo de su perseguidor pero, cuando cogía velocidad de crucero y el resto de mortales se perdían en el horizonte, Roglic se convertía en su sombra. Ya en el último ascenso, en Montjuic, Evenepoel se tiró a la desesperada y Roglic, como un matemático, el que todo lo sabe, solo aflojó cuando supo que su rival no tenía margen para arrebatarle el triunfo.

Triunfo de consolación

Entró Evenepoel como una bala, el primero, pero sin victoria, y Roglic, segundo, lo hizo como campeón, confirmando el esloveno que su lugar en el mundo es España (triple campeón de La Vuelta, dos entorchados en la Vuelta al País Vasco y desde hoy uno en Cataluña).

«Esperaba sus ataques. Las siete jornadas fueron difíciles, pero me encontraba bien de piernas. Estoy contento de añadir mi nombre al palmarés de esta carrera histórica», dijo Roglic en sus última líneas de historia en esta Volta a Cataluña para el recuerdo.

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