Ciclismo
París celebra el triunfo de Vingegaard, el campeón que salió de la lonja
Tour de Francia
Jasper Philipsen fue el vencedor de una última etapa que Van Aert decidió no disputar para entrar junto a sus compañeros de equipo

París. 18 de julio de 2021. A la derecha de Tadej Pogacar, que celebra su segundo triunfo en los majestuosos Campos Elíseos, vive la emoción del podio un semidesconocido danés. Jonas Vingegaard había llegado a la carrera ciclista más famosa del mundo como gregario de Primoz Roglic y acababa firmando un debut de ensueño en su primera participación. Segundo a poco más de cinco minutos del que todos dicen que va a dominar el ciclismo mundial la próxima década. «Ahí me empecé a creer que podía ganar el Tour, y ahora ha sucedido», confesó el propio Vingegaard solo un año después de aquella imagen, tras amarrar en el bonito pueblo de Rocamadour su primera victoria, batiendo a aquel esloveno que parecía invencible.
Este domingo, tras cruzar la meta parisina de amarillo, el ciclista de la pequeña localidad danesa de Hillerslev, de apenas 400 habitantes, certificó un triunfo de eco mundial al tiempo que terminó de postularse, a sus 25 años, como gran rival generacional de Pogacar (23). El segundo danés en coronar el podio del Tour después de Bjarne Riis en 1996. Pero como cada paso en su carrera deportiva, el máximo éxito llegó con la mayor naturalidad.
Escalador insospechado
Resulta curioso que la historia de este inesperado triunfo comenzase en un país que apenas alcanza los 31 metros de altitud media sobre el nivel del mar. El lugar más extraño para el nacimiento de un gran escalador, que ya en la edición del año pasado logró aguantar los hachazos de Pogacar en la alta montaña y que en este Tour explotó definitivamente subiendo. Para el recuerdo quedará su exhibición en las rampas del Col du Granon , donde metió casi tres minutos al esloveno, y su férreo marcaje ante los terribles ataques del anterior campeón. También su elegancia y deportividad, cuando en la decimoctava etapa, que acabaría ganando en el mítico Hautacam, esperó a su rival después de una fea caída.
«Estamos felices por el triunfo y porque Jonas, además de ser muy fuerte es un gran tipo», confesaba Wout Van Aert, tercer gran animador de este Tour. Cualquier integrante del Jumbo-Visma destaca el ambiente familiar del equipo, en el que tienen mucho que decir el carácter y la humildad del campeón, que más allá de ese gesto en el descenso del Col de Spandelles esperando a su gran rival, mostró una conducta ejemplar pese a la tensión de la lucha encarnizada por el amarillo.
La lonja y el club ciclista local
La relación de Vingegaard con el ciclismo fue, como en el caso de tantos grandes deportistas, casual. Tras practicar fútbol, balonmano, bádminton e incluso natación, contemplar de cerca una etapa del Tour de Dinamarca le llevó a probar con la bicicleta. Se inició en club ciclista local, el 'Thy Cicle Ring', mientras seguía disfrutando como aficionado de las carreras que pasaban cerca de su casa, pero pronto sus buenos resultados llamaron la atención del equipo ColoQuick.
Ese fue su primer destino como profesional, pero todavía sin descuidar otras alternativas. Así, al terminar la escuela en 2016 comenzó a trabajar en una lonja de pescado en Hanstholm y, tras una grave lesión con la bici, pasó a la fábrica. De aquella época es un vídeo que se hizo viral nada más ponerse líder.
Pero lo de compaginar la fábrica con el ciclismo solo llegó hasta 2018, poco antes de que el Jumbo-Visma lo fichase para acompañar a Roglic. Como gregario del esloveno participó en la Vuelta a España, con un discreto puesto 46, y en el pasado Tour. En Francia, la lesión de su jefe de filas le puso a él los galones, que en ningún momento le pesaron. Su segundo puesto entonces fue el preludio de su brillante victoria este año. Resistió al empuje de Pogacar en las primeras jornadas, atacó en el Granon para quitarle el amarillo, y aguantó después las brutales acometidas en todos los terrenos de un rival muy dolido en su orgullo.
Los Pirineos fueron la sentencia definitiva, aunque aún se darían un último homenaje el danés y su equipo antes del oficial en París. El nuevo vencedor del Tour sorprendió en la última crono con la segunda plaza, y dejando incluso la duda de si su compañero Van Aert habría podido ganar la etapa de no haber levantado el pie en los últimos kilómetros. Una postrera demostración de fuerza y compañerismo de un campeón y también un gran tipo.
Philipsen, ganador en el esprint de París
En la etapa final el vencedor fue Jasper Philipsen (Alpecin), que se impuso en un apretado esprint. Hubo escapados, pero fueron neutralizados a falta de siete kilómetros, justo cuando sonaba la campana para avisar a los ciclistas de que entraban en la última vuelta al circuito de los Campos Elíseos. Arrancó entonces Pogacar, en un último espectáculo de este emocionante Tour, pero el grupo no le dejó volar en solitario. Se cumplió así una vez más la norma no escrita de que el triunfo en la etapa final de la ronda gala se decide sobre la línea de meta.
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