Fútbol sala
Las campeonas invisibles
selección española femenina
La selección femenina de fútbol sala ha ganado los tres Europeos disputados hasta la fecha, pero sus jugadoras están aún lejos de la fama que sí disfrutan las futbolistas
La RFEF se vuelca con la tercera Eurocopa de la selección femenina de fútbol sala
![Laura e Irene Córdoba, hermanas e internacionales con España, en las pistas de la facultad de INEF](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/03/25/laura-irene-RsEXTDHC6F8CVS61lZrOgbN-1200x840@abc.jpg)
Irene y Laura Córdoba llegan a la facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte con cara de apuro. El aparcamiento las ha retrasado unos minutos y lo primero que hacen es disculparse. Sus modos y su timidez casan con su edad, ... 19 años, pero no con su pertenencia al equipo que domina Europa con mano de hierro. Ambas son presente y futuro de la selección española de fútbol sala que sólo unos días antes ganó su tercer Europeo seguido, sumando tres títulos en las tres ediciones del bisoño torneo. Tras darlo todo en las celebraciones y recibir los homenajes de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y el Consejo Superior de Deportes (CSD), estas gemelas de Entrevías se han reincorporado a la vida civil, que las lleva ya de un lado a otro y echará el telón a la jornada con un entrenamiento casi nocturno en Navalcarnero, sede del Futsi, su club.
«Triunfos así te llenan de confianza, pero no te cambian mucho la vida. Sigues siendo la misma, yendo a entrenar todos los días, estudiando y haciendo tus cosas y relacionándote con tus amigos de siempre», explica Laura, que juega en la posición de cierre, donde se inicia el juego de la selección.
La presencia de Irene en las pistas de INEF junto a su hermana, un periodista y una fotógrafa, que las hace posar una y otra vez bajo un sol de justicia, despierta la curiosidad de sus compañeros de clase, que alucinan viendo de cerca la medalla de oro que se han traído de Hungría. «Sabemos que muy famosas no vamos a ser, pero al menos en tu mundo del fútbol sala o del deporte sí te gusta que te reconozcan. Que te paren por la calle todos los días no, pero que sepan valorar que eres campeona de Europa y que reconozcan tu trabajo sí gusta», reconoce la pívot, que curiosamente juega en la posición antagónica a la de su gemela.
Entre risas cómplices explican que, aunque han mejorado, en lo de atender a los medios todavía no se sienten del todo sueltas. «La verdad es que nunca pensamos en llegar hasta aquí. Nos metimos en el fútbol sala un poco de casualidad y por disfrutar con las compañeras y a ver qué pasaba, en ningún momento nos planteamos como objetivo ganar un Europeo o un Mundial. Pero ahora que hemos llegado aquí obviamente seguimos soñando». Pese a su juventud, ambas han llegado a la selección pisando fuerte y han participado en los dos últimos triunfos continentales de España, que marca el ritmo por delante de Portugal, la otra gran potencia europea. «Puede parecer fácil pero hay mucho trabajo y sacrificio detrás. Y una constancia necesaria para conseguir tres Europeos en las tres ediciones que se han disputado. Uno podría ser suerte, pero tres seguidos no», apunta Irene. Laura, por su parte, reconoce que aún lo están asimilando. «Sí que eres consciente, pero a la larga yo creo que vamos a serlo aún mucho más».
![Imagen principal - Plantilla de la selección española | Laura Córdoba | Irene Córdoba](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/03/25/espana-futsal-U31044775313bYp-758x470@abc.jpg)
![Imagen secundaria 1 - Plantilla de la selección española | Laura Córdoba | Irene Córdoba](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/03/25/laura-cordoba-U35870286218qoy-464x329@abc.jpg)
![Imagen secundaria 2 - Plantilla de la selección española | Laura Córdoba | Irene Córdoba](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/03/25/irene-cordoba-U30803338520fPb-278x329@abc.jpg)
Las dos coinciden en el secreto de España para ser el rival a batir en Europa: «Siempre lo decimos, es la confianza que tenemos las unas en las otras y la unión. Somos amigas, fuera de la pista nos lo pasamos muy bien y estamos unidas, y dentro eso se nota. No hay malas caras, nos exigimos al máximo, cuando una está de bajón la otra le ayuda… y eso es fundamental. Luego además en el parqué hay una mezcla de gente joven, como nosotras, y gente con mucha experiencia como Anita Luján, Peque o Dani, que nos da un plus que otros equipos no tienen».
Una liga sin televisión
El homenaje que recibieron de la RFEF y del CSD les hace esbozar una mueca de orgullo: «Ves que se reconoce tu trabajo». Sin embargo, queda por conquistar el reconocimiento del público general. «Al final nos felicita la gente de alrededor, gente cercana que tampoco conocías mucho, pero que ves que se alegran del logro y gente con la que hemos coincidido alguna vez». Una situación que contrasta con las buenas cifras de audiencia de este campeonato, cuya final superó de media los 122.000 espectadores. «Sabemos que lo que hagamos lo va a ver mucha gente y que somos una influencia para muchos niños y niñas, que pueden soñar con llegar algún día al lugar que ocupamos nosotras y eso también nos motiva», reconoce Irene. Pero, como explica Laura, la realidad del día a día en sus clubes es muy diferente. «La selección es un escaparate muy importante. La liga se puede ver a través de 'streaming' porque la RFEF ha apostado por eso, pero tiene menos repercusión. Cuando juegas una Supercopa, una Copa o la final de los 'Playoffs' sí puedes tener más audiencia, pero mucha menos que con la selección».
Es la realidad del fútbol sala femenino, donde ni siquiera se debate la opción de la profesionalización como ocurre en el masculino, pues las condiciones son muy diferentes. «Hay un problema que es como el pez que se muerde la cola: faltan visibilidad y patrocinadores. Si no hay visibilidad los patrocinadores no apuestan por ti y viceversa». Preguntadas por si envidian la situación del fútbol femenino, Irene contesta optimista: «Sabemos que como nuestras compañeras del fútbol lo han conseguido tampoco estamos tan lejos de lograrlo. Claro que se mira con cierta envidia, pero al mismo tiempo con ilusión de que a lo mejor un día podremos estar en ese mismo lugar. Ellas han crecido muy rápido, pero nosotras poco a poco también, y al final, aunque sea dentro de muchos años, se verá el resultado».
Mientras, como la mayoría de compañeras y rivales, las dos preparan el futuro más allá de las pistas. «Tenemos claro que esto puede ser un trampolín para más adelante, en mi caso como fisioterapeuta y en el de Irene como preparador físico». Pero como de momento el futsal por sí solo no basta, Irene se queda en la cancha para empezar una clase y Laura, libre hasta el entrenamiento nocturno, no olvida sus estudios en Alcalá: «A veces se hace complicado llegar a todo, pero es lo que hay».
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