Baloncesto
El tiro de cuchara revive en la liga española
Chinanu Onuaku, pívot del Joventut, sorprendió al público durante el duelo ante el Barcelona al lanzar los tiros libres con la extraña mecánica. Anotó los dos que intentó
Campazzo devuelve la magia a la ACB
![Onuaku lanza un tiro libre de cuchara con el Joventut](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/09/25/onuaku-RD0XggBUxBxVgLaPPtgOJBN-1200x840@abc.jpg)
Faltaba un minuto y 42 segundos del segundo cuarto. El Palau se mostraba más que satisfecho con el juego exhibido por el Barcelona, que ganaba por ocho puntos al Joventut. Todos los focos estaban puestos sobre estrellas de la talla de Willy Hernangómez, Ante Tomic o Nicolás Laprovittola, pero el aplauso de la grada se lo acabó llevando el pívot estadounidense de 26 años Chinanu Onuaku. El gigantón de 208 centímetros recibió una falta bajo el aro y el árbitro decretó dos tiros libres. Se dirigió a la línea, abrió las piernas más de la cuenta y bajó el balón hasta la altura de sus tobillos. Incluso sus rivales y compañeros miraban con sorpresa e interés sus coreografías. Y entonces, ocurrió lo inesperado.
Onuaku lanzó el balón con la técnica de la cuchara, un movimiento tan poco ortodoxo como histórico, de abajo hacia arriba y con destino al aro. El esférico tocó el metal tres veces y, de forma hipnótica, acabó tocando la red. Repitió y encestó el segundo para el disfrute del público, que no dudó en vitorear a un rival. La cuchara había revivido en la liga ACB.
Aunque pueda ser poco ortodoxo, lo cierto es que esta mecánica tiene más miga de la que parece. En los años 50 y 60, cuando el baloncesto estaba en plena evolución y la técnica era más anárquica, muchos jugadores la utilizaban. Una de las mejores pruebas es la mítica película 'Hoosiers', ambientada en esta época, donde uno de los protagonistas gana un decisivo duelo haciendo uso de ella. Más tarde sería consagrada en los setenta por Rick Barry, uno de los mejores lanzadores de libres de la historia de la NBA, que acabó su carrera con un 89,3% de acierto lanzando de cuchara.
🎨 El arte de Onuaku llega a la #LigaEndesa.
— Basket en Movistar Plus+ (@MovistarBasket) September 24, 2023
¡Brutal! Se estrena con un 2/2 en tiros libres.#ListosParaRomperla #LigaEndesa pic.twitter.com/6eNyqPmQuH
Precisamente Barry es uno de los motivos por los que Onuaku encandiló al Palau. Durante su etapa universitaria en Louisville, el pívot tenía muy malos registros desde la línea de libres (48%). Fue entonces cuando su entrenador por aquel entonces, el legendario Rick Pitino, le propuso el paso a la cuchara y comenzó a ponerle vídeos de Barry para ayudarle en la transición. Su porcentaje comenzó a dispararse (60%) e, incluso, la utilizó en su etapa NBA (anotó los cuatro tiros libres que intentó en los cinco partidos que disputó con los Houston Rockets durante la temporada 2016-17).
«La primera vez que lo hice, mis compañeros se rieron de mí. Pero me da igual lo que la gente piense mientras el balón entre en la canasta», aseguró en una entrevista en 2015. Aun así no desistió y llevó su tiro por el mundo adelante. Bnei Herzliya (Israel), Dinamo Sassari (Italia), Hapoel de Tel Aviv (Israel) y Joventut de Badalona son los equipos que han podido disfrutar de este peculiar e inconformista lanzamiento.
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En la liga ACB, en la temporada pasada, el base del Fuenlabrada Jovan Novak también se convirtió en fenómeno al lanzar siempre los triples a una pierna con un 35% de acierto. Un recurso que se utiliza si uno no puede despegarse del defensor, pero que es muy poco habitual si se tira en estático. Pese a estos dos ejemplos, no solo el baloncesto acoge a atletas que deciden romper con lo establecido.
Messi y @LuisSuarez9 emulando a Cruyff con un penalti indirecto para la historia... 💙🎩❤#BarçaCelta pic.twitter.com/dQc62qw08q
— LALIGA (@LaLiga) December 20, 2018
El fútbol, deporte rey, ha visto de todo. Desde el escorpión de Rene Higuita hasta el penalti indirecto de Johan Cruyff cuando militaba en el Ajax, que posteriormente sería homenajeado en 2015 por Leo Messi y Luis Suárez en el Barcelona. Pero es seguramente el saque de banda con voltereta el caso más llamativo. Se trata de, antes de sacar, lanzarse hacia el suelo con las manos, aprovechar el balón como punto de apoyo y utilizar la inercia del giro para darle al esférico una potencia que sería imposible si se utilizase el método tradicional. El ejemplo más reciente se vio en la liga iraní hace unos días y, pese a las risas, el proyectil casi se convierte en una asistencia.
Nick Kyrgios, uno de los tenistas más imprevisibles del mundo, amante del espectáculo, popularizó hace unos años el saque entre las piernas. Jon Rahm, el golfista español, también tuvo que cambiar la trayectoria clásica del palo, pero en su caso fue para esquivar su barriga. Cada deporte tiene su cuchara.
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