El Real Madrid persiste en su montaña rusa

El encuentro fue uno de los más entretenidos de la temporada. El primer cuarto se convirtió en un tiroteo de alta intensidad, con constantes alternancias en el marcador y una igualdad extrema. Además, varios jugadores resultaron accidentados: Vives y Kraag acabaron ensangrentados, mientras Hanga sufrió molestias en un tobillo tras una mala caída. El Madrid comenzó muy enchufado desde el perímetro, con Hezonja y Abalde haciendo daño desde la línea de tres puntos. Sin embargo, todo ese acierto se desperdiciaba luego con acciones mal resueltas en la pintura. Por su parte, el Joventut respondió con un buen tono colectivo, apoyado en el siempre eficiente Tomic y en canastas importantes de Dotson, Hanga y Robertson. Los verdinegros llegaron a ponerse por delante gracias a un bajón anotador del Madrid, que Musa e Ibaka resolvieron con dos triples para cerrar el parcial con ventaja visitante (21-23).

La misma igualdad y similar intensidad marcaron el inicio del segundo cuarto. Tomic seguía excelso, liderando a la Penya con puntos y provocando faltas a los hombres interiores rivales. El Madrid, por su parte, mantenía su eficacia en el tiro exterior (por encima del 60 % en triples), lo que le permitió encadenar un parcial de 0-10 y alcanzar una renta máxima de nueve puntos.

El Joventut no se rindió. Pustovyi y Robertson asumieron protagonismo y, junto a un omnipresente Tomic, volvieron a meter al equipo verdinegro en el partido. En el Madrid se echaban de menos más minutos para Tavares, al menos para frenar al pívot local, pero el festival de triples continuaba. Con otro acierto desde la línea de tres de Campazzo, el noveno del partido para los blancos, el encuentro llegó al descanso (40-45). Y con otros dos triples al inicio del tercer cuarto (de nuevo Campazzo y Abalde), el Madrid amagó con escaparse en el marcador. Pero, una vez más, la Penya resistió.

Chus Mateo ya sabía que la efectividad de Pustovyi y Tomic podía inclinar la balanza, por lo que decidió recortar el descanso de Tavares para contrarrestarlos. Los duelos individuales seguían en ebullición, y cada jugada parecía decisiva. El Madrid pasó más de cinco minutos sin anotar en jugada, perdió su inspiración en el tiro exterior, y el Joventut aprovechó para llegar al último cuarto con ventaja (59-57).

Para entonces, las estadísticas de tiros interiores de los blancos eran desoladoras. Los nervios por la sequía ofensiva aumentaron con una antideportiva a Hezonja que espoleó al Joventut. Fue Deck, con un triple, quien rompió esa racha.

El partido, tan disputado, entró en una inevitable sucesión de errores. Golpes al aire de ambos equipos sin nadie que aportara algo de calma. Aun así el Real Madrid logró acercarse en el marcador hasta meter miedo al Joventut, más por demérito de estos. Los blancos llegaron a los últimos segundos con opciones de llevar el partido a la prórroga, pero, una vez más, les faltó precisión.

Tras esta jornada, la clasificación de la ACB sigue encabezada en solitario por Unicaja, único equipo con una sola derrota en las nueve jornadas disputadas. Mientras, se desinfla el Barça, que culminó una semana horrible cediendo ante el Manresa en el derbi catalán. Los azulgrana aún tendrán que esforzarse para no quedarse sin uno de los billetes para la Copa del Rey.