Baloncesto
La mejor España supera a Turquía y se medirá a Lituania en octavos
Triunfo sufrido de la selección (69-72), pleno de carácter, que le clasifica como primera de grupo para la siguiente ronda, donde jugará ante Lituania

Un rebote en ataque, el número 19 del partido, sellaba la victoria de la selección tras un encuentro muy complicado y confirmaba el camino a seguir para el equipo español en este Eurobasket. Defensa y rebote. El rechace final lo recogió Garuba, y la defensa anterior, clave en el desenlace, llevó el sello de Alberto Díaz. Segundos finales en los que España sacó a relucir su carácter para alcanzar el primer puesto del grupo. Objetivo cumplido para un equipo que llegaba al Eurobasket sin el cartel de favorito y que comienza ahora una fase más complicada que le llevará a medirse con la temida Lituania por un sitio en cuartos de final.
Después de una semana de torneo, con varias alegrías y alguna decepción, el destino de la selección se concentraba en el último partido. Un duelo ante la Turquía de Larkin, de Osman y del nuevo talento otomano, el jovencísimo Sengun. Plantilla plena de talento tras la que se escondía el premio del primer puesto del grupo y ante la que España exhibió su mejor cara, lejos de la versión vulgar que compareció ante Bélgica. Un equipo rocoso, con la defensa como baluarte y con los hermanos Hernangómez como estiletes ofensivos.
Fue Willy el que mejor entendió el inicio de partido. Suyos fueron los primeros nueve puntos de la selección. Imparable hasta que su segunda falta personal le llevó al banquillo mediado el primer cuarto. En Turquía, con Larkin bien defendido por Brown y Alberto Díaz, era Osman el que asumía la responsabilidad ofensiva. Tres triples que mantenían el duelo equilibrado a pesar de la superioridad española bajo los aros. Defensa y rebote, los dos mantras de Scariolo, funcionaban a la perfección, pero fallaba la puntería exterior.
Mejoró algo en ese aspecto con la entrada de Juancho, que tomó el relevo de su hermano en el liderazgo ofensivo. Suyos fueron los dos únicos triples del equipo antes del descanso. Dos en dieciséis intentos. Bagaje escaso que no se notó en el marcador por la excelente defensa desplegada por toda la selección.
No estaba en ella Rudy Fernández, baja por el golpe en la rodilla sufrido ante Montenegro, pero su espíritu guerrero caló en todos sus compañeros. Daba igual quien estuviera en la pista, porque ninguna canasta resultaba fácil para Turquía. Se desesperaba Ataman en la banda y eso le costó una técnica por excederse en la protesta. Infracción que, inexplicablemente cortó un contragolpe español, con el consecuente enfado de Scariolo. Ni canasta sencilla para la selección, ni tiro libre por la técnica. Mal negocio que no descentró a los españoles.
De hecho, llegaron los mejores minutos del equipo, con un parcial de 11-5 con el que se bajó el telón a los dos primeros cuartos y que llevó a España con una sonrisa al vestuario (34-38).
La zona impuesta por Scariolo en la reanudación no le sentó bien al equipo, que se topó con la efectividad exterior de los turcos. Sobre todo de Korkmaz, una pesadilla a la que se sumó Osman para darle la vuelta al marcador (48-45, min. 25). El tiempo muerto del seleccionador fue tenso, buscando recargar las pilas y centrar de nuevo a sus jugadores. Una charla productiva, pues recuperó su esencia la selección casi de inmediato. Brown retomó a la dirección inteligente y en sus brazos se encontraron más cómodos sus compañeros. Hasta Garuba, que casi no había mirado al aro en todo el campeonato, se atrevió con la canasta rival. Cuatro puntos del de los Rockets y un triple de Díaz que le sirvieron a España para disputar los últimos diez minutos con una ventaja notable. La mayor del partido (50-56).
Le duró un suspiro la alegría, porque el inicio de los turcos en el cuarto final fue fulgurante. Nueve puntos rapidísimos que pusieron contra las cuerdas a la selección y que obligaron a la reacción desde el banquillo. Puso en liza Scariolo a su guardia pretoriana, con Brown al mando y Willy bajo los aros y los puntos volvieron a fluir. Encadenó España un parcial de 8-0 con el que volvió a creer en la victoria (59-64, min. 35). Por entonces, jugaba ya Turquía sin Sengun (14 puntos y 12 rebotes), eliminado por faltas personales. Un alivio para la selección, que se había quedado por la misma razón sin Darío Brizuela.
La reacción turca llegó de la mano de Osman (20 puntos), que estrechó la diferencia al mínimo a falta de un minuto. 40 segundos en los que se comprimió el futuro de los dos equipos en este Eurobasket. El ataque español lo desbarató Turquía con una gran defensa que no permitió ni lanzamiento. Quedaban veinte segundos en el reloj que debían ser todos para los otomanos, que no contaban con el ímpetu de Alberto Díaz. Un jugador rescatado a última hora que se convirtió en protagonista al robar la pelota en el saque de fondo. Toque sutil que tocó en Larkin y cambió de lado la posesión. Willy, objeto de falta rápida, acertó con los dos libres y alargó el thriller unos segundos más (68-71). Un último ataque para Turquía que derivó en dos libres para Larkin. Anotó el primero el base (que solo había sumado una canasta en todo el partido) y falló el segundo. Victoria para la selección, que celebró por todo lo alto su clasificación como primera de grupo. Misión cumplida antes de mirar ya hacia Lituania, rival al que ya se enfrentó sin éxito en la preparación y que solo ha podido ganar dos encuentros en el temido grupo B.
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