Los Mavericks de Doncic se quedan fuera de la lucha por el anillo de la NBA

El fracaso de los Mavericks se confirmó la pasada madrugada, con una derrota ante los Bulls que les deja definitivamente fuera de la lucha por el anillo (115-112). Desastre total para una franquicia que llegó a coquetear con la parte alta de la clasificación a mediados de temporada y que ha terminado completamente destrozada tras el traspaso que llevó a Kyrie Irving a compartir vestuario con Luka Doncic.

El esloveno acaba la temporada con sus mejores números en la NBA, pero muy lejos del anillo. Más que nunca. Porque desde su temporada de novato siempre había disputado los playoffs, algo que no sucederá este año. Vacaciones anticipadas para la estrella eslovena, que tendrá mucho tiempo para pensar en su futuro.

Doncic, que seguramente no jugará el último partido de la temporada ante los Spurs, acaba su quinta campaña en la NBA con 32,4 puntos, 8,6 rebotes y 8 asistencias de media. Números que le situaban en la carrera por el MVP de la temporada, de la que se cayó al mismo ritmo que se disipaban las opciones de victoria de los Mavericks.

Un equipo que comenzó bien, que llegó a ser cuarto en el Oeste y que empezó a descarrilar con la llegada de Kyrie Irving en el mercado de invierno. La apuesta de Cuban y los Mavs no salió como esperaba. No siempre la suma de talento mejora los resultados y ha sido el caso.

La llegada del base se llevó por el camino buena parte de las piezas con las que mezclaba muy bien Luka Doncic. En especial, la de Dinwiddie, el suplente con el que a veces compartía pista y que le surtía de buenos balones.

La eliminación de los Mavericks, que piensan ya en la lotería del draft y en la reconstrucción alrededor de Doncic, deja al esloveno muchos meses para darle vueltas a la cabeza. No volverá a la NBA hasta después del Mundial de baloncesto y para entonces espera que Mark Cuban y el resto del staff técnicos de Dallas haya dado una vuelta a la plantilla. Un vuelco que le permita afrontar la temporada con una alegría que ha perdido y que empieza a hacerle mirar con buenos ojos una posible salida.