Lágrimas, trabajo e ilusión: así salió Ricky Rubio del agujero tras su lesión

J. B. Bickerstaff, el técnico de Cleveland, ya anunció hace un par de semanas que el regreso de Rubio estaba muy cerca. Desde entonces, el español ha acumulado minutos de entrenamiento junto a sus compañeros, ganando el tono físico y competitivo necesario para evitar una recaída. Periodo de adaptación que ha llegado a su final, tal y como dejaba entrever el propio Ricky en sus redes sociales estos días, en las que publicaba un enigmático mensaje con un reloj que marcaba la cuenta atrás.

Aunque Ricky ya conocía el proceso -por desgracia, no era la primera vez que se rompía los ligamentos de la rodilla-, el camino se le ha hecho especialmente duro esta vez. Lágrimas, dudas, desconfianza... El propio jugador lo reconocía hace solo unas semanas en una entrevista concedida a «El Reverso»,podcast de la NBA. «Me acuerdo de un día, cuando llegué a El Masnou a las dos semanas de operarme, estaba con muletas y no sabía bajar las escaleras de mi casa. Eran las 5 de la mañana, con el jet lag… y empecé a llorar. Entonces mi mujer me abrazó y con eso fue suficiente, supe que iba a ser duro pero que la iba a tener al lado. Y eso me ha ayudado muchísimo en momentos duros», reconocía el jugador, que ha encontrado en la familia un apoyo fundamental.

A medio camino entre El Masnou y Claveland, el jugador ha protagonizado innumerables sesiones de fisioterapia, de trabajo en la piscina y en el gimnasio hasta encontrarse con las fuerzas necesarias para pisar una cancha. Primero sin balón, luego ya con él y más tarde, junto al resto de sus compañeros, con los que lleva entrenando ya varias semanas. «Esta lesión ha sido una montaña rusa, con muchas emociones en mi mente, desde ganas, emoción, miedo, intriga… pero la que sobresale más es la ilusión», decía.

En su ausencia, los Cavaliers han armado un equipo ilusionante comandado por su antiguo compañero de los Jazz, Donovan Mitchell. Con su fichaje, la franquicia ha avanzado en su reconstrucción y sueñan con jugar una final este mismo año. La llegada de Mitchell ha sido otro de los aspectos positivos para Ricky, pues ambos demostraron una química especial en Utah que esperan poder repetir ahora en esta nueva etapa.

El regreso de Ricky, adelantado por el periodista americano Wojnarowski, estará marcado por la restricción de minutos, algo muy habitual en este tipo de lesiones en la NBA. Una vuelta paulatina que le permita llegar a pleno rendimiento a los playoffs. Los Cavaliers son actualmente quintos del Este, a solo una victoria del segundo puesto de los Nets.

Con Darius Garland como base titular indiscutible, el rol de Rubio debería ser el de sexto hombre, el mismo que tenía antes de su lesión. Un papel en el que se encuentra cómodo en este último tramo de su carrera en la NBA. «En la NBA, para ser sincero, no me queda mucho. Cuando mi hijo empiece a estar en la escuela -Liam nació después del Mundial 2019-, me gustaría estar asentado en mi casa de Badalona. Dos o tres años diría que me quedan. Creo que he encontrado mi sitio en Cleveland, estoy a gusto y quiero llegar con este proyecto a la cima. Sueño con vivir la experiencia de jugar unas Finales», reconocía el catalán en la mencionada entrevista.

Para é, hoy llega el final del túnel. Adiós a una lesión que le ha marcado y sobre la que espera construir el sueño del anillo. Anhelo que lleva persiguiendo desde que aterrizó en la liga americana siendo solo un chaval.