Hazte premium Hazte premium

Baloncesto

Baloncesto español: vacío, paréntesis o continuidad tras la generación de oro

Selección española

El Preolímpico, los Hernangómez y la gestión de las categorías inferiores, grandes dilemas de Sergio Scariolo en el reto por relanzar a la selección tras el fin de ciclo vivido en el Mundial

Orgullo e indignación en España: «Con lo que tenemos, es de nuestros mejores torneos»

Los hermanos Hernangómez, Abrines, Brizuela y Víctor Claver durante un entrenamiento de la selección EFE
Pablo Lodeiro Fernández

Esta funcionalidad es sólo para registrados

A España, después de mucha demora, le tocó despertar del sueño, una fiesta infinita de títulos y brindis a la que nunca le alcanzaba el amanecer. Fue en el sudeste asiático, en la húmeda y calurosa Yakarta, capital de Indonesia, donde la realidad abofeteó a un equipo que llegó a convencerse de que era invencible, de que daba igual lo cuesta arriba que se pusiese un partido o un torneo. Letonia primero y Canadá después tumbaron a los chicos de Sergio Scariolo, dos encuentros en los que la selección tuvo en su mano ganar, pero en los que, de manera evidente, les faltó gasolina para rematar la faena.

Hacer un gran papel en el Mundial hubiese sido ya una proeza, pues las bajas (Ricky Rubio, Lorenzo Brown) y la falta de ritmo competitivo de los referentes (los hermanos Hernangómez) habían construido un handicap muy difícil de esquivar. Pero no hay mal que por bien no venga, o eso dicen, y la derrota ha puesto sobre la mesa una serie de debates que desde hace tiempo debían de haber sido tratados, suavizados por dos victorias imposibles, en el Mundial de 2018 y en el Eurobasket de 2022. Toca ahora hablar de presente y futuro pero, como decía Jack, vayamos por partes.

«A los jóvenes no se les puede cargar de responsabilidad. Hay que darles tiempo para que se conviertan en líderes»

Berni Rodríguez

Campeón del mundo en 2006

No habrá mucho tiempo para orquestar una gran revolución pues, tras caer en la segunda fase del torneo internacional, a España le tocará jugar el Preolímpico en julio de 2024 (del 2 al 7) para sacar un billete a París, donde en agosto se disputarán los Juegos Olímpicos. «Es un reto supercomplicado. Hay muchos problemas, como el que tenemos en la posición de base, en la que venimos utilizando a dos jugadores (Alberto Díaz y Juan Núñez) que no son titulares en sus equipos. Pero también es verdad que la selección ha competido siempre muy bien, por encima del talento. El optimismo debe basarse en el pasado», explica a ABC José Luis Pichel, técnico del Real Madrid, Fuenlabrada y ahora miembro del cuerpo técnico del Logroño en LEB de Oro.

Coincide con el madrileño Berni Rodríguez, campeón del mundo con España en 2006 y plata olímpica en Pekín 2008. «La clave está en incorporar para el torneo a Lorenzo Brown y a Ricky Rubio, o a uno de los dos. En caso de no ser así, estoy convencido de que el equipo competirá muy bien en el Preolímpico, un torneo durísimo en el que se quedarán grandes selecciones fuera de los Juegos», analiza para ABC el malagueño.

Una «guerra»

Una batalla en la que Scariolo tendrá que llevar toda la artillería, pues el torneo exige máxima fiabilidad (entran 24 y solo salen cuatro) y en el que la selección podría tener que medirse a huesos como Brasil, Italia, Finlandia, República Dominicana o Letonia. Para esta «guerra», como lo definió Scariolo tras el fracaso mundialista, son los Hernangómez la gran baza hacia el éxito. Los madrileños han decidido al unísono volver al baloncesto europeo tras dos infructuosas aventuras en la NBA. Willy se ha convertido en uno de los jugadores mejor pagados del viejo continente tras fichar por el Barcelona y Juancho vestirá el verde del Panathinaikos, uno de los grandes agitadores del mercado en la Euroliga.

Siempre ha habido grandes esperanzas en torno a los hermanos, profecías que se convirtieron en realidad en el último Eurobasket, donde Willy fue elegido mejor jugador y Juancho, MVP de la final tras endosarle 27 puntos a los franceses. Pero el papel de ambos en el Mundial generó algunas dudas sobre si ya estaban hechos para liderar la siguiente etapa de la selección tras la marcha de los Gasol. «No hay duda de que son los siguientes en la línea sucesoria. Están en la edad correcta para asumirlo. Esto es deporte y muchas veces no depende de ti. Pero sí, no tengo dudas de que están capacitados», afirma con rotundidad Rodríguez.

Pichel, que ha trabajado con los dos jugadores en el pasado, cree que la batuta de la selección les ha llegado en el momento adecuado y que es realmente el contexto en el que van a erigir ese liderazgo lo que merece ser analizado. «Están preparados, pero otra cosa es el nivel de selección que hemos tenido en los últimos años. Yo desde fuera, que no he tenido ningún contacto con la selección, creo que en el equipo siempre ha habido una gran confianza hacia los jugadores. Se ha jugado con una propuesta muy colectiva en los últimos campeonatos y eso se debe notar a la hora de que ellos asuman el rol de líderes», explica el entrenador.

«El optimismo debe basarse en el pasado. Siempre hemos competido por encima de nuestras posibilidades»

José Luis Pichel

Técnico del Logroño

«Tiene mucho mérito haber sido un equipo sostenible en el tiempo. El resultado en el Mundial no nos debe dejar sensación de vacío, al contrario, debe motivar para asumir el siguiente reto», esgrime Pichel, quien incluso cree que la generación de mediados de los noventa, donde también están Alberto Díaz (Unicaja de Málaga) y Darío Brizuela (Barcelona), debe apoyar esta transición con un paso hacia delante.

Ya tratado el pasado y el presente, toca mirar al futuro. Una de las grandes novedades de Scariolo en la lista de preparación para el Mundial fue que, en vez de tener 22 integrantes, reclutó a 16. El motivo es que el italiano decidió utilizar de esparrin a los talentos más prometedores de nuestro baloncesto. A medida que pasaban las semanas, por los entrenamientos del combinado nacional desfilaban nombres como Izan Almansa, Aday Mara, Hugo González, Lucas Langarita o Michael Caicedo. A esta iniciativa se la llamó 'Los Golden Boys 2.0', toda una declaración de intenciones, pues el grupo que ostentaba la versión primaria de este título eran nombres como Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Carlos Cabezas o Carlos Jiménez.

El entusiasmo se debe a que las categorías inferiores, 'las U' como se las conoce coloquialmente, han dominado el panorama continental e internacional en los últimos dos veranos, sumando una cascada de títulos casi infinita entre los que destacan el oro en el Mundial sub-19 o la plata en el Eurobasket sub-18. Y visto lo visto, ¿podrían estar listos para empezar a aportar desde ya a la absoluta?

«Es pronto, son jugadores muy jóvenes, pero está claro que acabarán entrando en la dinámica de la absoluta. Pero hay que tener claro que a ellos son los últimos a los que se les debe cargar tanta responsabilidad. A corto plazo no creo, pero a medio plazo serán los líderes de la selección», afina Berni Rodríguez sobre la pregunta.

«Creo que tenemos un pequeño escalón generacional. Quizás ahora, en los que están más cerca de dar el salto al liderazgo, no hay tantos de primerísimo nivel. Pero sí en los más jóvenes, por lo tanto las previsiones deben ser optimistas. Garuba, Aldama o Núñez han sido muy importantes en el Mundial y, aunque hayamos pagado el no tener deportistas más consolidados, que estos hayan asumido esta carga de partidos, les vendrá muy bien para los próximos desafíos. Además, de los que vienen por abajo, sí hay alguno que puede llegar a lo más alto», concluye Pichel.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación