Ya es historia del deporte: Gregg Popovich coge el micrófono para abroncar a sus aficionados en pleno partido

La noche de baloncesto en la NBA dejó una de las imágenes a recordar del último año en el deporte, un insólito gesto del veterano Gregg Popovich, entrenador de los San Antonio Spurs, que se convirtió inmediatamente en historia de la canasta.

El técnico dejó de piedra a propios y extraños cuando, en pleno partido en el Frost Bank Center ante Los Ángeles Clippers, se dirigió a la mesa, agarró un micrófono y pidió por la megafonía del pabellón que pararan los abucheos de su afición a Kahwi Leonard, su exjugador y actual estrella de la franquicia angelina.

«Disculpen un segundo. ¿Podemos dejar de abuchear, dejar que estos muchachos jueguen y mostrar un poco de clase? No es lo que somos. Dejad de abuchear», clamó el mítico entrenador de 74 años, el que atesora más victorias en la mejor liga del mundo.

La atípica escena sucedió cuando Kawhi Leonard se enfrentaba a la línea de tiros libres, a poco más de 3 minutos para el final del segundo cuarto. Jugador de los Spurs de 2011 a 2018 y gran estrella del equipo en su último año, cuando ganaron el anillo de la NBA, salió con polémica rumbo a los Toronto Raptors y de ahí el rencor de los aficionados.

La sorprendente petición de Popovich no provocó el efecto deseado, pues los abucheos se redoblaron y el tronar de la grada creció en decibelios ya no solo para la estrella rival sino también para el resto de sus compañeros.

Tampoco influiría en el resultado, pues los San Antonio Spurs acabaron perdiendo por 102-109. Ni siquiera la aportación de un notable Wembanyama (22 puntos, 15 rebotes y 3 asistencias) bastó para que los de Popovich amarrasen el encuentro.

Tras el encuentro el entrenador de los Spurs trató de explicar su acción con el micrófono en pleno partido, argumentando que pretendía que los abucheos parasen para no motivar a sus rivales más de lo necesario: «Creo que a cualquiera que sepa algo sobre deportes no le debe molestar... No toques al oso».

Kawhi Leonard, que acabó el partido con 26 puntos en el zurrón, restó importancia a los abucheos y aseguró que no le habían molestado: «Si no tengo puesta la camiseta de los Spurs probablemente me abuchearán el resto de mi carrera. Como dije, son una de las mejores aficiones de la NBA y son muy competitivos. Pero cuando estoy en la calle o entro en restaurantes me demuestran amor. Así que es lo que es».