Barcelona 108 - 76 tenerife
El Barça arrasa al Tenerife y se enfrentará al Real Madrid por el título
Copa del rey 2024 Málaga
Los azulgranas, con un muy buen Hernangómez, pasan a la final de la Copa del Rey
El Madrid reduce a cenizas al Valencia y estará en la gran final de la Copa del Rey
Willy Hernangómez celebra una canasta ante Diop
Al Barça solo le hizo falta subir una marcha para clasificarse para la final de la Copa del Rey, donde se las verá con el Real Madrid. Si los blancos apearon al Valencia por la vía rápida, igual de despiadados fueron los azulgranas ante el Tenerife, a los que noquearon una y otra vez en la primera parte, rendidos los canarios al ver que la diferencia era de 30 puntos al descanso.
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Willy Hernangómez, con el partido desmenuzado, sí mostró una gran versión, acumulando estadísticas con mucha facilidad. Además, la dirección de Jokubaitis y Satoransky, junto con el acierto desde el triple de Abrines y Da Silva, permitieron una de las versiones más dominantes del Barcelona de Roger Grimau.
Tras el milagro del Unicaja de la temporada pasada, el primer gran trofeo de la temporada española volverá a ser disputado por los dos mastodontes de nuestro baloncesto, que han mostrado una superioridad sideral en las semifinales.
Autoritario quiso presentarse el Barcelona en la segunda semifinal de la Copa, aupados los azulgranas en un Jabari Parker al que han elevado en tiempo récord a la categoría de ídolo. Cinco puntos del norteamericano dieron un subidón de endorfina a los chicos de Grimau, que veían cómo el Tenerife se estrellaba una y otra vez desde la línea de tres. De hecho, le costaba horrores sumar desde cualquier posición, necesitaba de hasta tres intentos consecutivos para atravesar la red.
Pero revivieron pronto los canarios gracias a Marcelinho Huertas, hombre sabio, generoso e inmortal donde los haya en el baloncesto español. Con el brasileño todo es más fácil y, en un santiamén, el Tenerife estaba en cabeza. Un triple de Abromaitis para cerrar el primer cuarto, sobre la bocina, obligó a los azulgranas a replantearse el duelo. No en vano, el Tenerife es el actual subcampeón.
Y como ante el Manresa, Jokubaitis fue la respuesta. El lituano, pelo rizado y cara de niño travieso, aceleró las pulsaciones del Barça, que se reencontró con su identidad. El especial beneficiado fue Hernangómez, que comenzó a anotar de manera continuista. Serio el madrileño, en ataque y en defensa, uno de sus principales hándicaps. El duelo lo acabó de romper Satoransky con un gran triple y dos bandejas de costa a costa, siete puntos consecutivos que fruncieron el rostro de Vidorreta.
El baile hasta el descanso fue doloroso en clave canaria, desatados los azulgranas desde la línea de tres y a la hora de deshacer la defensa rival. Da Silva, Abrines en dos ocasiones y Jokubaitis no fallaron el disparo lejano y convirtieron al Tenerife en un trapo inútil. Aunque quedaba toda la segunda parte, la diferencia ya era de 30.
Lo que restó del partido fue una verbena, más interesado el público en festejar la vida, en escuchar la peculiar lista del DJ (cambiaba en cuestión de segundos de Eminem a King África) y en pensar en la variada noche malagueña. No había más que contar, un Real Madrid-Barcelona sería la final de la Copa del Rey de 2024.
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