Baloncesto / copa del rey
El Barça se juega el cuello en Gran Canaria
Los azulgranas, tras meses de vaivenes en la pista y en los despachos, debutan ante el siempre peligroso Tenerife
Cuadro de la Copa del Rey de baloncesto 2025: equipos, fechas y partidos

La Copa del Rey, un año más, devuelve el ambiente festivo al baloncesto español. El torneo es visto como una oportunidad única, un laberinto en el que cualquiera, sin importar presupuesto o dinámica, está a tres partidos de coronarse como nuevo campeón. Al menos ... esa es la realidad de siete de los ocho participantes en la edición de 2025, pues el Barcelona ha llegado a Canarias con una gran losa sobre su espalda. Los azulgranas están obligados a realizar un buen papel, casi a levantar el trofeo el próximo domingo, para evitar que su proyecto, tras meses de vaivenes en las canchas y en los despachos, explote de manera definitiva. Hoy, en su debut ante el Tenerife (21:30 horas, Movistar Plus), podrá verse cuál de sus versiones ha llegado a la isla.
Cabe recordar que los catalanes estuvieron muy cerca de quedarse sin Copa por primera vez en los últimos 58 años. Dos derrotas consecutivas ante Girona y Joventut en la primera semana de enero les arrimaron al precipicio, aunque finalmente su amplia calidad les permitió vencer al Gran Canaria y al Bilbao y hacerse con la última y octava plaza sobre la bocina, en la última jornada de la primera vuelta liguera. De hecho, era una realidad que, si el equipo no conseguía el billete para Canarias, su técnico, Joan Peñarroya, sería destituido. El de Tarrasa consiguió cruzar el Rubicón, pero desde entonces vive con una diana en la espalda, consciente de que un nuevo tropiezo de calado podría significar la destitución fulminante.
Algo no ruge como debe en las entrañas del club, que posee una gran plantilla, bien reforzada en verano con hasta cinco fichajes de categoría, pero carente de alma y orgullo propio. El Barça es capaz de encadenar cuatro triunfos consecutivos contra varios de los mejores equipos de la Euroliga, como ya hizo hace un mes ante París, Mónaco, Panathinaikos, y Efes, o de llegar a perder de 17 puntos en su propia casa ante el Manresa. Una dualidad en la que lleva estancada toda la campaña, y que amenaza con volver a hacer acto de presencia en la Copa, donde un mal cuarto puede suponer una herida irreparable.
«Vamos a Gran Canaria con la intención de ganar la competición. A partir de aquí, el único foco que tenemos es en el partido ante el Tenerife. Tenemos la seguridad de que podemos ganar a cualquier rival, como también podemos sufrir contra cualquiera. La semana pasada ante Maccabi, Olympiacos y Valencia dimos un buen tono. Ahora tenemos que seguir dándolo», aseguró Peñarroya antes del debut de los suyos.
Es cierto que no todos los males surgen del núcleo del equipo, ya que los líderes de las sección deportiva, Josep Cubells y Juan Carlos Navarro, no han estado exentos de polémica. Todo comenzó el pasado 24 de noviembre en un duelo ante el Baskonia, cuando Nicolás Laprovittola, una de las piezas nucleares del esquema de Peñarroya, se rompió los ligamentos de la rodilla, un percance que le dejaría fuera de juego lo que restaba de temporada. Como es lógico, el Barça estaba obligado a acudir al mercado para suplir la baja de larga duración de uno de sus titulares. Sin embargo, una vez más, la ficción superó a la realidad.
Primero se contrató a Raul Neto, pero el brasileño fue presa de dos graves lesiones musculares, lo cual solo le permitió jugar ocho minutos con la elástica azulgrana en los dos meses que estuvo en Barcelona. Fallido el experimento, la sorpresa saltó y la plana mayor se arrimó a Thomas Heurtel, un viejo conocido, también con turbulento pasado, que parecía encajar con las necesidades de los catalanes, además de protagonizar una bella segunda oportunidad tras su salida en 2020. Sin embargo, el galo fue abandonado en el aeropuerto de El Prat y, acto seguido, se decidió que no se ficharía a nadie más. Incluso Peñarroya ha pedido en público un refuerzo para la posición de base, pero a sus lamentos se los ha llevado el viento.
«Los equipos se van construyendo a lo largo del año, con el día a día. La idea no es utilizar las lesiones como algo motivacional, no montaré una película tipo 300. El equipo está creciendo, asimilando. Si el equipo canaliza bien los problemas lo hace mejor. No es que se tenga que hacer un reset, estamos en una semana especial. El equipo cree que puede hacer una muy buena semana. Con esa idea vamos, nosotros y seguramente los otros siete equipos», concluyó el técnico.
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