Baloncesto
Las apuestas deportivas manchan a la NBA
La liga, que ha recurrido al juego como vía para expandir su imperio, se ve salpicada por amenazas a un técnico y la investigación a un jugador por amaño
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La NBA celebra su nueva edad de oro. El distanciamiento con parte de la sociedad estadounidense por su apoyo incondicional al 'Black Lives Matter' en 2021, las bajas audiencias que siguieron a las cuatro finales consecutivas (2015-2018) entre los Golden State Warriors y LeBron James, el mejor equipo del mundo contra el mejor jugador del mundo, y la crisis del coronavirus, dieron paso a un remanso de paz y a un tiempo de expansión económica sin precedentes en la liga. Comenzaron a aparecer estrellas como en la más despejada de las noches (Jokic, Embiid, Doncic, Antetokounmpo, Tatum, Morant) y los ingresos se dispararon, más de 8.000 millones de dólares solo la pasada campaña. Y todo esto antes de que se negocie el nuevo contrato televisivo de la liga. El actual acaba en 2025 y, según la prensa norteamericana, el siguiente trato podría reportar a la NBA 75.000 millones durante las próximas nueve campañas, un montante que permitiría que las estrellas firmen nuevos contratos de más de 300 millones en cinco años, una cifra histórica.
Un ecosistema que ha llevado al comisionado de la competición, Adam Silver, a buscar nuevos caminos con los que romper el techo y trepar hasta cumbres inaccesibles hace solo unos años. Por ejemplo, tres temporadas atrás, se creó el 'Play-In', una repesca en la que el sexto, séptimo, octavo y noveno de cada conferencia peleaban por las últimas dos plazas para los playoffs. El resultado fue un éxito. Y este año se estrenó el 'In-Season Tournament', una suerte de Copa del Rey disputada en enero que, además de darle vida a la liga en sus meses más densos, también permitió a la organización coquetear con el golfo Pérsico, imán del deporte occidental (el torneo tuvo como patrocinador principal a Emirates Airlines, propiedad de Ahmed bin Saeed Al Maktoum, miembro de la familia real de Dubái, Emiratos Árabes Unidos).
Y, la última carta económica lanzada por Silver, las apuestas deportivas, se ha convertido en un arma de doble filo en tiempo récord. En 2021, la competición anunciaba que las casas de juego DraftKings y FanDuel se transformaban en patrocinadoras oficiales, decisión que estaba precedida por la orden del Tribunal Supremo de Estados Unidos que, en 2018, legalizaba el juego en todo el país tras cientos de años restringido a la clandestinidad y a la única luz del desierto de Mojave, la ciudad de Las Vegas. Urbe que, casi con total seguridad, tendrá un equipo de la NBA en los próximos años.
Facilidades para apostar
Por lo tanto, la herencia puritana de los padres fundadores que evitaba la normalización de las apuestas parece solventada y, por eso, la NBA, que también fue muy reticente a ello en el pasado, no ha dudado en aprovechar el recoveco. Ya en el último convenio colectivo, que entró en vigor al comienzo de esta campaña, se permitía a los jugadores asociarse con empresas de apuestas, siempre que no hiciesen publicidad directa ni que obtuvieran más del 1% de una compañía que ofrezca contenidos relacionados con la NBA.
Además, no solo tendrá a dos casas como aliadas, sino que, esta misma temporada, la liga permitirá apostar en directo mediante su aplicación (NBA League Pass) con las empresas antes mencionadas y con el apoyo de Sportradar, una empresa de datos. «Es muy novedoso, no existe algo semejante en el deporte de élite. Que la NBA introduzca en su día a día las apuestas no le dará mucho beneficio económico directo, pero es una manera de ampliar su influencia a más mercados, mejorar las audiencias y hacer más atractivo el torneo. Pero para ver cómo afecta al negocio habrá que esperar unos meses», aseguran fuentes del sector. Sin embargo, la pura ambición de la liga ha sido frenada en seco en las últimas semanas.
La primera alerta llegó el pasado día 10, cuando la estrella francesa de los Minnesota Timberwolves, el pívot Rudy Gobert, recibió la mayor multa de la historia de la liga (100.000 dólares). Ocurrió durante un partido ante los Cleveland Cavaliers y después de que el galo fuese expulsado por seis faltas personales. Mientras se dirigía al banquillo, miró al cuadro arbitral y se frotó los pulgares con los índices, gesto internacional del dinero. «Los árbitros cometen errores. Pero a veces creo que son más que errores. Creo que todo el mundo en esta liga lo sabe. Y creo que tiene que cambiar», aseguró.
Once días después, el asunto se volvió más escabroso. J. B. Bickerstaff, entrenador de los Cavaliers, aseguró que había recibido amenazas por teléfono de apostadores antes de un duelo para que sus pupilos perdieran. «Obtuvieron mi número de teléfono y me enviaron mensajes terribles sobre dónde vivo yo y mis hijos. Es un juego peligroso y la línea que nos protege es muy fina. Esto supone una presión adicional. Trae distracciones al deporte que pueden ser difíciles para los jugadores, entrenadores, árbitros y todos los involucrados en él. Y creo que realmente debemos tener cuidado con cuánto queremos que se acerque (el juego) al deporte y con cómo afecta a la seguridad de las personas que están involucradas en el mismo», declaró. Palabras que chocan con la realidad pues, el estadio de los Cavaliers, el Rocket Mortage FieldHouse, tiene una casa de apuestas dentro.
Porter, bajo el foco
Pero sin duda, la línea roja se traspasó hace tres días. Como adelantó el gurú informativo de la liga Adrian Wojnarowski, esta semana se ha abierto un expediente al pívot Jontay Porter, de los Toronto Raptors, por estar involucrado en dos movimientos sospechosos. El 26 de enero, en el duelo entre canadienses y los Angeles Clippers, las apuestas que más dinero originaron fueron las referentes a los lanzamientos de tres del propio Porter. El jugador no lanzó triples, estuvo por debajo de sus estadísticas y, además, se retiró a los pocos minutos alegando una lesión. Y hace solo seis días, en el duelo ante los Sacramento Kings, pasó algo similar. Una vez más, las apuestas que más movimientos generaron fueron las referidas al jugador de 24 años. Solo lanzó un tiro antes de pedir el cambio sin un motivo de gravedad aparente.
Saltaron las alarmas y Porter, hermano del jugador de los Nuggets y actual campeón Michael Porter, ya ha sido apartado de la dinámica del equipo mientras se esclarece el asunto. Garrett Temple, compañero del investigado y vicepresidente del sindicato de jugadores, ha asegurado que lo apoyará aunque muestra preocupación por la situación. Si se confirman las sospechas, la sanción promete ser fulminante y ejemplificadora.
Tras tres toques de atención, está por ver si la NBA da marcha atrás o si sigue con la hoja de ruta, aunque lo más probable es que elija la segunda opción. La mejor liga de baloncesto del mundo tiene un hambre implacable y las apuestas son su nueva mina de oro. Pero la mancha ya está sobre sus siglas.
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