Baloncesto
La ACB crea una burbuja en Valencia para decidir al campeón
La Liga Endesa se blinda en Valencia, donde ha creado un cordón sanitario para los doce mejores equipos que se jugarán el título de Liga a partir de mañana
Así es la cuarentena de los jugadores ACB en Valencia

Cien días después de que la ACB bajara el telón por culpa del coronavirus, el balón volverá a botar mañana sobre el parqué de la Fuente de San Luis. El pabellón del Valencia Basket acogerá el torneo final de la Liga ... Endesa, que reúne estos días en la capital mediterránea a los doce mejores equipos de la clasificación con el objetivo de levantar el título el próximo 30 de junio . Entre medias, 33 partidos repartidos en doce días. La gloria, en apenas siete encuentros. Un formato exprés que reduce las distancias entre los aspirantes , pero que sigue dejando a Real Madrid y Barcelona como grandes favoritos a un trofeo especial, que pasará a la historia del baloncesto español suceda lo que suceda.
Los doce candidatos al título permanecen encerrados desde la semana pasada en una especie de burbuja sanitaria diseñada para que nada falle. La ACB se ha esmerado para que todo esté bajo control y que las dos semanas de torneo se celebren sin sobresaltos, al menos, en el terreno extradeportivo. El miedo a un contagio sobrevuela cada movimiento y tal es el celo que ni siquiera Florentino Pérez podría acercarse a los jugadores del Real Madrid si decidiera viajar hasta Valencia a mitad de torneo para apoyarles. Nadie ajeno a la llamada «zona verde» –la formada por las expediciones de los equipos, los árbitros y los miembros de la organización– podrá entrar en ese círculo antes de que acabe el torneo.

Esa zona verde se ha aglutinado en torno a la Ciudad de las Artes y de las Ciencias . Epicentro de una burbuja que engloba, en apenas un radio de un kilómetro, a todos los equipos e instalaciones necesarias para que todo se desarrolle con normalidad.
Los jugadores llegaron a Valencia el pasado jueves y en total se pasarán tres semanas confinados . Otra cuarentena a la que todos han pasado en sus casas. Concentración similar a la que muchos realizan con sus selecciones nacionales durante el verano, aunque con un tinte especial, pues cualquier visita o contacto con el exterior está totalmente prohibida. En cada hotel hay cuatro equipos , que solo han podido mezclarse entre ellos una vez que todos los miembros han pasado un doble cribado serológico.
Para algunos, como Sergio Llull , este confinamiento está siendo especialmente complicado, pues fue papá de nuevo hace solo veinte días y le ha costado alejarse de su familia. «Claro que se hace un poco duro, pero tengo la fortuna de que mi familia lo entiende. Todos tenemos que hacer un esfuerzo para que todo se reactive poco a poco. A todo el mundo le ha tocado sufrir este virus de una manera u otra. Todo es un poco extraño, pero hay que cumplir los protocolos para que todo vuelva a ser como antes en el menor tiempo posible », explicaba ayer el jugador, uno de los referentes de un Real Madrid que aspira a sumar su tercer título liguero consecutivo, algo que no ocurre desde la década de los 80.

Los blancos son el rival a batir junto al Barcelona . Asu potencia deportiva habitual, un punto por encima del resto, se une esta vez la ausencia de bajas importante. Algo que la mayoría del resto de equipos no pueden decir. La pandemia del coronavirus ha mermado a varios de los aspirantes, incapaces de mantener el talento en tiempos de crisis. Es el caso, por ejemplo, del Casademont Zaragoza , tercer clasificado, pero golpeado por las ausencias de última hora. «Tenemos mucha ilusión. Es cierto que tenemos bajas, pero hemos entrenado mucho y muy bien y creo que podemos hacer una buena fase final. Por una parte, tenemos un poco de ventaja frente a los equipos grandes ya que al ser un torneo corto, con enfrentamientos cara a cara, las diferencias se igualan», explicó ayer Carlos Alocén , base del equipo maño, en un rueda de prensa telemática.
La ausencia de público, como ocurre en los partidos de LaLiga, será la tónica del torneo y uno de los factores a tener en cuenta. « Jugar a puerta cerrada y sin afición va a ser muy difícil para todos . Da igual que sea Valencia o fuera otro sitio. Conocemos las canastas mejor que los otros, pero nosotros con lo que jugamos mejor es con nuestra afición en la grada», asumía Dubljevic, pívot del Valencia Basket, que ejercerá de anfitrión, pero sin el sustento de la grada.
El apoyo de Juan Roig
Quedan apenas unas horas para que el balón se lance al aire de nuevo, pero hace ya mucho tiempo que la ACB se puso en funcionamiento para que eso pudiera ocurrir en las mejores condiciones. Los clubes optaron por ser prudentes con el estallido de la pandemia y dejaron pasar los días para conocer la evolución de la enfermedad antes de tomar una decisión sobre el futuro del campeonato. Esa paciencia desembocó en un acuerdo unánime –algo bastante extraño en el entramado de la ACB– que llevaría a una sola ciudad a los doce equipos candidatos al título. Una idea que cautivó a muchos territorios, aunque fue Valencia la que terminó por convencer a los clubes .
Por encima de las ofertas económicas, lo que decantó la balanza fue la pasión que Juan Roig y el Valencia Basket pusieron desde el principio. El dueño de Mercadona, mecenas del club naranja y de cientos de deportistas a través de la Fundación Trinidad Alfonso , ha cedido de manera gratuita las instalaciones de L’Alquería y ha costeado el alojamiento de los jugadores. Todo, por situar a Valencia como capital mundial del baloncesto, que estos días centrará sus miradas en la Fuente de San Luis , donde la canasta tratará de volver a su antigua normalidad.

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