El «fan prohibido» de los Cavaliers podrá volver a entrar en el Quicken Loans Arena

Hace ya un año y medio desde que James Blair protagonizó uno de los capítulos más importantes y a la vez más tristes de su vida. Este joven de Cleveland, aficionado al baloncesto y a LeBron James en particular, decidió saltar a la cancha del Quicken Loans Arena durante una de las visitas de su ídolo a Ohio. Lo hizo con una camiseta en la que se podía leer un mensaje explícito -«Te echo de menos, vuelve en 2014»- que no sentó nada bien en la directiva de los Cavaliers, que decidieron prohibirle la entrada a partir de ese momento en cualquier partido del equipo.

La imagen de LeBron acariciando la cabeza del chaval mientras la gente de seguridad le retiraba de la cancha dio la vuelta al mundo y la decisión de la franquicia pareció exagerada. Ahora, con el jugador de vuelta en Cleveland, las aguas han vuelto a su cauce.

Lejos queda ya ese 20 de marzo de 2013 en el que los Heat se llevaron el triunfo tras remontar 27 puntos en el tercer cuarto camino de un nuevo anillo de campeón. Un partido más en la vida de muchos aficionados, pero que para Blair y LeBron James no fue uno más. En el caso del aficionado, porque no volvió a entrar en la cancha de su equipo; en el del jugador, porque empezó a pensar en su regreso a casa.

Un año y medio después, a ambos les ha cambiado la vida. LeBron decidió hace unos meses volver a su equipo de toda la vida para intentar hacerle campeón. Una decisión que, sin querer, ha influido de manera crucial para que James Blair pueda volver a entrar en el Quicken Loans Arena a partir de esta temporada. Una decisión que los Cavaliers han tomado «sin preguntar a LeBron» y que comenzó a estudiarse mucho antes de que el jugador apostara por su regreso. Ahora, aficionado y jugador podrán volver a reunirse en la cancha que les «presentó» en marzo de 2013 y donde ambos confían en celebrar su regreso con un anillo de campeón.