Griezmann vale por diez

A pesar de recibir a uno de los colistas de la competición, el nuevo modelo de la Champions exige ganar y hacerlo bien para acercarse a los octavos. Por ello, el único cambio que introduce Simeone en su ya once de gala es la inclusión de Lino tras su redentor gol ante el Sevilla. En el Metropolitano, la grada de animación, según anuncia el Frente Atlético, afronta su último encuentro de huelga, lo que deja vía libre al millar de eslovacos para hacerse notar.

En vez de salir en tromba de inicio, prefiere el Atlético replegar y ver las intenciones de su rival. Se sorprende el Slovan al encontrarse con la posesión y sus recursos para aprovecharse de ella son muy limitados. Tras unos primeros minutos al trantrán, se aplica la lógica y los rojiblancos se plantan indefinidamente en campo rival.

La tarea que se les presenta es encontrar un hueco en la poblada zaga eslovaca. Una empresa en la que se mueve como pez en el agua Julián Álvarez, entrenado en la escuela ideal para ello que es el Manchester City. Recibe el argentino la pelota de Lino en la frontal del área y, sin dar tiempo a que ningún rival pueda acecharle, se orienta el esférico y suelta un latigazo con dirección a la escuadra. Golazo para adelantar al Atlético.

Ante la dificultad de percutir entre la defensa del Slovan, abusa el conjunto colchonero del disparo desde fuera del área. Aunque su renta es mínima, se sabe muy superior el Atlético. Sin embargo, la Champions no permite desconexiones, por inferior que sea el rival. Un regalo en forma de cesión defectuosa de Galán permite a Barseghyan encaminarse a toda velocidad a la posición de Oblak. Para fortuna de la parroquia rojiblanca, el complicado disparo del armenio se estrella en el larguero.

Recuperado del susto, vuelve a la carga el Atlético y encuentra a la espalda de la zaga eslovaca una mina que explotar. Primero Lino, asistido por Llorente, se topa hasta en dos ocasiones con Takac. Después es Barrios quien halla la carrera del madrileño, que busca el remate de Griezmann con un centro a las alturas de Madrid. El francés mide a la perfección su salto y logra imponerse a su marca para doblar la ventaja rojiblanca de cabeza.

Tras el entretiempo, se complica lo que parecía una tarde plácida. En lo que se antojaba un acercamiento sin excesivo peligro del Slovan, Lenglet contacta con la pierna de Strelec y, tras se reclamado a revisar la jugada, el lituano Lukjancukas señala penalti. El ariete eslovaco no perdona y aprieta la contienda. Apenas ocho minutos dura el ligero nerviosismo del Metropolitano. El tiempo que tarda Koke, ingresado al descanso por Barrios, en encontrar la posición de Griezmann, habilitado gracias a un rezagado Medvedev. El galo, sin conectar su mejor remate pero con la colaboración del extraño escorzo de Takac, anota el tercero del Atlético y su segundo doblete consecutivo.

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Recuperada su ventaja, aplican el modo ahorro de energía los de Simeone, alargando sus posesiones todo lo que pueden y replegando cuando el balón cae en las botas del Slovan. El técnico argentino prefiere sostener su renta que ampliarla, para lo que da descanso a Griezmann y Julián para dejar únicamente arriba a Sorloth.

Por su parte, la parroquia eslovaca tiene todavía tiempo para ilusionarse con el remate de Voet que Oblak logra desviar lo suficiente para que se estrelle contra el palo y con la entrada de Weiss, hijo del entrenador e ídolo absoluto el ex de City y Espanyol. El Atlético se dedica a esperar al pitido final, y con él, la que ríe última y mejor es la colchonera, que celebra el décimo triunfo consecutivo en una tarde mansa sin apenas contratiempos.