El Bisturí
Hematoma subdural: toda precaución con Le Normand es poca
«Hasta que no se tenga la absoluta seguridad de que la presión ejercida por la colección de sangre no va a aumentar la presión intracraneal, no debe reanudarse ningún tipo de actividad deportiva»
![Le Normand, tras sufrir el golpe en el derbi Atlético - Real Madrid](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2024/11/02/le1-RXIN6EtuhoxgjxAPDUjrifP-1200x840@diario_abc.jpg)
El reciente accidente deportivo que, fortuitamente, sufría Robin Le Normand y sobre el cual el Atlético de Madrid ha informado de que su jugador sufre un hematoma subdural, pone de actualidad la importancia, muchas veces no suficientemente valorada, que los traumatismos craneoencefálicos -especialmente cuando se ... acompañan de conmoción cerebral- tienen en el deporte del fútbol.
En términos generales, un hematoma subdural es una colección de sangre ubicada entre las membranas que envuelven el cerebro. Obviamente, su importancia va a depender siempre del volumen de esta colección líquida y del hecho de que no se produzcan nuevos sangrados, lo que pudiera aumentar su presión sobre el cerebro. El cerebro, que está contenido por la estructura ósea del cráneo, ocupa todo el volumen que existe dentro de la cavidad craneal. La aparición de cualquier elemento que le presione, en este caso, sangre, constituye un cuadro médico al que hay que prestar la máxima importancia.
En casos como el que nos ocupa, toda precaución es poca y hasta que no se tenga la absoluta seguridad de que la presión ejercida por la colección de sangre no va a aumentar la presión intracraneal, no debe reanudarse ningún tipo de actividad deportiva.
La FIFA ha mostrado su preocupación recientemente sobre los traumatismos craneoencefálicos con conmoción cerebral, resaltando que, si el futbolista sufre un nuevo impacto antes de resolver por completo la conmoción cerebral, puede desencadenarse el llamado síndrome del segundo impacto, cuyas consecuencias pueden ser fatales. Por ello, autorizaba recientemente el poder realizar un cambio más, incluso cuando se han agotado los cinco preceptivos. Asimismo, la autorización de la vuelta del jugador al terreno de juego tras sufrir un impacto en la cabeza debe valorarla en exclusiva el médico del club, al cual se dirigirá directamente el árbitro.
La resolución de una conmoción cerebral con o sin sangrado, no tiene un plazo acotado y pueden tardar semanas o incluso meses en resolverse. Este tipo de incidentes que en el fútbol de élite están suficientemente resueltos, creemos que, por el contrario, no son valorados en toda su trascendencia en las categorías inferiores. De ahí que consideremos imprescindible la difusión de las pautas que se deben seguir escrupulosamente en el caso de que un jugador sufra un impacto en la cabeza.
En el caso de Le Normand, estamos seguros de que los servicios médicos de primer nivel del Atlético de Madrid están actuando con absoluta pulcritud, preservando, en primer lugar, la salud del jugador y que, solo cuando estimen que esta está preservada, volverá a autorizársele la práctica deportiva. En este caso, más que nunca, toda precaución es poca y dar plazos sería una temeridad y una falta de respeto hacia el jugador.
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