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Fútbol

El Atlético, en busca del mejor Oblak

El esloveno, crucial en su equipo y cinco veces mejor portero de la Liga, atraviesa un ciclo de dudas

José Carlos Carabias

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Baste plantear un titular de este pelo, ‘En busca del mejor Oblak’, para que el sensacional portero del Atlético se marque una noche estelar como acostumbra hoy en el Ciutat de Valencia ante elLevante (21.30 h, Movistar Liga). Pero se deduce, por lo que se ha visto hasta la fecha en dos meses y medio de campaña, que el esloveno no está al nivel estratosférico, una heroicidad cada partido, que ha llevado a la crítica a catalogarlo como uno de los mejores, si no el mejor, porteros del mundo.

No es el mejor inicio de curso para Oblak, habituado como está a mandar en la clasificación de los cancerberos menos goleados y a ser el primer y casi único candidato a llevarse el trofeo Zamora. Ya lo ha ganado cinco veces en las siete temporadas completas que ha participado con el Atlético. No cuenta entre ellas la primera, 2014-15, cuando ingresó dubitativo en el equipo colchonero procedente del Benfica con un precio entonces superior: 10 millones de euros, más las comisiones de los agentes, según ‘Football Leaks’. Ytampoco la 2019-20, cuando Courtois se lo arrebató por siete tantos de diferencia.

Primero o segundo en esta clasificación, el esloveno ha sido siempre una garantía de vida para el Atlético. Y en su sencillez expresiva, llegó a considerar una parada básica el antológico rechace hace dos años a un cabezazo a bocajarro de Benzema. «Era una parada básica para un portero, estaba bien colocado, he visto el balón y he intervenido...», dijo. Desde entonces, cada intervención sobresaliente del portero se ha recalificado con sorna como ‘básica’.

Menos elemental o convencional fue la triple parada que realizó a dos jugadores del Bayer Leverkusen en marzo de 2017, todavía en el Vicente Calderón, emergiendo como un pulpo en tres disparos mano a mano de los delanteros germanos. La UEFA homenajeó al jugador con un expresivo «El muro de Atlético. ¡Qué portero!».

Convertido desde hace tiempo en voz autorizada del vestuario rojiblanco, es el segundo capitán detrás de Koke y uno de los más influyentes. «Habla poco, pero cuando lo hace todos le escuchan», cuentan en el club. Reacio a las redes sociales, aunque se inscribió finalmente en Twitter hace un año, muy amigo de Savic y cauteloso por naturaleza, es uno de los tres mejor pagados de la plantilla y el tercer extranjero con más partidos en la historia del club , detrás de Godín y Filipe.

Este año ha titubeado más de lo normal en su rendimiento superlativo. La dinámica del Atlético no es la mejor en defensa (ocho goles recibidos en nueve partidos) y a Oblak se le ha visto alguna costura. Los dos tantos del último partido con la Real Sociedad son un ejemplo de que nadie es milagroso por genética.

Por lo extraño que resulta, llama la atención consignar fallos del esloveno. En Balaídos, primera jornada del campeonato, no sujeta bien un centro en su área pequeña que acaba con una mano polémica de Llorente y gol de penalti de Iago Aspas. En el campo del Getafe, se le resbala el balón en una salida y la jugada concluye con un cabezazo a gol de Mitrovic. Y en el gol del Alavés en Mendizorroza, Laguardia remata sin oposición en el área chica ante la duda del esloveno. Borrones que seguramente tardará poco en enmendar.

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