Atletismo
Asier Martínez: «Igual el éxito me vino demasiado grande»
El atleta español, gran ausente en los Mundiales de Budapest, hace autocrítica de su caída tras alcanzar la cima: «Romper con Nike fue una cagada; tuvo un alto coste psíquico y profesional»
Asier Martínez: «Potenciaron lo de la bandera española para usarme como arma arrojadiza»

Ha sido el gran ausente. España compitió huérfana en los Mundiales de Budapest. No pudo contar con la gran estrella de 2022, el campeón europeo de los 110 metros vallas, el hombre que se colgó hace un año también el bronce en los Mundiales ... y al que una fascitis plantar ha tenido alejado de la competición todo el verano. Sin embargo, las nubes negras parecen haber abandonado ya el horizonte de Asier Martínez.
—¿Cómo se encuentra?
—Bien. Físicamente bien. En junio tuve primero una rotura parcial de la fascia del pie izquierdo y luego, al intentar forzar, tuve una rotura total el 7 de julio.
—¿Podría competir ya?
—En principio, sí. Tal y como está la fascia, sí podría. Pero ya es fin de temporada y no tiene sentido. No hay prisa, estamos siendo conservadores y he comenzado a entrenar esta semana.
—¿A qué achaca la lesión?
—No sé. Esto es complicado pero sí que influyó mi estado anímico. He estado sometido a problemas relacionados con mi situación a nivel de patrocinador y llevaba cuatro meses en los que no podía pensar en otra cosa. Eso influyó.
—¿Qué enseñanza ha sacado?
—Pues sobre todo, que no hay que confiar en lo que tú quieres escuchar. El año pasado había alcanzado una situación deportiva muy buena y quería convertirla en una situación ya profesional, mejor económicamente. Pero realmente yo ni siquiera quería eso, ahí hubo un cúmulo de influencias externas, de asesores. Ahora he aprendido a priorizar lo que me interesa y me hace feliz.
—¿Y qué le hace feliz?
—Competir. Me encanta el rendimiento, la competición, entrenar bien. Tuve un objetivo ciego, influido por agentes externos y por mí mismo. Acabé estableciéndome metas profesionales que realmente ni siquiera buscaba. A mí me pone cachondo ver una línea de salida con rivales muy exigentes a mi lado. Y me he equivocado al apartar todo eso.
—Quizá no supo asimilar el éxito...
—Ha podido influir. Igual me ha venido demasiado grande y han intervenido agentes externos.
—¿Fue una cuestión económica?
—No. Era más esperar un reconocimiento, sentirme valorado, no el dinero en sí. Lo que sí he sacado han sido muchas enseñanzas.
—Hubo una ruptura de contrato con Nike y al final ha vuelto con ellos.
—Sí. Y estoy muy contento con ellos y con Federico Rosa, mi nuevo mánager, que es quien ha reconducido toda la situación y el nuevo acercamiento a Nike. Fue un error romper con ellos. A nivel psíquico y profesional. Una cagada que tuvo un alto coste.
—Su máximo rival en España es el valenciano Llopis. ¿Cómo lo ha visto?
—Lo he visto muy bien. Tuvo el problema de la caída de Estambul y yo intenté ayudarle.
—Aparte de rivales parece que son muy buenos amigos...
—Sí, sí, tenemos mucha amistad, hablamos mucho. Nos hemos hecho amigos a la fuerza, en el campo de batalla! Él tuvo también una situación personal difícil esta primavera. Teniendo en cuenta todo, ha tenido una grandísima temporada. Y él vale mucho más de lo que ya ha hecho.
—¿Cómo ha visto los Mundiales desde fuera?
—Pues fui a Budapest con amigos y los presencié en la grada.
—¿Qué le ha parecido el rendimiento de España?
—El resultado a nivel de medallero ha sido increíble, es de asustar. Esos cuatro oros, esa plata de Katir... para mí ha sido un resultado impecable, casi histórico. La marcha, sobresaliente, y el 5.000 de Katir después del jarro de agua fría del 1.500, impresionante. Yo siempre he sido una persona a la que no le gustan mucho las carreras de fondo y sin embargo, disfruté muchísimo con su carrera. Mi enhorabuena.
—Saltos, lanzamientos... ahí estamos más flojos. Cómo lo ve?
—Sí se puede decir que hay pruebas donde no rendimos tanto. Pero aquí entramos en las políticas de la federación española, esa excelencia que definen. Creo que con otra política habrían ido Tobalina, Toimil, Retamal.
—¿Es partidario de suavizar las mínimas que fija la Federación Española?
—Yo creo que sí. Me parece que cumplir los criterios World Athletics es más que suficiente. No sé si es un tema económico, pero creo que no deberíamos autolimitarnos aquí. El caso de Retamal en 200 metros es peligroso. Se le ha limitado y capado en su proyección internacional.
—¿Va a hacer algún cambio en su preparación?
—No. Ya los hicimos el año pasado: más multisaltos y más velocidad. La técnica está bien y la fuerza también, en lo referido a los parámetros peso/potencia.
—Si en 2024 vuelve a ser campeón de Europa pero no sube al podio en París ¿quedaría contento?
—Sin duda. Sería un resultado muy dulce. Subir a un podio olímpico es muy complicado. No es mi objetivo a corto plazo.
—¿Por quién apostaría 1.000 dólares como campeón olímpico de 110 vallas en París?
-Por Holloway. Ya se le escapó un oro olímpico. No se le escapará esta vez.
- Devon Allen, nuevamente rechazado en el fútbol americano. ¿Qué opina?
- Si yo fuera él, volvería al atletismo. Tiene mucho nivel y mejoraría si se dedicara de forma exclusiva. Lo que está haciendo me parece un error.
Javier Moracho solía decir que era mejor entrenar sólo una sesión diaria. ¿Qué le parece?
Creo que hay atletas que con muy poco desarrollan mucho. En mi caso, y en el de Llopis, nos va mejor entrenar por la mañana y por la tarde. Doble sesión. Y domingo, descanso total.
¿Qué sesiones de entrenamiento ama y cuáles odia?
Odio las series largas. Más de 150 metros ya no me gustan, se me hacen largas. Por el otro lado, me encantan las series de vallas, once vallas. me encantan. Disfruto también mucho con los entrenamientos de pesas.
Hábleme de sus planes...
En invierno la idea es preparar la temporada de pista cubierta, para despertar un poco el cuerpo, y competir en los campeonatos de España.
¿También en los Mundiales indoor de Glasgow?
Eso no lo sabemos aún. Lo hablaremos mi entrenador Beoringyan y yo. No sabemos si nos merece la pena. En el verano hay tres grandes objetivos: Europeos, campeonatos de España y Juegos Olímpicos.
¿Le gustan más los 60 metros vallas o los 110?
Los 110. Te da más posibilidades de corregir si has cometido algún error en las primeras vallas. Y me gusta ir a la caza de la gente.
No se habla de otra cosa... ¿Su opinión del caso Rubiales?
No se debe poner en duda la versión de una víctima. Si esta persona considera que es una agresión, es una agresión. Habrá que determinar la magnitud pero no pondría en duda la versión de una persona que se ha sentido acosada.
En el debate acerca de las atletas transexuales ¿cuál es su visión?
Es complicado. Yo aquí tengo una opinión un poco ambigua. Entiendo la posición de una atleta que no entienda que una persona transgénero pueda competir con ella, sobre todo por la diferencia hormonal o física. Pero a la vez también entiendo la realidad de una persona que está sufriendo. No creo que nadie vaya a someterse a ese proceso tan complicado como es el cambio de género solamente para obetenr una ventaja competitiva
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