Betis
Rodri, un 017 con licencia para brillar
El de Talayuela es, con mucho, por su calidad y juventud, el diamante con más quilates de la joyería verdiblanca, necesitada de vender
![Francisco Pérez: Rodri, un 017 con licencia para brillar](https://s3.abcstatics.com/abc/sevilla/media/alfinaldelapalmera/2023/06/23/s/betis-articulo-paco-rodri-U36187034040nrI-1248x698@abc.jpg)
Las guerras modernas no tienen nada que ver con las de antaño. Sólo hay que observar las que se litigaban en la primera mitad del siglo pasado y las que se libran ahora. Antes, cavaban trincheras y defendían las propias o mandaban abordar las ajenas ... llamando a zafarrancho, tras encomendarse bien a Dios, los creyentes, o en la fortuna, los que también creen pero no lo saben. Ahora, entre láseres, bombas inteligentes, inteligencia artificial, drones y demás parafernalia belicista, las trincheras son los centros de mando climatizados, para que los ordenadores, ascendidos a capitanes generales, no colapsen.
El Betis no está en guerra con nadie, pero sí con muchos frentes abiertos, y un solo enemigo: el dinero. Necesita munición. No tanto para atacar cuando el escenario le sea propicio, sino para defenderse, para sobrevivir.
Y hasta que llegue la ampliación de capital anunciada, busca recursos con los que fortalecerse. El principal, venta de activos del plantel que permitan a Ramón Planes acudir al mercado con algo más que imaginación en el bolsillo. Toda la plantilla tiene el cartel de 'se vende', lo que no es buena estrategia de marketing, pero insoslayable por la realidad.
Y ahí se está, tratando de colocar a William Carvalho en el fútbol saudí o qatarí, alentando a que paguen bien por Guido si el argentino se empeña en no renovar, buscando sitio a Paul, escuchando a quienes apuestan por Raúl y rezando porque los ojeadores de la Premier hayan visto la formidable exhibición de Rodri con la sub 21.
El de Talayuela es, con mucho, por su calidad y juventud, el diamante con más quilates de la joyería verdiblanca. No sólo eso, sino el líder que aún no hemos visto en el Betis, solapado por la jerarquía veterana del vestuario. Lo confirmamos frente a Rumania. No ya con su capacidad de desborde, su visión de juego, y talento para establecer sociedades, sino pidiendo constantemente el balón a los compañeros, por muy lejos que estuvieran (partidazo de Miranda), hasta convertirse no ya en el MVP del partido, sino aspirante a serlo del torneo. Un 017, si toma el dorsal de Joaquín, con licencia para brillar.
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