Lo Celso suma la mitad de ocho

Tiene la eliminatoria contra los belgas una especial connotación. Es la llave que permite mantener las ilusiones europeas y la oportunidad de resarcirse de las desilusiones domésticas, la última, en Vigo, especialmente dolorosa por cómo se produjo: de jugar el mejor fútbol de la temporada en el primer tiempo, a desaparecer en el segundo.

Supondrá también una doble prueba para Manuel Pellegrini y para el plantel. Para el primero, por la tardanza en encontrar soluciones al problema que supone la inconsistencia del grupo y en el caso del segundo, para desmentir el runrún de la falta de compromiso que desde hace semanas circula entre la afición y que ha puesto a Giovani Lo Celso en el centro de la diana.

Tiene el argentino razones para estar desmotivado, sin que ello vaya en detrimento de su profesionalidad. No eligió volver al Betis para ser carne de banquillo. Aunque el entrenador repita una y otra vez que los buenos siempre pueden jugar juntos, lo cierto es que no ha conseguido establecer la sociedad con Isco que dé plusvalías al juego. El mejor Lo Celso se ha visto en ausencia del malagueño, pero es este el que conserva la confianza del entrenador pese a estar aún en fase de recuperar su mejor versión. La del argentino se ha ido difuminando y así y todo sus 7 goles lo mantienen como máximo goleador tras 23 jornadas, de las que jugó 15. Los ocho jugadores de arriba, juntos, han hecho 13.