El Betis tiene la negra con Europa (1-1)

El Betis se dedicó a hacer un fútbol control a raíz del tempranero gol de Abde. Un verdadero golazo. Está con la flechita para arriba el marroquí, que viene de hacer dos muy buenos partidos con su selección frente a la República Centroafricana, marcando en ambos y asistiendo. Lo celebró el equipo, Pellegrini en el banquillo y también la grada, pese a que el tanto tuvo que ser revisado por el VAR por un posible fuera de juego del Chimy Ávila en la porfía con el zaguero visitante Gabriel Pereira. No había posición incorrecta del '9' bético y el tanto subió al marcador.

Y eso que el Copenhague inició mejor el encuentro, presionando la salida del balón desde atrás del Betis y metiéndole nervios a la zaga bética y a Adrián. Pero ahí estaban Natan y Diego Llorente, que son auténticos seguros de vida para Pellegrini. A los daneses, cuando cruzaban el centro del campo, no les quemaba la pelota en los pies y lograron trenzar alguna jugada, pero llegaban a la frontal del área y ahí se acababa el peligro. El meta bético tuvo realmente poco trabajo durante todo el partido.

Fornals parece que quiere. Es verdad que partió desde la derecha en este 'nuevo' 4-4-2 que el entrenador bético viene disponiendo desde el choque frente al Osasuna. Pero ante la falta de futbolistas de creación (Isco, Lo Celso o William Carvalho), el castellonense debe poco a poco ir echándose al equipo a su espalda. Mejor en diversas jugadas metiéndose por dentro para dar algún pase de peligro hacia los puntas. Y también cuajó un buen partido Ricardo Rodríguez. Al menos, no desentonó tanto como en otras ocasiones.

Con el partido avanzado, fue el Betis el que intentó embotellar en su área al equipo rival, en unos buenos minutos del equipo de Pellegrini durante el primer cuarto de hora de la segunda mitad. No paraba de recuperar alto el conjunto verdiblanco la pelota y no dejaba salir al Copenhague de su campo, hasta que el duelo se tuvo que parar porque un jugador del equipo danés quedó tendido sobre el terreno de juego. El Villamarín apretaba también. Celebraba ver a sus jugadores presionar y meter en su área de esa manera al cuadro nórdico.

Tuvo Fornals, a la altura del punto de penalti, una gran ocasión para haber marcado el segundo tanto para el Betis, pero el meta visitante, Trott, hizo la mejor parada de la noche. Al final, el que empató fue el Copenhague. Bellerín cometió un infantil penalti, porque la pelota se iba lejos de la zona de peligro para Adrián, y Diks engañó al meta cerreño para poner las tablas en el marcador. Quedaban los últimos diez minutos.

Al Betis le hizo mucho daño el tanto del empate. No hubo reacción. El Copènhague se plantó bien y sólo permitió que el Betis jugase un fútbol demasiado plano. Hubo pocas combinaciones de ataque al final y el choque terminó con el 1-1 en el marcador.

No le dio el Betis la alegría a su afición. El tifo inicial no sirvió ante el Copenhague. Suma, sí, quizás ante el otro rival complicado de los seis a los que tiene que enfrentarse en esta Conference League, donde nadie regala nada. Pero es verdad que para hacer algo importante en esta competición, el equipo de Pellegrini debe hacer mucho más para vencer los próximos cuatro encuentros en los que se jugará estar entre los ocho primeros o ser equipo del play off.