Baloncesto
Betis Baloncesto - Unicaja: sobra corazón, faltan mimbres y talento (66-79)
Lastrado por la bajas, que son demasiadas y algunas de mucho peso, el conjunto verdiblanco da la cara, pero se estrella contra la defensa del campeón de Copa y se queda penúltimo, con cinco victorias, a dos de la permanencia
![Tyson Pérez encesta mediante un mate en el Betis Baloncesto - Unicaja](https://s1.abcstatics.com/abc/sevilla/media/alfinaldelapalmera/2023/03/26/s/tyson-flores-unicaja-U53740146410JeM-1248x698@abc.jpg)
Quedan diez jornadas y echarle un ojo a la clasificación de la ACB da miedo. El Real Betis Baloncesto seguirá penúltimo una jornada más tras caer contra el Unicaja, en una derrota de lo más previsible, pero la diferencia con respecto a la permanencia ha crecido. A dos victorias en concreto. Porque el BAXI Manresa suma una más, seis , y además tiene un partido menos y el duelo particular ganado. La salvación se encarece mientras el equipo de Casimiro, lastrado por tanta lesión ( Pasecniks y Almazán jugaron con molestias ), hace lo que puede. Ahora mismo, diríase que se limita a sobrevivir en tanto recupera efectivos.
Con cinco elementos de baja, de pocos mimbres dispone para conformar el cesto de la permanencia. Compite hasta donde le alcanza mientras Casimiro prueba mil cosas e impide que el equipo se derrumbe, pero del orgullo no se come . Juega dos partidos cada jornada, contra sí mismo y contra el rival de turno, en este caso el campeón de Copa, el Unicaja, que sin apretar demasiado el acelerador se llevó la victoria de San Pablo aunque el Betis, guiado por Montero y Tyson Pérez, se resistiera hasta la recta final por más que el triunfo costasoleño no peligrara. Su defensa resultó insuperable para un equipo verdiblanco seco en la producción exterior (7/24 en triples) y también en los tableros (14/38 en tiros de dos).
Sin medias tintas, la puesta en escena del Betis Baloncesto en el partido resultó de lo más floja . Como si no hubiera puesto el reloj en hora. Era invierno aún para los verdiblancos, con la defensa en paños menores, congelada. Y tiritando. Más agujeros que un queso gruyer. El Unicaja agradeció las facilidades y jugó cómodo, encontrando a Kravish en las continuaciones y también los tiros liberados. En apenas seis minutos de reloj ya estaba diez arriba (7-17) mientras el Betis vivía en ataque casi exclusivamente de los rebotes que rapiñaba para generarse segundas oportunidades. Ante la invisibilidad de Pasecniks, que jugó tocado, la brega de Tyson Pérez (14+5 al descanso) fue clave. Necesitó un tiempo muerto el Betis para que Casimiro les pusiera las pilas a sus chicos. Se estaba jugando un partido y la mayoría no se había enterado. Suerte para sus intereses que Montero y Tyson se aliaron para construir entre ambos un parcial de 10-2 (del 10-23 al 20-25) que anudó a los verdiblancos al partido.
El Betis Baloncesto mejoró mucho en el tramo final del primer cuarto, pero necesitaba más. Subió el nivel físico, jugó con más energía y actividad de piernas para entorpecer las maniobras costasoleñas. Era un Betis picapedrero en el rebote de ataque que explotaba sus pocos recursos, moviendo a los jugadores de sus posiciones habituales, para contrarrestar las bajas. Ninguno de los lesionados se recuperó a tiempo. Báez, por ejemplo, suplía a Cvetkovic para que Maronka se colocara en el puesto de alero y en la dirección se alternaban Cvetkovic y Gray aunque, en realidad, para ser justos, el mejor generador del equipo desde el timón era, con diferencia, Montero . El único capaz de crearse ventajas a través del bote y el uno contra uno.
No por nada jugó el caribeño los primeros diez minutos al completo. Su descanso, que coincidió con el de Tyson Pérez, lo notó una barbaridad el equipo, varado en los 20 puntos más de cuatro minutos hasta que Bertans, en su quinto intento, anotó al fin. Y lo hizo de tres (23-30). A esas alturas, la pareja Montero-Pérez estaba años luz de la sociedad Bertans-Pasecniks . Ante la sequía anotadora verdiblanca, al Unicaja le bastó con lo mínimo para mantener en la decena la distancia de seguridad (23-33). Casimiro le dio entonces otro giro de tuerca a la rotación y puso en liza a Almazán, que lucía una protección en el codo izquierdo. A 3.10 del descanso, Tyson anotaba la segunda canasta en juego de su equipo en el segundo cuarto y, de inmediato, Pasecniks cometía la tercera a siete metros del aro.
Sólo Tyson, el más productivo de su equipo, aportaba algo de luz al obturado ataque verdiblanco, que no fluía al intermedio: 30 por ciento en el tiro de campo (10/33), 20 en el triple (2/10) y 57 en el tiro libre (8/14). Tampoco desde el 4,60 se estaba mostrando acertado el Betis Baloncesto, que caía por diez puntos y necesitaba, de manera urgente, un paso al frente de más jugadores, especialmente Bertans, Pasecniks y Gray. Las dos asistencias generadas por los verdiblancos contrastaban con las doce que ya apuntaba el casillero del Unicaja.
Reacción aplacada
Pasecniks convirtió su primera canasta al iniciarse el segundo tiempo, aunque de inmediato lo relevó Sylla. Gray aparecía con una bandeja (34-42) y Tyson sacaba una nueva falta de tiro. Además, Ejim fue sancionado con falta antideportiva por un codazo sobre Bertans tras revisión de la jugada en los monitores a petición de Casimiro. Hay que estar en todo, especialmente en los pequeños detalles. Bertans se dejó un nuevo tiro libre en el camino, Tyson encestó los dos y el conjunto heliopolitano redujo a cinco el colchón visitante (37-42).
El Betis, lamentablemente, seguía peleado con el lanzamiento exterior. Ni Bertans ni Gray, que tiene una mecánica un tanto extraña, acertaron; tampoco Alberto Díaz para el Unicaja. No había ni mucho ritmo ni mucho espectáculo. Y al Betis, sin Montero en la pista, le faltaba chispa, velocidad e imaginación. Kalinoski, de tres, ampliaba a doce (37-49), paralizando de este modo la reacción del conjunto de Casimiro, que se protegía en defensa con cambios en los bloqueos.
Montero, de vuelta, asumía el mando de las operaciones exaequo con Cvetkovic y fue el afilado dominicano el autor del tercer triple de su equipo en el encuentro (42-51). No era una distancia inasumible, pero pasaban los minutos y se mantenía casi siempre ahí. Calatrava sancionó a Will Thomas con una técnica, por protestar, mientras el Betis continuaba errando tiros libres . Una auténtica rémora que, con tantísimas bajas, no se podía permitir. Remaba el equipo, tozudo, también trabajando en defensa, y casi todo lo que salía bueno en ataque procedía de las manos de Montero, que otra vez atizaba desde el perímetro para forzar el tiempo muerto de Ibon Navarro (47-53).
Jugaba el Betis c on Maronka y Báez por dentro y así se estaba agarrando al partido. Montero inyectaba vida con otro bombazo exterior (50-55) y Brizuela le respondía, primero con un canastón tras reverso después de una excelente defensa , y luego con el triple que abrochaba el tercer periodo (50-58). Si no hubiera sido por una canasta, la defensa bética habría dejado a su rival en apenas quince puntos en ese segmento, que ganó (20-18).
Tanto se multiplicaba Montero que hasta los rebotes atrapaba, pero como no anotaba el Betis, el Unicaja repuso los diez de ventaja (50-60). En ataque se había hecho un ovillo el equipo de Casimiro . El exceso de revoluciones degeneró en decisiones precipitadas en forma de pérdidas y malas selecciones de tiro. Así las cosas, el técnico manchego le dio la enésima oportunidad a los dos bálticos, Bertans y Pasecniks. Ambos cargaban con tres faltas. El bloqueo ofensivo del Betis, cuatro pérdidas seguidas, se completó con un robo de Carter a Cvetkovic mientras el balcánico subía el balón que colocó el 50-63 y obligó al tiempo muerto de Casimiro. Bertans rascó tres libres (53-63), los árbitros rectificaron una antideportiva de Osetkowski y Sylla se equivocó regalando un tiro adicional al Unicaja. Por mucho que se esforzara en defensa, en ataque nada le salía al Betis . Ni producía por dentro ni por fuera. La remontada, así, se antojaba imposible.
Osetkowski puso la máxima (53-68) antes del segundo triple de Bertans, primera canasta en juego del Betis con más de seis minutos consumidos. Ya quemaba las naves el conjunto verdiblanco, condenado a la derrota por mucho que Montero y Bertans (61-70, a 1.40) se empeñaran en negar la mayor y el equipo no bajase los brazos hasta el último minuto, cuando Brizuela aceleró para redondear su actuación con 23 puntos. El Betis se queda en el pozo, penúltimo y contra las cuerdas. Como lo está casi siempre. En esta tesitura, tendrá que recuperar jugadores o fichar de nuevo, algo que parece de lo más urgente. Porque ser competitivo le permite mantenerse con vida, pero para salvarse no basta con eso. Necesita ganar partidos.
Ficha técnica:
Real Betis Baloncesto (20+10+20+16): Gray (7), Montero (22), Bertans (13), Tyson Pérez (16), Pasecniks (2) -quinteto inicial-; Maronka (-), Cvetkovic (3), Almazán (-), Báez (3), Sylla (-).
Unicaja (25+15+18+21): Alberto Díaz (2), Brizuela (23), Kalinoski (7), Ejim (7), Kravish (17) -quinteto inicial-; Osetkowski (5), Thomas (2), Barreiro (6), Carter (6), Djedovic (-), Perry (-), Sima (4).
Árbitros: Calatrava, Martínez Fernández, Sánchez Cutillas. Sin eliminados por faltas personales. Vigésima cuarta jornada de la Liga Endesa. Palacio de los Deportes San Pablo, ante 4.786 espectadores.
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