Showtime en Heliópolis (3-1)

Porque ver a los de verdiblanco mover la pelota es un gustazo. Es una centella en sus pies. Todos bien situados, todos en una orquesta fantástica llevando el cuero allá donde hace daño. Volviendo al baloncesto, Pellegrini aplica el triángulo ofensivo que Phil Jackson rescató de Tex Winter. Cae el peso a una banda y van ocupando los espacios Rodri, Álex o William Carvalho, Luiz Henrique, Sabaly o Canales y los rivales ya no saben por dónde le viene el peligro. Un ovillo con las defensas es lo que propone el Betis, mezcla de paciencia y ruptura, toque y vértigo, clase y potencia. Tienen los de Pellegrini equipo para jugar a varias velocidades, banquillo para cambiarle la cara a la tarde. Y todo para hilar los goles más bonitos de cada jornada en cuanto a combinación. No son acciones individuales, sino una sinfonía de aciertos. Pase picado de Canales, carrera de Álex Moreno, corte y recortes de Sabaly, filtro de Joaquín, definición de Carvalho... Todos aciertan, todos contribuyen. Finura coral, todos en pie, todos a celebrar, todos a sonreír, todos a llevarse las manos a la cabeza y todos a soñar.

Bien se pudo ir el Betis en la primera parte con ventaja suficiente porque hasta que logró domesticar las transiciones del Almería, con un impetuoso Ramazani, el duelo se mantuvo algo abierto pero la agitación por la izquierda de un ciclón llamado Álex Moreno, incluso superior en esta fase a lo mostrado en su sensacional curso pasado, fue determinante para que todo lo que iba a suceder fuera tamizado por el acierto bético. La percusión del lateral fue tremenda, haciendo de Mendes una comparsa, alimentado por Rodri y Canales y con Borja a la expectativa. La mano de Babic en el área pasa a la categoría de anécdota olvidadiza por el 3-1 final. Cose el Betis su primer gol con la picada de Canales que Álex, quién si no, iba a transformar en asistencia a Carvalho, limpio por el centro tras el arrastre de Borja. Guido merece el 2-0 tres minutos después y Álex se va de todos volando en lo que pudo ser el gol del año. Luego asiste a Borja, que remata en escorzo y obliga a Fernando a reclamar un sitio entre los mejores de la noche.

La pelota se mueve vertiginosa entre los pies verdiblancos, con apoyos claros y paciencia antes del aguijón. Y si algo falla, ahí está Luiz Felipe. O Rui Silva. Los 46.111 comparten disfrute porque el duelo está siendo bonito. Sin embargo, el Almería roba cámara al Betis llevándose El Bilal Touré el foco con el 1-1. El Betis se rebela ante el revés y Álex casi cierra su gran noche con un cabezazo que sale fuera por nada. El Almería quiere dormir el duelo y ahí se pone en pie Pellegrini, saca su varita y muestra a Joaquín y Juan Cruz, diecinueve años les separan. Y en ocho minutos ya está el duelo 3-1 con los goles de Borja y Carvalho. Entre ellos una galopada de Baptistao que acaba con su control largo y la anticipación de Rui. Cruz se une al espectáculo con su atrevimiento. Y el Villamarín se ilusiona con todos y con el nuevo. Si lo que hay ya y lo que viene es así, prepárense a soñar. El showtime hace bailar a todos en el Villamarín.